domingo, 9 de abril de 2017

MONS. MAZUELOS: "QUIZÁ LA CARRERA OFICIAL TENGA QUE COMENZAR EL SÁBADO DE PASIÓN"

Diario de Jerez

José Mazuelos Pérez, obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, en su despacho de la sede en la casa de la iglesia.
MANUEL SOTELINO

 

-Llegan los días santos de la Semana Mayor y parece que todos volvemos la cara al Señor y a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección. ¿Sería fantástico que pudiéramos vivir este tiempo durante todo el año?
-Podríamos decir que esta semana es una fuente para poder estar, durante todo el año, implicados en estos misterios. Es la clave poder tener esta fuente con el fin de proseguir caminando el resto del año.
-¿Una Semana Santa la jerezana que nuestro obispo la definiría como…?
-Yo diría que esplendorosa. Es una Semana Santa muy rica y plural. Están las hermandades de gran devoción. Después tenemos las hermandades de tradición, de historia de familias. También hay hermandades de barrio. Todas con fuerza y con una gracia especial. Por eso pienso que es una Semana Santa de pluralidad y de grandeza importante.
-Asidonia se entronca en los albores del cristianismo en España. Al menos está enraizada en la época visigoda. A pesar de su corta vida.
-Es incluso anterior a la conquista visigoda. Existió, aunque no hay muchos datos de ella. Parece que estaba enmarcada en El Puerto de Santa María, el ladrillo visigodo de Espera incluso Utrera. Es decir los contornos no se saben pero la Iglesia ha mantenido siempre las antiguas diócesis a través de los nuncios y obispos. Se trata de que no se pierda esta reminiscencia histórica tan importante. Por eso se puso el nombre de 'Asidonia' que acompaña a la nueva diócesis de Jerez.
-¿La Diócesis de Asidonia-Jerez qué le pide a Dios en esta Semana Mayor de 2017?
-Le pedimos a Dios que nos permita entrar en esta Iglesia del Papa Francisco. La Iglesia de la periferia y de la evangelización. De la atención a los más pobres. Que demos ahí la talla. Además también le pedimos al Señor que nos ofrezca vocaciones que son necesarias.
-Usted se ordenó obispo en el año 2009. Un pastor que ya está con nosotros durante algo más de seis años. ¿Qué sigue anhelando el obispo en la Diócesis que eche de menos?
-Pues no echo nada de menos. Es una Diócesis joven. Quizá una mayor vida a nivel de la Catedral, pero esto no es imprescindible. Es una Diócesis viva y con ganas de trabajar. No echaría de menos nada. Sí es cierto que mis predecesores hicieron una gran labor cada uno en su estilo. A don Rafael le tocaron los años de la formación de la diócesis, que no es poco. A don Juan quizá le tocó afrontar las estructuras de la diócesis. A mi creo que me ha tocado acabar toda esta estructura tan importante como la Catedral y dar un impulso de crear más Diócesis. La Diócesis debe de girar entorno a la Catedral. Y quizá aquí faltaba. Este es un trabajo que había que realizar y que poco a poco vamos llevando a cabo y se va consiguiendo. La Catedral no es sólo de Jerez, sino de toda la sede episcopal. Es la Iglesia madre donde giran todas. En definitiva la vida catedralícia abarca y es de toda la Diócesis.
-¿La grey que usted conduce cómo la definiría?
-Con muchas ganas. Jerez sigue teniendo toda esa red de religiosidad popular con grandes santuarios marianos que aportan mucho. Hay una parte de esa grey que vive su fe de forma más festiva y alegre. Sigue teniendo importancia la familia. Y vivir la Iglesia. Es una grey con muchas posibilidades, con muchas ganas y que hay que seguir invitando a tomar parte de esta nueva evangelización y a subirse al carro de la Iglesia del Papa Francisco.
-Hablando del Papa Francisco, le quería recordar una frase genial de Su Santidad cuando exhortó a los pastores a que "huelan a oveja". ¿Qué resumen haría usted de estos años de pontificado del actual Papa?
-Ha sido una riqueza para a Iglesia. Pero yo lo analizaría desde antes. Desde Juan XXIII, Juan Pablo II y su grandísimo pontificado, después Benedicto XVI que creo que es el gran Santo Padre de la Iglesia futura porque él es el pensamiento. Y un gran signo de humildad y de discernimiento. Después ha venido el Papa Francisco que es latinoamericano y lo entendemos muy bien. Es muy directo para nosotros. Tiene la facilidad de ir aterrizando o traduciendo al lenguaje cotidiano toda esa teología profunda de Benedicto XVI. Por tanto todo pertenece a un complemento perfectamente. A un sólo cuerpo.
-Hagamos balance del pasado año 2016. Este pasó por ser el Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia. ¿Qué balance hace usted de este tiempo tan intenso en nuestra Iglesia Diocesana?
