domingo, 30 de junio de 2013

PÉREZ ABELLÁN: "LA MASONERÍA PUEDE ARROJAR LUZ EN EL ASESINATO DE PRIM".

Política | La Gaceta

  • Compartir en Delicious
  • Pérez Abellán: 'La masonería puede arrojar luz en el asesinato de Prim”'
    PRESIDENTE DE LA COMISIÓN PRIM

    4 COMENTARIOS GONZALO ALTOZANO
    Francisco Pérez Abellán trata de esclarecer el asesinato, hace 143 años, del General Prim.
    Ante el bicentenario del nacimiento del general Prim y 143 años después de su asesinato, la Comisión Prim, un equipo de investigadores liderados por Pérez Abellán, se congratula de haber llevado a buen término el esclarecimiento del misterio que supuso el magnicidio.
  • Con gran economía de recursos -“se ha tratado de una investigación de bocadillo de chorizo y pensión”- profesores y alumnos de la Camilo José Cela y otras universidades han estudiado los miles de folios del sumario 306/1870, reconstruido la escena del crimen en el Museo del Ejército de Toledo, y exhumado la momia del general, llegando a sorprendentes descubrimientos. Es intención de Pérez Abellán que el Rey reciba en audiendia a la Comisión Prim para poder hacerle partícipe de la noticia de que ni la dinastía borbónica legítima de su tatarabuelo, Alfonso XII, ni sus partidarios, tuvieron nada que ver con el magnicidio.
    -Las conclusiones de la Comisión Prim son cuando menos novedosas.
    -Y al mismo tiempo complementarias de investigaciones históricas anteriores, lo que significa que las herramientas de investigación de hoy forman un continuo, sin interrupción, con las de ayer. 
    -Rubio, Pere Angera, Rueda Vicente, Bertrand Olivar, José María Fontana... 
    -Los hallazgos y aportaciones de la Comisión están en línea con la de estos autores. Todos señalas como autores intelectuales del magnicidio al duque de Montpensier y -todos menos Rubio- al general Serrano, el mismo que tiene una calle en Madrid.

    -Tampoco salen bien parados en la investigación el entonces ministro de la Gobernación, Práxedes Mateo Sagasta, y el gobernador de Madrid, Ignacio Rojo Arias. 
    -Los dos sabían que a Prim habían intentado matarlo dos veces y que se preparaba un tercer atentado, el que acabaría con su vida.

    -¿Tomaron medida alguna de protección?
    -Ninguna. El día del atentado, la policía dejó sin vigilancia el trayecto habitual que recorría Prim entre el Congreso y el Palacio de Buenavista. Es más, el policía de la zona, el inspector Valencia, ajeno en todo momento a su obligación de vigilancia, informó a las diez de la noche (¡casi tres horas después del magnicidio!) de que en su distrito no había habido novedad.

    -¿Fue un crimen de encargo?
    -Fueron contratados casi todos los asesinos a sueldo disponibles en la España de aquel tiempo, a los que se les ofrecía, además de la garantía de la fuga, una cantidad diaria de diez pesetas y un premio de cinco mil duros.

    -Un dineral. 
    -Estamos ante uno de los crímenes más caros de la Historia, fruto de una fortuna sin fondo, como la de Antonio de Orleans, duque de Montpensier, a quien el sumario señala como presunto financiador de los atentados contra Prim.

    -La prueba fundamental contra Montpensier fue una tarjeta cortada en forma triangular, en dos mitades, de indudable regusto masónico. 
    -Era la manera en que los asesinos se comunicaban con los autores intelectuales. El magnicidio, que buscaba la conquista del poder, no puede atribuirse a una conjura masónica, aunque las fuentes masónicas pueden arrojar mucha luz sobre lo sucedido. La filiación masónica de los implicados consta en la relación de la Asamblea del Gran Oriente Español de 1915. Con todo, el crimen produjo un enfrentamiento entre masones.

    -¿Prim lo era?
    -Y grado 33. El día del atentado se organizó una cena en la fonda Las Cuatro Estaciones de la calle Arenal para celebrar el San Juan de Invierno, uno de los días clave del calendario masónico.

    -Si hubiera ido a la cena...
    -Lo habrían matado igual. Una partida de mercenarios con trabucos lo esperaba en la calle Cedaceros. Y lo mismo otro en la calle Barquillo. Y otro en la calle del Turco. Es decir, un dispositivo criminal por cada itinerario que el general pudiera seguir.

    -El Gobierno de crisis informó de que el general Prim había recibido heridas leves y se recuperaba sin complicaciones. 
    -Lo cual era una falsedad dirigida a ganar tiempo para controlar la situación. Las heridas de bala, según el examen del cuerpo embalsamado, fueron de gravedad. Sin ninguna duda.

    -Pero no alcanzaron ningún órgano vital. 
    -Los impactos del hombro izquierdo resultarían “mortal tu plurimum”, esto es mortal de necesidad.

    -En su estudio de 1960 el abogado Pedrol Rius negó este extremo. 
    -De forma errónea y acientífica.

    -¿Qué otras cosas evidencia el examen del cadáver?
    -Lesiones en la mano derecha que no figuran en la documentación oficial e histórica y ausencia de otras en el codo izquierdo que sí se describen en dicha documentación.

    -El sumario habla de un “informe de autopsia”.
    -A la luz del examen de los restos se ha comprobado que no se realizó autopsia alguna ni acción que merezca ese nombre por lo que el dictamen de la muerte no pudo ser exacto ni científico. La autopsia incluye necesariamente apertura de cavidades que del estudio del cadaver momificado se infiere que no se realizaron.

