miércoles, 20 de noviembre de 2013

PARA MEDITAR.

A veces los problemas no nos afectan solo a nosotros, sino que son generales, globales. La primera tentación, entonces, es pensar que el asunto nos queda grande, que no tenemos atribuciones ni capacidad para dar solución, por ejemplo, a una crisis económica, a una catástrofe natural o al llamado cambio climático. Sin embargo, conviene pensar en que siempre hay algo que se puede hacer, siempre hay pequeños pasos que dar. Quién sabe si tu ejemplo hará que otras personas den también pequeños pasos en la misma dirección, y poco a poco se genere una corriente de solidaridad. 

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