Debo dar las gracias a Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo por hacerme partícipe de esta iniciativa y que publico en el blog para extender esta interesante información que puede servir de estímulo y ayuda a muchos.
En España hacen falta políticas que apuesten por la Familia y con estas propuestas se pueden avanzar en este importante tema.
Gracias Juan Luis, Recibe un fuerte abrazo en Jesús Sacramentado,
Jesús Rodríguez Arias
Que el número de hijos cuente para el cálculo de las pensiones
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El sistema de bienestar en España, incluidas las pensiones, depende del reemplazo de las generaciones: los que ahora están en el mercado de trabajo pagan a los que son clases pasivas con la esperanza de que cuando les toque a ellos jubilarse, los que estén cotizando entonces les paguen a ellos. El problema es que España lleva más de 30 años con una fecundidad por debajo de la necesaria para garantizar el reemplazo generacional, y cada vez hay más jubilados (que vivirán más años y, por tanto, cobrarán más pensión) y menos cotizantes para aportar.
La pirámide de población se está invirtiendo cada vez más y, para poder mantener el sistema, el Gobierno quiere reducir la cuantía de las pensiones y promover planes complementarios privados. Esta opción es poco viable para las familias con más hijos, que por dedicar durante muchos años todos sus recursos a la crianza y educación de éstos, tienen una menor capacidad de ahorro.
En un país en el que la natalidad desciende por cuarto año consecutivo y el envejecimiento de la población es cada vez mayor, resulta muy injusto que las familias con hijos, las que están aportando el principal capital para mantener el sistema, se enfrenten a la jubilación sin la adecuada protección social y económica. España tiene un índice de fertilidad de 1,32 hijos por mujer, muy por debajo de los 2,1 hijos necesarios para garantizar la reposición natural de la población; de ahí el valor de las familias numerosas, que consiguen equilibrar la pirámide de población con una media 3,3 hijos.
Las familias con más hijos hacen una aportación solidaria al conjunto de la sociedad, una aportación en forma de capital humano de la que en el futuro se beneficiarán todos los ciudadanos. Como en España no hay una prestación universal por hijos, como existe en otros países de Europa, ni políticas de apoyo a las familias con hijos, pedimos que en la reforma de las pensiones se compense a las familias con hijos el coste de estos. Esta compensación debe hacerse de dos maneras: teniendo más pensión según el número de hijos que se hayan tenido; y haciendo que el tiempo dedicado al cuidado de los hijos cuente como tiempo cotizado, también en el caso de quienes se hayan dedicado exclusivamente a esta labor fundamental (hasta un límite de 3 años por hijo, cuando empieza la escolarización).
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