domingo, 28 de mayo de 2017

* MANUEL F. LOBATO LOZANO.



Empecé a escribir este artículo en la tarde-noche del Jueves Santo, tras salir de un rato de Adoración al Santísimo que aparecía ante nuestros ojos por medio del Monumento que levantaron las primorosas manos de las vecinas de Villaluenga del Rosario.

Entonces ya sonaba el nombre de mi buen hermano Manolo Lobato como un firme candidato a la presidencia del Consejo de Hermandades de San Fernando.

Ha sido terminado en tan solo unos días en los que he podido ver y comprobar la desunión que existe en el mundo cofrade pues se presentan dos líneas muy distintas a un mismo proyecto: La Presidencia y Permanente del Consejo de Hermandades y Cofradías de La Isla.

He pensado y repensado el cómo y la forma de poner el punto y final a un artículo que sé que va a crear un estado de opinión pues va dedicado a uno de los candidatos, al primero que sonó, a mi buen hermano en la Misericordia de Jesús y la Piedad de María como es Manuel F. Lobato Lozano.

Sé que mis palabras van a generar debate, van a crear hasta cierta polémica porque te pones delante de los que creen que tienen todo hecho y no se dan cuenta de que en verdad todo está por hacer.

Sé que muchos que están en la "otra parte", algunos queridos y buenos amigos, se sentirán dolidos con mi expreso apoyo y la verdad es que si he de sentir algo lo siento tan solo por ellos. Esto pasa cuando la división hace gala, cuando la unión queda destrozada por los intereses que sean y que yo ya no acierto a comprender.

No soy nadie para poner o quitar rey pero si sé que mi opinión es seguida por muchos y que podrán estar o no de acuerdo pero que bien saben que lo que digo no lo digo por decir.

Hoy quería dar a conocer al "gran público" a mi querido Manolo Lobato. Lo he hecho y  mi misión está cumplida.

Y bien sabéis que me muevo a los acordes de mi propia coherencia personal, defendiendo en todo momento la Libertad en la que creo y de la que hago uso desde el mayor de los respetos.

Jesús Rodríguez Arias 


MANUEL F. LOBATO LOZANO





Poco a poco indefectiblemente vamos encaminándonos hacia el mes de junio y con él al fin de todos los cursos habidos y por haber, también el cofrade. Se avecina un mes cargado de cultos internos y externos, variada programación en torno al Corpus cuyo colofón será la procesión de Su Divina Majestad por las calles de La Isla. Después para finalizar curso y también etapa elecciones en el Consejo de Hermandades y poco más.

En el mes de junio pondré fin a mis semanales artículos en Información hasta pasado el verano que volveré con ideas más frescas a pulsar la actualidad que tanto me gusta porque pienso que es una pena el no utilizar esta tribuna fija en este histórico medio de comunicación de San Fernando en el apartado que dirige y coordina mi buen hermano Pepe Moreno Fraile para escribir sobre lo que pasa aquí y ahora, de las situaciones así como personas que nos rodean y que pueden ofrecer por sí solas ese testimonio que haga que las conozcamos mejor. Pero bueno, todo eso tendrá que llegar.

Pero no, quería terminar este primaveral mayo hablando de un cofrade de los que llevan toda la vida en esto, que ha ocupado, sigue haciéndolo, responsabilidades habiendo ejercido el máximo cargo en su Hermandad. Un cofrade que aun gozando de la madurez de la vida es el prototipo de los de antes, de los que se dedican a este precioso apostolado al que sirve desde esa posición, de los que gustan hacer sin exponerse demasiado a los focos de ese exacerbado protagonismo que tiene que ser muy atrayente cuando son muchos los que se dejan achicharrar por él.

Manuel F. Lobato Lozano es ese tipo de cofrade de siempre, de los de toda la vida, de los ajenos a los intereses políticos que tan malas consecuencias nos han traído a las Hermandades y Cofradías. Sí, Manolo es de esos cofrades de pila bautismal, de juramente de reglas, de estación penitencial pero no de “argumentarios” políticamente correctos, de “influencias” que siempre son malas consejeras. Es un servidor de la Iglesia así como de España toda vez que luce uniforme de marino de guerra que más que profesión es una auténtica vocación.

Manolo Lobato al ser un cofrade de “vieja escuela” no lo verás en grupos de presión, círculos cerrados o los ambivalentes lobbys que hoy circulan por todas partes pues él tan solo es un cofrade de pura cepa, un hermano que vive, siente y trabaja por el apostolado por el que es capaz de entregar su propia vida que es lo mismo que decir por nuestra Madre Iglesia de las que las Hermandades y Cofradías forman parte. Los avatares de la vida hacen que este buen cristiano-cofrade enfoque su existencia por medio de la Eucaristía y no en los modismos que atentan al fundamento cristiano como puede ser eso que está tan de moda como es el New Age y todo lo que está en esa perniciosa órbita.

Ha sido hermano Mayor de la Hermandad Sacramental de Misericordia a cuya junta sigue perteneciendo, ha ejercido responsabilidades hace ya algunos años en el Consejo de Local de Cofradías, Presidente de las Hermandades de Misericordia de Andalucía. Es un hombre acostumbrado a ostentar altas responsabilidades sin dejar que esto se le suba a la cabeza pues lo que hace es servir a la Iglesia en el modo y manera que esta quiera ser servida.

Somos los dos hermanos en la Misericordia y Piedad de Cristo y debo decir que siempre que nos hemos visto o hablado ha quedado sobre la mesa ese profundo respeto pues sabemos que los dos estamos en la misma nave, en el mismo barco, en el mismo apostolado que es hacer llegar a Jesús a todos los lugares sin excepción.

La actualidad manda y en estos días salen a la luz quienes son los candidatos a presidir el órgano gestor y coordinador de las Hermandades de San Fernando y veo que uno de ellos en mi buen hermano Manolo Lobato y os puedo decir que en ningún momento he  pensado el posponer e incluso suprimir este artículo por tal circunstancia porque si así lo hiciera estaría conculcando mis propios principios y además es bueno que muchos conozcan el perfil y la labor de tan buen cofrade, de esos que han bebido en las fuentes antiguas, de los que han defendido que las hermandades y cofradías tienen que estar ajenas a todo interés que no tenga que ver con su misión, su apostolado.

Sí, pienso que es bueno que se conozca Manuel F. Lobato Lozano, hermano en la fe, al que deseo todo lo mejor hoy y siempre.

Con mi admiración,

Jesús Rodríguez Arias

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