Eran las tres de la tarde cuando el milagro se cumplía allá por dónde los grandes acontecimientos, los milagro y los momentos extraordinarios, nos son moneda de cambio diario.
Tuvo que venir una cofradía para darle rumbo y personalidad a la zona de 'Villa del Este', como es conocida la nueva zona habitada allá por los exteriores de la ciudad. La cofradía de Pasión se incorporaba este año a la jornada del Domingo de Ramos. Un día para soñar y una cofradía para disfrutar. Una hermandad que cumple un viejo sueño originado cuando aquellos muchachos de La Granja soñaban con 'pasitos' cuando llegaba la jornada del Viernes de Dolores y La Granja no tenía referentes cofrades a los que agarrarse.
UN ABRAZO ENTRE LOS DOS NAZARENOS QUE PIDIERON LA VENIA EN ALADRO SELLÓ EL GRAN MOMENTO
Pero los milagros existen. No exentos de trabajo, disciplina, abnegación, sufrimiento y también, cómo no, con momentos de felicidad. Como la que sintieron estos hermanos de túnica morada y capa negra.
Quedaban muchas horas por delante cuando la cruz de guía abrió paso desde la capilla de Santa Ángela de la Cruz. Dar paso a todo el callejero recorrido daría para completar el resto de esta crónica.
Pero no fueron las calles sino la forma de andarlas. La emoción de sus cofrades. La tarde ciertamente calurosa que propició que el agua no cesara entre los tramos de nazarenos. Los magníficos sones de la banda 'Elevación' de Ciudad Real. Y todas las miradas puestas en el gran momento. El minuto y hora, que fue a la siete de la tarde, prefijado en el sueño de estos cofrades para que el diputado de cruz, junto con el diputado mayor de gobierno, pidiera la venia en el palquillo de toma de hora de Aladro y el milagro se hiciera realidad. Un abrazo de ilusión entre ambos nazarenos y el aplauso de todos los jerezanos que ocupaban sus palcos. Una ovación que volvió a hacerse patente cuando el paso de misterio llega a la zona del palquillo y los cofrades congregados agradecían a la hermandad de Pasión el esfuerzo casi titánico que llevaron a cabo para llegar a este Jerez del centro en el que, por unas horas, se sintieron como dueños o conquistadores.
Señor de Pasión iba más esplendoroso que nunca. Estrenando una túnica preciosa morada con motivos dorados que adornaba, aún más si cabe, su bella serenidad. Y dos nuevas figuras de Dubé Hergudo que van completando el momento en el que Pedro niega a Jesús. Esas tres negaciones que hicieron que el gallo cantara y que el apóstol tomara conciencia de fragilidad de su fe.
Transcurrió la cofradía por la carrera oficial hasta llegar a la Santa Iglesia Catedral. Regustándose en cada minuto porque el milagro ya se había cumplido.
Es posible que todo un pueblo, allá por 'Villa del Este', donde los milagros no son muy comunes, llegué a hasta la ciudad a conquistarla de amor por su Cristo. Y una vez más, lo tuvo que hacer una cofradía…
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