-Muy positivo. Se ha despertado mucho la misericordia. Han quedado obras que han dejado su rastro para siempre. Como la casa de Nazaret, el preso del Prendimiento... todo esto ha surgido gracias a este año jubilar. Ha sido una voz fuerte. Tenemos los tribunales eclesiásticos sobre las nulidades que ya hemos instituido. Todo esto es también obra de esa misericordia. Ha sido un momento intenso de vivir misericordia. Es una llamada a todos a vivir esa Iglesia misericordiosa que de nuevo el Papa Francisco nos ha lanzado. El mundo actual es demasiado justiciero y busca culpables. Pero es importante la misericordia. Y que aparezca en el presente que vivimos. Esto no se acaba ahora. En definitiva el Señor no es un Dios del palo sin un Padre misericordioso que nos espera siempre con los brazos abierto para caminar con nosotros.
-Y Santiago abrió sus puestas. ¿Podría ser este el acontecimiento del que más satisfecho se siente de todo su episcopado hasta ahora?
-Me siento muy satisfecho de la apertura de Santiago. Era y es un reto al que nos lanzamos. Gracias a Dios contamos con el apoyo de toda la Diócesis para ayudar a rescatar a Santiago. Pensamos que es un barrio emblemático para Jerez. Muy necesario. El hecho de ver el esplendor de la iglesia es importante. La iglesia de Santiago no era sólo un bien eclesiástico, sino también un bien del patrimonio de Jerez. De la historia y del futuro de Jerez. Es un pulmón muy importante para la ciudad. La Iglesia no sólo acompaña a quien busca al bien común sino que se compromete con el bien común de toda la sociedad. Hay muchas familias sufriendo y la falta de trabajo... Tenemos que hacer lo posible para fomentar ese bien común para todos los jerezanos.
-Hablemos de cofradías ¿Qué le parece el nivel de formación de los cofrades de la Diócesis? ¿Es la gran asignatura pendiente?
-Puede ser una asignatura pendiente. Tenemos que seguir formándonos. Pero también hay gente formada en las cofradías. Hay iniciativas importantes en este sentido. Cuando vienen las juntas de gobierno nuevas se lo traslado siempre. Tenemos que emprender la formación. Hay que crecer en la fe. Tenemos que profundizar en el misterio para que sea una riqueza. Hay que crecer en eclesialidad, y en el misterio de la Iglesia. Por un lado hace falta esa formación, aunque tampoco diría que las cofradías estén mal. También hay personas con seriedad y con una buena formación. Sin una buena formación religiosa no se puede hacer un buen pregón y aquí hemos tenido grandes pregones. Y las cofradías están también muy implicadas en muchas obras. Hay que trabajar en la formación pero tampoco es cierto que la formación también existe en muchos cofrades.
-¿El cofrade de la Diócesis es un cristiano que se somete a las indicaciones que se hacen desde la Iglesia Diocesana?
-En líneas generales sí. Las normas diocesanas se cumplen y las hacemos cumplir. Tenemos que tener en cuenta que una hermandad es una asociación pública de fieles a los que la Iglesia les encomienda una misión. Y una responsabilidad. Tiene que llevar adelante un patrimonio, es responsable de una devoción y de incrementarla. Por tanto, las hermandades tienen una responsabilidad importante. El obispo tiene que velar por la grey. Y si hay que llamar la atención se llama. Hay una serie de normas que son la defensa de los fieles. Por eso hay que decir a veces a alguna hermandad que tiene que rendir cuentas y hacer un cabildo a los hermanos. Y es necesario que los hermanos pidan esas cuentas. No se puede convertir una hermandad en lo que cada uno quiera. Hay unas reglas y hay que cumplirlas.
-Cuando publiquemos esta entrevista ya habrá pasado una jornada de vísperas magnífica como se ha convertido el Sábado de Pasión en Jerez. ¿Por qué apuesta usted a la desaparición de esta jornada?
-Yo no apuesto por la desaparición. Todo lo contrario. Todo esto nace del seno de las mismas cofradías nuevas que lo piden. Cuando me preguntar que qué vamos a hacer con la Semana Santa porque son ya muchas las que salen en los días grandes, pues siempre respondo que a lo mejor hay que reestructurar precisamente con la no desaparición de esta jornada. Yo no estoy en contra. Lógicamente, la hermandades quieren entrar en los días de Semana Santa pero yo no soy. Son las mismas hermandades las que solicitan salir de este día.
-¿No es a instancia de la delegación la entrada de las nuevas hermandades a la Semana Santa?
