Adelanto la publicación de este artículo porque sé la expectación que ha generado.
Es lo que tiene Villaluenga del Rosario que al vivir ante tanta belleza te hace ser más sensible hacia los demás.
Hoy comparto con vosotros mi semanal artículo publicado en exclusiva en INFORMACIÓN en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile y que va dedicado expresamente a la persona de mi querida amiga Stilita Mosteiro a la cual admiro y quiero por igual.
En esta vida tan gris que nos pintan entre unos y otros tenemos la obligación de resaltar todo lo bueno que en ella sucede así como las personas que en el día a día hacen posible un mundo mejor. Este es el caso de Stilita.
Sé, y me alegra tanto, que este humilde escrito la ha emocionado hondamente al igual que a su madre y resto de su querida Familia. Este es el mejor regalo que he podido recibir y por esto vale la pena el seguir escribiendo día a día.
Jesús Rodríguez Arias
STILITA
MOSTEIRO
Si nos hemos visto una decena
de veces en el tiempo que hace que nos conocemos es mucho aunque en ese
territorio virtual que ambos “dominamos” nos encontramos con más asiduidad y
sabemos de nuestras vidas sin preguntar, leyendo entre líneas o con solo mirar
a los ojos que son los únicos que no engañan pues bien sabemos que los mismos
son puertas abiertas al mismo alma.
La valoro, la admiro y la
quiero por ser una mujer valiente, luchadora, capaz de salir adelante, poniendo
buena cara a la vida a la que mira sonriendo que es lo que transmite a todos en
cualquier momento porque los instantes, que duran lo que duran, de pesares,
preocupaciones, sufrimientos, quedan en el interior de su propio ser y de
quienes la rodean en ese campo donde solo están los cercanos, los
verdaderamente íntimos.
Si algo me llama la atención
de Stilita es su capacidad de superación y la forma tan clara, tan diáfana, tan
natural de comunicar pues ella ha hecho de la comunicación no solo su profesión
sino su vocación que es lo mismo que decir que su propia vida.
Comunicar es más amplio y
extenso que informar pues lo segundo cualquiera dotado con conocimientos lo
puede hacer pero el ser capaz de llegar, convencer, de ser tenido como un
referente y lo que digas se convierta en veraz no tanto por el objeto que se
comunica sino por la persona que ejerce dicha acción y por lo cual puedo llegar
a decir abiertamente como siempre que en este mundo en el que muchos nos
movemos hay informadores y comunicadores.
Y Stilita es una comunicadora
de las buenas, de las de raza, de las que pone el corazón y la cabeza en cada
noticia, en cada información que tenga que cubrir, en cada cosa que tenga que
contar desde todos los lugares en los que ha ejercido su profesión y desde hace
cinco años en Costa Cádiz Comunicación que es un medio que avanza por día que
pasa gracias al gran equipo que lo conforma.
Pero si algo me conmueve es
esa fuerza para sacar fuerzas de flaquezas y que se puede incluso palpar con
solo mirarla a los ojos, esos tan transparentes, diáfanos, pasionales y
sinceros.
Fuerzas de flaquezas es la
característica que une a todos los grandes luchadores, los supervivientes de la
propia vida, los que por una causa u otra han tenido que dar ese necesario paso
adelante sin mirar mucho para atrás y cuando lo haces es para recordar, para
saborear los buenos momentos vividos, las personas que en un tramo de la
existencia nos han ido acompañando y que hoy por ley de la propia vida ya no
están junto a nosotros.
Stilita que se entrega
apasionadamente a su vocación comunicativa todos los días que tiene el año hace
que podamos vivir con ella desde los previos hasta que terminan sus largos días
de trabajo, sus andanzas de aquí para allá para contarnos aquella noticia que
es de interés, entrevistando a ese personaje que en su momento oportuno nos
tiene algo que contar y también su aspecto más familiar, más cercano, más íntimo.
Gracias a ella conocemos la
valía personal y profesional de su marido, sus padres, su familia, sus amigos,
su cariño por esos seres peludos que tanto se quieren en casa pues se
convierten en uno más de la familia. Gracias a ella conocemos a Stilita
Mosteiro al cien por cien aunque en ese porcentaje se deje para la más estricta
intimidad esos pasajes de la vida que nos son tan importantes, tan cruciales, y
que nunca llegan a saberse por el “gran público” porque no entran dentro lo que
se tenga que informar y menos comunicar. Es lo sagrado de cada cual.
La conocí hace tiempo en Radio
La Isla y nos habremos visto como mucho una decena de veces en varios años
aunque la sigo a diario, de vez en cuando mantenemos una conversación llena de
verdadero cariño, de sincera admiración, pues estos son los sentimientos que me
transmite esta mujer valiente, llena de vitalidad, amante de la misma vida, de
lo que nos rodea y que bien sabe transmitirnos pues ella no solo informa sino
que comunica y esa labor no es tan fácil pues está solamente al alcance de los
que Dios ha regalado ese don que es muy bonito y también importante.
Y esa admiración que siento
por ella, por su trabajo, por su testimonio, por lo que dice y por lo que calla
han sido motivos suficientes para que hoy domingo le dedique este artículo
escrito en mi bendito pueblo de Villaluenga del Rosario cuando la tarde va
decayendo y el sol busca resguardarse tras el inmenso Caíllo.
Jesús Rodríguez Arias
No hay comentarios:
Publicar un comentario