lunes, 25 de noviembre de 2013

PARA MEDITAR.

Un cierto afán por ganar dinero, por obtener los recursos que te permitan una vida digna, es legítimo. Pero no permitas que el dinero acabe siendo una fuente de agobio o una preocupación constante. Piensa que el dinero solo da la felicidad cuando se comparte con quien lo necesita más que tú. 

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