URUGUAY CIERRA EL AÑO DE LA FE A LOS PIES DE SU PATRONA.

Esteban Pittaro

Unos 3000 uruguayos desafiaron el mal tiempo y se congregaron en el Santuario de la Virgen de los Treinta y Tres para homenajear a su patrona. La ceremonia clausuró el año de la Fe en Uruguay. El pleno del episcopado uruguayo, que durante la semana tuvo su Asamblea Plenaria, estuvo presente y concelebró con un centenar de sacerdotes. Las inclemencias climáticas obligaron a realizar la ceremonia dentro del templo, y no afuera, como es tradición en Florida.

Presidió la celebración el primado uruguayo, Arzobispo de Montevideo, monseñor Nicolás Cotugno, quien, evocando una reflexión del Papa Francisco, destacó que “la fe de María da carne humana a Jesús”. “Creer en Jesús es ofrecerle nuestra carne para que, con la humildad y el valor de María, Él pueda seguir habitando en medio de los hombres. Significa ofrecerle nuestras manos para acariciar a los pequeños y pobres; ofrecerle nuestros pies para salir al encuentro de los hermanos; ofrecerle nuestros brazos para sostener a quien es débil para trabajar en la Viña del Señor; ofrecerle nuestra mente para pensar y hacer proyectos a la luz del Evangelio y, sobre todo, significa ofrecerle nuestro corazón para armar y tomar decisiones según la voluntad de Dios”, comentó.

Y con respecto al Año de la Fe, expresó que “termina pero nuestra peregrinación en la fe continúa con la realidad tan profunda y hermosa, cierta y entusiasmante (…)  de que, porque Jesús ascendió al cielo, viene constantemente a nosotros: está con nosotros; en nosotros; y se queda con nosotros caminando”.

Si bien el mal tiempo complicó la celebración, e incluso hubo que cancelar la procesión, dentro del salón diocesano y del templo hubo actividades como el rezo del Santo Rosario y la súplica a la Virgen de los Treinta y Tres. Cuenta la historia que ante esta imagen, cuya talla data del siglo XVIII y fue realizada por los guaraníes en las misiones jesuíticas, oraron espontáneamente los treinta y tres próceres de la patria que en 1825 emprendieron la Cruzada Libertadora que logró recuperar al país del dominio brasileño.