lunes, 11 de noviembre de 2013

VERDADES SOBRE EL AMOR HUMANO.

Diario de Cádiz


El obispo de Bilbao, Mario Iceta, abre la XXXV Semana de la Familia con una conferencia en San Felipe
PILAR HERNÁNDEZ MATEO CÁDIZ | ACTUALIZADO 11.11.2013 - 08:27
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Mario Iceta, en el centro, durante su conferencia de ayer, junto al obispo de Cádiz (d) y el padre Óscar González.
"El amor no se basa en un sentimiento sino en la voluntad de entregarse a otra persona". "El amor implica poner la voluntad para construirlo día a día". "El que no está dispuesto a entregarse, a coger la Cruz, no está dispuesto a amar". Estas son algunas de las frases que pronunció ayer el obispo de Bilbao, Mario Iceta Gabicagogeascoa, en la conferencia inaugural de la XXXV Semana de la Familia que se celebró en el Colegio San Felipe Neri. 

El prelado disertó sobre el documento de la Conferencia Episcopal Española La verdad del amor humano, que reconoció que es "denso". Por eso, quiso explicarlo a los presentes y "abrirles el apetito" para que lo lean. 

Este documento ofrece orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar. Pero Mario Iceta se centró en la primera parte. 

Dijo que Dios es amor, que creó al ser humano por amor y se plasma en nosotros como Él es. De tal forma que el amor humano es respuesta al amor de Dios. Así, "el amor viene de Dios y sólo podemos conocer el amor a través de Dios". Y no sólo eso, sino que el hombre y la mujer "estamos llamados a esa vocación fundamental e innata de todo el ser humano que es el amor". 

Mario Iceta quiso diferenciar el enamoramiento del amor. Declaró que el primero es una pasión, que sucede sin buscarlo, causa comportamientos para atraer a otra persona y es algo inestable porque no interviene la voluntad. Mientras que el amor "es lo contrario". Afirmó que el que ama pone la voluntad para entregarse a otra persona, porque "el amor es entrega, implica la voluntad para construirlo día a día y conlleva la Cruz". 

Señaló que el amor y el "misterio nupcial" se pueden vivir tanto en el matrimonio como en la vida consagrada, dos caminos que se complementan entre sí, ya que en el matrimonio se ama a una persona concreta y en la vida consagrada se ama a todo el mundo. "Los dos son expresiones de un único misterio nupcial", sentenció. 

También abordó la diferencia genética, morfológica y psicológica del hombre y la mujer. "Somos distintos con la misma dignidad", afirmó. Habló de la sexualidad como "el acto que especifica el amor conyugal" y "el único amor que entrega y recibe el cuerpo". Y se refirió a las relaciones prematrimoniales como "un signo equívoco" porque no son actos de entrega y de recibir a otra persona, como deberían ser, sino "actos de egoísmo para satisfacer un instinto". 

El obispo de Bilbao concluyó desmintiendo "tópicos falsos" sobre el amor. Así, entre otras cosas, dijo que el amor no es sólo espiritual, sino que conlleva un aspecto corporal; y no es ciego, "hay que conocer a la persona, yo tengo que saber a quién doy mi vida. Otra cosa es aceptar a la otra persona y quererla como es". También manifestó que lo importante no es, como se suele decir, estar enamorados, "sino dispuestos a entregar la vida y recibir la de otro". Y negó que el amor sea espontáneo, porque "hay que cuidarlo, alimentarlo, construirlo". 

En el acto de inauguración de la Semana de la Familia, Mario Iceta estuvo acompañado por el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, y el delegado episcopal para la Familia, Óscar González Esparragosa.

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