viernes, 7 de abril de 2017

* SER ANTICATÓLICO.


Mostrando IMG-20170222-WA0011.jpgHoy Viernes de Dolores quiero compartir con vosotros el artículo que ha publicado el Boletín de mi querida Hermandad Sacramental de Misericordia de San Fernando y que lleva por título: "Ser anticatólico".

Agradecer muy de veras a la Junta de Gobierno de esta Hermandad isleña a la que pertenezco hace ya 31 años la confianza depositada en mi persona por segundo año consecutivo. Debo reconocer que para mí supone un honor el colaborar de esta forma con la misma.

Además, lo que son las cosas de Dios, este año he tenido el inmenso orgullo de compartir artículo con mi querido y siempre admirado Enrique Montiel Sánchez que también ha publicado uno de sus inmejorables artículos en este tradicional Boletín que cada Cuaresma edita la Hermandad Sacramental de Misericordia.

Gracias por publicar este artículo donde se llaman las cosas por su nombre, por ser valientes en un mundo donde prima la cobardía, por ser testigos de Jesús ante tanto fariseismo hipócrita como nos rodea.

Jesús Rodríguez Arias 








SER ANTICATÓLICO 


Mostrando IMG-20170222-WA0009.jpg


Ser anticatólico hoy en día es un vestido en el que muchos caben donde se encuentran tan cómodos y además con el visto bueno de una parte de la sociedad que no es que no comparta la misma religión sino que ha sido educada en todo lo contrario. Se puede ser cristiano pero eso de católico amigo mío es otro cantar. A la Iglesia hay que atacarla ya sea desde dentro o por fuera según una línea que fue fijada hace mucho y cuyo itinerario se cumple a rajatabla.

Intento diferenciar al anticatólico del agnóstico pues el primero tiene una obsesión enfermiza contra todo lo que huela a Dios así como a la Madre Iglesia a la cual quiere perseguir de la manera que sea hasta hacerla desaparecer del espacio público que no olvidemos es de todos y por tanto también de los católicos. No sé cuántas veces he escuchado a propios y extraños eso de que tenemos que vivir nuestra fe dentro de las sacristías. El anticatólico persigue con sus hechos y actuaciones el borrar de nuestra propia historia las raíces cristianas que fundamentaron a Europa.

El cuestionamiento de la Navidad, de la Semana Santa y de todas las celebraciones religiosas que tanto fervor devocional generan es la primera piedra de arranque para crear la duda sobre la idoneidad de su celebración.

Nos movemos en unos momentos históricos muy singulares y también significativos como corresponde a toda etapa que sigue a una grave crisis que no solo ha sido económica sino de valores y creencias así como de modelo de sociedad. Esto ha quedado muy bien reflejado en el libro de mi querido y siempre admirado José Manuel Otero Novas titulado “El retorno de los césares” el cual recomiendo porque podremos entender mucho de lo que a día de hoy estamos viviendo.

Expongo algunos ejemplos que seguro os serán conocidos. ¿Cuántos tenemos amigos que se dicen ateos que critican todo lo que la Iglesia hace, que dicen bien a las claras que toda la culpa es del Señor y manifiestan eso de que “no creo en Dios pero si en el Papa Francisco”?

Este es un arma muy destructiva que utilizan los anticatólicos pues hacen uso de la figura del Santo Padre para atacar sin medida a la Iglesia, a cuantos la conformamos y por tanto a Dios. Este argumento es bien acogido por “propios y extraños” que no analizan la maldad que lleva implícita tal aseveración.

¿Existen anticatólicos en la Iglesia? ¡Por supuesto! ¿Y en las Hermandades y Cofradías? ¡También!

Eso se ve bien a las claras gracias a las redes sociales pues son muchos los que se “parten la camisa” por su cofradía, son grandes conocedores del mundo que rodea a este apostolado pudiendo incluso exaltar lo que se disponga pero que no solo no se sienten Iglesia sino que la atacan abiertamente en el medio público desdiciendo con su testimonio todo gesto y palabras dichos con anterioridad.

Este es un hecho que se está produciendo en el seno de muchas hermandades y que se debería atajar ejerciendo en alguna manera la tan manoseada corrección fraterna pues las Hermandades y Cofradías son parte de la Madre Iglesia y si se critica a la segunda se desprecia y de qué manera a las primeras.

El ámbito público en el que nos tenemos que mover no solo abarca la calle sino las redes sociales o cualquier lugar donde confluyan un intercambio de mensajes a modo de conversación. Estamos obligados a defender nuestra Fe, a evangelizar, a ser valientes y dar la cara por quién la dio por todos nosotros: ¡Jesús!

Porque si no, si no damos un testimonio creíble de nuestras creencias, si no defendemos a nuestra Madre la Iglesia de la cuales somos miembros desde el mismo momento de nuestro bautismo, si miramos para otro lado cada vez que los anticatólicos y quienes los dirigen intentan emponzoñar la fecunda fuente que alimenta nuestra fe, si lo consentimos todo no servirá para nada el revestirse cada Jueves Santo con nuestra túnica ni mirar a los ojos a Cristo que con la cruz a cuesta va entregando Misericordia y Piedad a cada pisada mientras nosotros le damos traicioneras puñaladas como los besos del mismo Judas.

Un año más agradezco a nuestra querida Hermandad Sacramental de Misericordia por la confianza que ha depositado en mí para que escribiera un nuevo artículo para nuestro boletín de Cuaresma. Es un honor y también un privilegio.

Recibid un fraternal abrazo,

Jesús Rodríguez Arias


Mostrando IMG-20170222-WA0010.jpg

No hay comentarios:

Publicar un comentario