"Misericordia quiero y no sacrificios" nos dice Jesús.
En estos días de inquietud, de miedo, de preocupación, de desgarro por todos los asesinos que están saliendo a la calle tras la derogación de la "Doctrina Parot" me viene a la mente esta frase de Nuestro Señor Jesucristo.
¿Quién ha tenido misericordia con las víctimas que han muerto a manos de estos asesinos? ¿Y con sus familias que presencia con estupor esta injusticia tan colosal? ¿Quién tiene misericordia con quién?
Hemos visto con sorpresa y estupefactos cómo sanguinarios terroristas abandonaban las cárceles sin un atisbo de arrepentimiento y protegidos por la Policía a la cual han asesinado a sangre fría a muchos de sus miembros. Son muchas las familias desgajadas por culpa de este fanatismo asqueroso y pueril de estos monstruos. Hemos presenciado la salida de muchos asesinos en serie, violadores, pedófilos asesinos que ya están en la calle para temor del común de los españoles y para dolor de los padres y familias de sus víctimas mortales, hemos presenciado, con nuestros ojos, como un Gobierno y la Justicia no han hecho nada de nada para parar tamaña afrenta que asesina poco a poco a la Sociedad.
Parece, y es un hecho tangible, que el malo es el ganador de esta carrera y que la gente honrada se tiene que quedar en sus casas desasistidas y atemorizada. ¡España es España y siempre será igual!
No me puedo poner en su piel pues no tengo hijos aunque, en mi interior, pienso, ¿Sería capaz de perdonar a los asesinos de mi hijo o de mi hija a manos de estos crápulas asesinos? Sinceramente, no lo sé.
Por eso me admiro la capacidad de perdonar, de mirar hacia el frente sin perder la vista atrás de tantas víctimas del terrorismo o de infames asesinatos que han perdido a sus seres queridos y han sabido recomponer sus vidas dotándolas de una grandeza que solo puede dar Dios.
Conozco a muchas de ellas y siempre me han dado ejemplo de lo que es perdón, vivir sin rencor para poder vivir, aunque sin olvidar lo que ha sucedido por respeto a la memoria de sus fallecidos y del dolor que ha causado su injusta muerte.
¿Qué tiene que suceder para que estos políticos mojigatos que nos gobiernan pongan pie en pared y defiendan con uñas y dientes los intereses de las víctimas del terrorismo y de cruentos asesinatos? No olvide, Sr. Rajoy y compañía que hoy por hoy víctimas somos todos pues todos estamos amenazados porque lo más putrefacto de esta enferma Sociedad está en las calles y plazas. ¿Cuál es la solución ante estas excarcelaciones? Tener a la policía vigilando a estos crápulas asesinos. ¡Éramos pocos y parió la abuela! ¿Cuánto le pagamos a esas mentes preclaras que nos gobiernan?
Ante tantos sacrificios que se le han sometido a todas las víctimas antes con la muerte de su ser querido y ahora con la puesta en libertad de sus miserables asesinos, ante tanto deshonor y desvergüenza, solo me queda pedir a nuestros gobernantes que tengan algo de misericordia con ellas, que no se quede todo en someras intenciones y palabras vacías, que hagan lo que tengan que hacer para restituir el honor, que no el dolor porque ese es permanente, de los que fueron asesinados y de sus familiares y amigos.
A vosotros, honorables víctimas que estáis llena de dolor y escarnio, os doy las gracias por vuestro ejemplar comportamiento, por transmitirnos que se puede vivir en paz, perdonando y sin rencor a pesar de lo vivido, porque sois un ejemplo en todos los sentidos.
¡Cuando todo se pierde solo queda Dios!
Él y no otro ni otros puede ofrecer misericordia a los sacrificados, Él solamente puede ofrecer Amor y Perdón ante tanto dolor e injusticia y Él solamente es el Juez Justo que anhelamos y necesitamos.
A los asesinos, ya sean terroristas o crápulas y violadores sanguinarios, solo pido que Dios les perdona porque yo, al día de hoy, la verdad es que no puedo.
Recibid, mis queridos hermanos, un fuerte abrazo y que Dios os bendiga.
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