Patricia Navas González
Libros de texto, comedor, uniformes, material escolar, colonias, cuotas de la asociación de padres y otros extras; quien tiene un hijo conoce bien lo cara que resulta la escolarización tal y como está planteada hoy en España; quien tiene varios, más que conocerlo suele sufrirlo.
Sin embargo, las Administraciones han decidido recortar por ahí, en educación además de en sanidad, parte de sus gastos, con lo que se ha sobrecargado el papel protector de la familia, y se ha agravado la desprotección social de los más vulnerables.
Muchos sólo pueden acudir ya a la asistencia de organizaciones privadas. En Caritas española, por ejemplo, este curso se ha multiplicado la demanda de ayuda, como indica el último Informe del Observatorio de la Realidad Social, presentado el pasado mes de octubre.
Para responder a esta necesidad creciente, entre el 2011 y el 2012 la organización eclesial ha duplicado el número y la cuantía invertida en ayudas económicas en educación, llegando a invertir más de millón y medio de euros en más de 26.000 ayudas económicas directas por el concepto de educación.
El estudio advierte que el cambio en la financiación del sistema educativo conlleva el acceso restringido a becas para estudios, por la reducción del número de ayudas -para libros, comedor, transporte-, la disminución de su cuantía y el endurecimiento de las condiciones de acceso.
También provoca el aumento del gasto en educación y la falta de atención a necesidades educativas especiales (al apoyo en adaptaciones curriculares y al desarrollo de la crucial relación entre tutores y familias en la comunidad educativa).
Finalmente, como consecuencia de estos recortes especialmente vergonzosa para los niños -que además contribuye al absentismo, el fracaso escolar y el abandono-, aumentan las situaciones de desigualdad: algunos alumnos carecen del material básico o de recursos económicos para acceder a las actividades extraescolares.
Para afrontar estas realidades, Caritas está proporcionando ayudas económicas directas para los gastos de escolarización: becas para libros, ayudas para comprar material escolar, …
También están aumentando sus proyectos de refuerzo educativo, con nuevos voluntarios, más grupos e implantación en ciudades y pueblos donde antes no existía este servicio, en muchos casos porque lo proporcionaban las Administraciones.
El servicio de refuerzo escolar permite que niños con especiales necesidades económicas y sociales reciban ayuda para hacer sus deberes del colegio, pero sobre todo un acompañamiento social y con valores, con refuerzo y seguimiento en hábitos y normas, tiempo libre supervisado y dirigido y una relación con las familias.
En algunos casos, las sesiones, de una o varias horas en las tardes de los días laborales, se complementan con actividades durante el verano y con excursiones.
Los profesores de los colegios suelen constatar cómo mejoran los resultados académicos y la motivación de los niños que participan en estos servicios de refuerzo escolar.
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