    -Uno de los grandes hallazgos de la Comisión Prim: la posibilidad de una estrangulación a lazo. 
    -Lo cual encaja en la impaciencia de los asesinos que recibieron la noticia de los médicos militares de que Prim no había sido herido en ningún punto vital, con lo que existía una posibilidad de mejoría, hecho este que pudo precipitar la decisión de rematarlo. A los asesinos les asustaba tanto la fortaleza física del general para recuperarse de las más graves heridas como su fortuna para salir indemne de las peores batallas.

    -¿Y no puede ser que los surcos observados en el cuello fueran provocados después de la muerte?
    -Las marcas sospechosas de estrangulación han sido investigadas por nuestros expertos en criminalística y nuestros forenses hasta descartar procedimientos de embalsamiento y artefactos capaces de producirlas postmortem.

    -Vistas las conclusiones de la autopsia, vamos con las criminalísticas. 
    -Comprobamos que el coche berlina de Prim sufrió un ataque combinado o emboscada desde puntos diferentes, derecha e izquierda, por lo que se aprecian impactos por ambos lados del carruaje.

    -En la parte izquierda...
    -...donde al parecer se encontraba el general, se observan cuatro agujeros que pudieran corresponder a un solo disparo, con arma cargada con proyectil múltiple.

    -Y en la derecha...
    -... se aprecian dos impactos relativamente cercanos de un arma cargada con más de un proyectil. Igualmente se observan otros tres agujeros de diferentes diámetros, lo que lleva a pensar en la existencia de al menos tres armas.

    -Muestras de sangre. 
    -Al someter a examen forense el interior del coche, se observan en varios puntos restos de una sustancia que pudiera serlo. Dichas muestras se encuentran próximas a la puerta del lado izquierdo.

    -¿Qué arma se empleó en el disparo de mayor interés?
    -Pudo ser cualquiera de las utilizadas en la época: trabuco, trabuquete o retaco. No eran armas de dotación militar, sino empleadas por delincuentes y asaltantes de caminos. A corta distancia, eran letales.

    -Dada la disposición de los impactos en el carruaje, ¿se puede apuntar que intervinieron varias armas de las llamadas de avancarga por los dos lados?
    -Se puede afirmar, sí.

    -La Comisión Prim analizó una levita y levitón que al parecer llevaba puestos el general. 
    -Una vez observados se pudo comprobar que presentan nueve orificios de entrada sin salida en la parte superior izquierda (a la altura del hombro). Por otro lado presentan un deterioro considerable a la altura del codo del mismo brazo, que pudiera corresponderse con otro impacto.

    -¿De cuántas armas hablamos?
    -Por el número de impactos, y puesto que en la época solamente se podía realizar un disparo, y luego había que volver a cargar el arma, siendo esta tarea laboriosa, se puede manejar la hipótesis de entre cinco y siete armas.

    -Proceso judicial. ¿Se cometieron irregularidades?
    -No solo eso, sino que algunos jueces fueron presionados por el poder político dificultándoles la instrucción.

    -Hasta el punto de que al primer juez instructor no se le permitió ver al general Prim después del atentado.
    -Cuando éste se encontraba, según la versión oficial, herido.

    -De no ser por la intrusión del poder político...
    -... se podría haber juzgado e incluso condenado a los sospechosos.

    -¿Se arrugaron los jueces ante las presiones?
    -La mayoría mantuvo una línea digna y profesional, lo mismo que el fiscal, Joaquín Vellando, quien se atrevió a promover el procesamiento del duque de Montpensier, candidato al trono de España.

    -En casi siglo y medio han sido muy pocos los autores que han consultado el sumario de Prim antes de escribir sobre él.
    -La Comisión Prim lo ha leído de arriba abajo, folio a folio.

    -Hablamos de miles de folios. 
    -La causa llegó a tener 18.000 folios, de los que hoy solo se conserva alrededor de la mitad. El resto ha sido mutilado, borrado y expoliado. De los 81 libros encuadernados que lo componen falta el tomo 42, quizás el más importante.

    -¿Puede hablarse de un boicot al sumario?
    -El asalto al sumario empezó poco después de que el abogado Pedro Rius alertara de que aquello seguía siendo una bomba política. Hoy el sumario está barajado y desordenado hasta el punto de que el tomo I empieza en el folio 822 y el folio 1 esta en el tomo 77, suponemos que con el fin de desanimar la investigación.

    -Al final el caso se cerró en falso. 
    -Y quedaron libres todos los imputados, incluso los convictos confesos.

    -¿El cerrojazo tuvo carácter político? 
    -Como todo en este proceso. Tenga en cuenta que Alfonso XII, tras la Restauración borbónica, decide casarse con su prima María de las Mercedes, precisamente hija de Antonio de Orleans, duque de Montpensier.

    -Siempre se ha dicho que en el sumario de Prim estaban los nombres de los asesinos y los pagarés con los que les premiaron. ¿Es cierto?
    -La Comisión Prim encontró la lista original con los doce presuntos asesinos de la calle del Turco y valiosas orientaciones de lo bien que les pagaron los asesinos intelectuales. Igualmente el sumario, desde el principio,apunta hacia los poderosos personajes que presuntamente tramaron la conspiración y ordenaron el magnicidio. Y digo “presuntos” porque ya lo serán para siempre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario