Islamabad (Agencia Fides) – Después del resonado caso de Rimsha Masih, la chica cristiana acusada de blasfemia y puesta en libertad bajo fianza, otro cristiano, arrestado por una acusación falsa, Khuram Shahzad Masih ha obtenido la libertad bajo fianza (100 mil rupias, casi mil dólares) de un juez de la Corte Suprema, que ha ordenado que se ponga fin al proceso antes de tres meses. Según ha informado a la Agencia Fides, el equipo de abogados de la “Legal Evangelical Association Development” (LEAD), que siguen el caso, dicen que el hombre, de 24 años de edad, “está físicamente agotado, pero no deja de dar gracias a Dios”. A podido abrazar a su familia (esposa y tres hijos) después de 11 meses de cautiverio. El joven fue detenido el 5 de diciembre de 2011 cerca de Lahore (en Punjab), acusado de quemar páginas del Corán. Otro caso pendiente, de la misma clase, es el de Martha Bibi, una mujer cristiana acusada falsamente de blasfemia: la próxima audiencia ante el tribunal será el 3 de noviembre. Martha Bibi fue arrestada el 22 de enero de 2007, y como comunican las fuentes de Fides, durante estos cuatro años de cárcel ha sufrido malos tratos. Ante el sucederse de injusticias patentes, como en los casos de Rimsha Masih, Khuram Shahzad Masih y Martha Bibi, un grupo de organizaciones no gubernamentales internacionales ha publicado un comunicado pidiendo al gobierno de Pakistán que garantice los derechos de las minorías y que modifique con urgencia la ley sobre la blasfemia, “asunto que es crucial”. En un comunicado conjunto enviado a la Agencia Fides, las Ong “Minority Rights Group International” (MRG), “International Dalit Solidarity Network” (ISDN), “Franciscans International” (FI) y “Pakistan Dalit Solidarity Network” (PDSN), piden a Pakistán que derogue las leyes discriminatorias y proteja a los más vulnerables y marginados. Las ONG sostienen que Pakistán no ha cumplido con sus compromisos con la comunidad internacional y las Naciones Unidas, en particular la “protección de las minorías y de los intocables (dalits)”, ya que “la situación de las minorías se ha agravado en los últimos años”. “Las discriminaciones y la violencia contra las minorías religiosas están ampliamente difundidas, mientras que los autores gozan de impunidad”, dicen las Ong. “La ley sobre la blasfemia - concluye el texto - constituye la base de la discriminación religiosa institucionalizada y sobre una base de casta, así como de violencia y opresión perpetrada por el Estado y los grupos privados”. (PA) (Agencia Fides 30/10/2012)
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