miércoles, 27 de noviembre de 2013

* EN LA PRÓXIMA NAVIDAD.

Noviembre se va acabando, sus días caen como las postreras hojas macilentas de los árboles en otoño y pronto quedará para nuestra particular memoria lo que es el mes de los recuerdos. 

Se avecina el último mes del año que parece no querer abandonarnos sin armar un poco de "lío". Es diciembre un mes lleno de colorido, las luces que nos anuncian la Navidad más comercial, hacen de nuestras calles puntitos de color si lo observamos desde lo alto. 

El mes que estamos despidiendo, por esta parte del mundo, hace frío y no hay mucho transitar por las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades, todo lo contrario a diciembre que todo estará lleno de personas que quieren romper la monotonía, la tristeza que nos han querido instaurar desde las "altas esferas", sonaran canciones navideñas y algún que otro villancico porque, en las grandes ciudades, se prima lo primero sobre lo segundo. Las canciones navideñas no comprometen a nada y son puro reclamo mercantilista y los villancicos son canciones con un mensaje y un único fin: El Nacimiento de Niño Jesús.

Diría que hasta el frío es diferente. Ahora es recio, duro y dentro de unos días: Soportable e incluso sano para nuestras angustiadas almas. Es verdad que todos necesitamos algo de alegría que haga más soportable nuestro particular día a día.

Ahora bien, me pregunto: Siendo diciembre un mes que invita a la felicidad, ¿Somos todos felices?

La respuesta segura y rotunda es: ¡¡NO!!

Es diciembre y la Navidad impuesta por los grandes almacenes y el consumismo un mes donde se hacen más rotunda las desigualdades, es cuando más se nota donde no hay y cuanto tiene cada uno. 

Todos quieren ofrecer a sus familias lo mejor para la cena de Nochebuena o el almuerzo de Navidad y no pueden porque no tienen ningún recurso o estos son tan limitados que no hay dinero para nada, todos quieren escribir las mejores cartas a los Reyes Magos para sus hijos y no tienen ni para comprar el sobre en el que queden depositados esos anhelantes deseos. Sí, mis queridos amigos, es también diciembre un mes donde se ve y se nota las injusticias de los que, a su antojo, gobiernan el mundo.

Por eso y en honor del que va a Nacer, sin el cual la Navidad y todo lo que conlleva nada tiene sentido, tenemos que ponernos todos a una para doblarnos y desdoblarnos en caridad, en solidaridad, en hacer felices a los demás por medio de darnos y dar, no de lo que no necesitemos porque eso lo hace cualquiera, sino de lo que no tenemos. 

Debe ser la Navidad una Celebración donde todos compartamos, donde nadie se sienta excluido, donde en todas las mesas haya algún manjar y donde todos los niños tengan su regalo pues la carta le ha llegado a los Magos de Oriente.

A lo mejor hay que quitarse de algún "almuerzo o cena de Navidad", de algún antojo innecesario, de celebrar sin sentido ni razón, a lo mejor en nuestras mesas no tiene porque haber más de lo que tiene que haber y nuestros hijos pueden recibir un regalo menos porque ese tiene otro destinatario mejor.

Que los desiguales no seamos nosotros, que las injusticias no caigan siempre de este mismo lado, que no miremos siempre en otra dirección como diciendo que esto no va conmigo, que las luces que nos alumbran y nos acercan a la Venida del Hijo de Dios hecho Niño nos haga pensar en esos otros que están en el seno de la madre y, por las circunstancias que sean, están pensando en abortar. A ti, mujer embarazada te lo digo, si María que era una joven se hubiera asustado y hubiera abortado no habría nacido Jesús, el Hijo del Dios hecho Hombre, que vino al mundo para salvarnos por y para siempre. ¿Te imaginas la historia del mundo sin Jesús? Pues lo mismo con el niño que tienes en tus entrañas. ¿Te imaginas que será del mundo sin tu hijo?

Apoyemos todas las iniciativas caritativas, solidarias, de apoyo a la vida, de que ningún niño se quede sin juguete, ejerzamos la caridad cristiana, que es la más solidaria de todas, y seamos hombres y mujeres dignos de llamarnos hijos de Dios pues también lo somos.

Recibid, mis queridos hermanos, un fuerte abrazo y que Dios os bendiga.

Jesús Rodríguez Arias

4 comentarios:

  1. Gracias a Dios, Cristo nos enseñó, naciendo en un pesebre, que es posible encontrar dignidad en la pobreza. Hasta lo Magos de oriente llegaron a adorar a esa Criatura... que milagro!!! Buenas noches Jesús :D

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  2. Navidad es un tiempo para reflexionar y que esa reflexión dure todo el año, hasta la próxima festividad navideña.

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