-No. Yo no obligo a nadie. Si hay una hermandad que han cumplido sus cinco años como hermandad y lo solicitan, si vienen con el visto bueno del director espiritual, no me opongo de ninguna manera. Que hay sobrecarga, pues te repito que de abrir lo haríamos por el Sábado de Pasión, aunque lo suyo es comenzar con el Domingo de Ramos y acabar con el Viernes Santo. Yo no he recibido solicitud de alguna hermandad que quiera quedarse en el Sábado de Pasión. El objetivo es incorporarse a la carrera oficial. A lo mejor la carrera oficial tendrá que comenzar el Sábado de Pasión. Pero ahora mismo no hay esa demanda, que yo sepa.
-Parece que es una cuestión de tiempo y no de madurez.
-No es así. Hay un mínimo de cinco años. Pero cuando ha pasado ese tiempo y la hermandad lo solicita, pues se otorga. Pero no es una cuestión cuantitativa. Es una cuestión de discernimiento. También podría ocurrir que lo pidiese y no se concediera porque veamos todavía una falta de arraigo al barrio o por otra razón.
-La Mortaja creo que no lo va a pedir nunca.
-Pues si no lo piden, no seré yo quien les obligaré.
-Le quería preguntar por la proliferación de procesiones en la ciudad en los últimos años. De aquellos años en los que ver un paso en Jerez fuera de la Semana Santa era poco menos que una odisea hemos pasado, quizá, a una gran cantidad de procesiones. ¿Qué valoración hace de este tema?
-Hay un decreto para frenar un poco todo esto. Estamos estudiando las nuevas agrupaciones parroquiales que se están gestando. A lo mejor no es necesario que salga un paso a la calle para una asociación de este tipo. Tenemos que ser cautos con tantas cofradías en las calles. Por eso también pienso que poco a poco se va frenando. Lo que ocurre es que son tantas que cuando no es una cosa es por otra. Y es complicado de frenar. Quizá estamos celebrando la solera de las hermandades. Es una cuestión de historia. Si hay una efeméride, ¿nos vamos a quitar de una salida extraordinaria? Tampoco podemos relativizar esto. Pero bueno, tampoco nos podemos oponer. Y si aparecieran en los años venideros muchas salidas pues habrá que discernir y ver qué se puede hacer. Este año pasado ha habido salidas extraordinarias pero han sido todas majestuosas. No podemos oponernos a este tipo de salidas que tanto favor hacen al pueblo. Pero sin perder el rumbo.
-Este año será el año de la Amargura. Y no precisamente porque lo hayan solicitado ellos.
-Lo del tema de la Amargura es porque el pasado año vino la Virgen del Perpetuo Socorro tras la restauración. Este año se celebra el centenario del Voto. Como fue un éxito lo del Perpetuo Socorro, pues vimos idóneo que la Amargura viniera a la Catedral al estar celebrando su efeméride de la llegada a los Descalzos. Se planteó a la hermandad y dijo que sí.
-Si no me fallan los cálculos, creo que para este año nos queda un sólo traslado ¿Habrá procesión extraordinaria o se propondrá un sobrio traslado de la hermandad del Cristo a su ermita?
-Cuando llegue el momento se verá. Se tendrá que hablar con la hermandad. Tampoco tenemos que salir por la puerta de atrás. Se trata de una hermandad de categoría. No merece que vaya de puntillas sino que tiene que ir con acuerdo a su personalidad. Pero eso ya se planteará.
-Hace unos días, usted modificó algún articulado de las normas diocesanas de HH y CC. ¿Se ha planteado hacer una revisión integral del denominado 'libro verde'? Hay cofrades que afirman que son unas normas con demasiados escapes de agua...
-Sí. Se está ya en ello. Hay que renovar algunas cosas. Ya se hicieron cosas pero hay que seguir ahondando. Lo tenemos puesto en marcha y vamos a revisar estas normas diocesanas.
-¿Se creará una comisión?
-Sí. Las normas se ampliarán o se rectificarán. Hay cosas que hay que renovar.
-Se nos pasa esta entrevista y no le pregunto por el Sábado Santo. Sería extraño que no le preguntará, de nuevo y por enésima vez, por las procesiones en esta jornada que está entre la muerte del Señor y la alegría de la Resurrección.
-Pues el Sábado Santo tendremos la gran vigilia pascual a las diez y media en la Catedral. A la cual estamos llamados a participar de esta liturgia madre que le da sentido a toda la Semana Santa. Celebraremos la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Y el Domingo de Resurrección haremos la gran pontifical y saldrá el Resucitado. Y esperemos que por la tarde no haya traslados. Será señal de que no ha llovido.
-Un deseo para el pueblo cristiano en estos días que hoy comienzan con el Domingo de Ramos.
-Pediría a todos a que se dejen enamorar y seducir por el amor de Dios atado, prendido o con la cruz a cuestas. O crucificado. En cualquier de sus misterios de la Pasión y Muerte. Y sobre todo que no se olviden que nos ha dado una Madre que es necesaria para caminar por la vida en los momentos de dificultades. Que se entreguen a María y nunca se verán defraudados.

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