Jaime Septién
El 22 de julio de 2012, en la provincia de Bayamo, al oriente de Cuba, murió en un accidente carretero Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano de Liberación y una de los disidentes más temidos por el régimen cubano de Fidel y Raúl Castro Ruz.
Ese día, Payá iba acompañado de Harold Cepera, quien también falleció, y del dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular español, Ángel Carromero, quien conducía el vehículo que se salió de la carretera y volcó.
Carromero fue condenado a cuatro años de cárcel por homicidio imprudencial por las autoridades cubanas y está terminando de cumplir su condena en Madrid.
El asunto parecía sellado por la sentencia de las autoridades cubanas. Sin embargo, la semana pasada la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo pidió que la Unión Europea (UE) promueva en la ONU “una investigación internacional para esclarecer la muerte” de Payá y Cepera.
Un comité internacional que investigue
De acuerdo con información procedente de Estrasburgo, los grupos políticos en la Eurocámara pactaron una enmienda de compromiso y reclamaron al Servicio Europeo de Acción Exterior y a la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, que "promueva en el marco de Naciones Unidas un comité internacional e independiente de investigación de las circunstancias de la muerte en las que los defensores de los Derechos Humanos y disidentes cubanos" en julio de 2012.
Este hecho fue calificado por la hija de Oswaldo Payá, Rosa María, que estuvo en Estrasburgo para asistir al 25 aniversario del Premio a la Libertad de Conciencia Andrei Sájarov, como "un primer paso", "un punto de partida para que las exigencias tomen cuerpo" y pueda investigarse la muerte de su padre.
La hija de Payá dijo que ella y su familia están "satisfechos y esperanzados" por los pasos que pueda dar la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton.
En este mismo sentido, los eurodiputados han manifestado su "preocupación" además "por la represión continuada de los periodistas independientes y activistas de Derechos Humanos y la supresión de la disidencia política en Cuba" y reclaman "atención a la situación de los presos de conciencia en Cuba que continúan siendo condenados en base a cargos falsos y están en detención preventiva".
Rosa María Payá ha pedido una acción conjunta de la comunidad internacional "para terminar con la impunidad del Gobierno cubano" y que el régimen de Raúl Castro libere a los presos políticos y detenga la violencia contra la oposición, toda vez que esta represión ha crecido de forma "alarmante".
Sin cambios; sin derechos, sin libertad
Por su parte, la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, en una rueda de prensa en Madrid, en la sede del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, celebró la decisión del Parlamento Europeo de abrir una investigación sobre el accidente que acabó con las vidas de Oswaldo Payá y Harold Cepero y por el que fue condenado a prisión Ángel Carromero.
Soler explicó que las Damas de Blanco han pedido a los parlamentarios europeos que establezcan un sistema para proteger en sus países a todas las personas que sean galardonas con el Premio a la Libertad de Conciencia Andrei Sájarov.
Hay que recordar que Oswaldo Payá recibió, en octubre de 2002 el premio Sajarov a los derechos humanos, otorgado por el Parlamento europeo.
En aquel momento realizó una gira por Europa y América donde fue recibido en audiencia por Su Santidad el Papa Juan Pablo II, y por muchos líderes europeos y latinoamericanos, para mostrar la situación de Cuba en ese entonces. Situación que, a decir de la líder de las Damas de Blanco, “no ha cambiado nada” con Raúl Castro.
Al recibir el premio Sájarov, el 17 de diciembre de 2002, Payá dijo que “la causa de los derechos humanos es una sola, como una sola es la humanidad. Si hoy se habla de globalización, anunciamos y denunciamos que si no se globaliza la solidaridad no sólo peligran los derechos humanos sino el derecho a seguir siendo humanos. Sin solidaridad humana tampoco conservaremos un mundo limpio donde siga siendo posible la vida para los seres humanos.
Por eso, humildemente, creo que más que nuevos modelos, tanto en las sociedades como en las relaciones entre los países, lo que se necesita es un nuevo espíritu”.
El Movimiento Cristiano de Liberación –fundado por Payá en 1987—tiene como lema el de “Todos cubanos, todos hermanos y ahora la libertad”. Y una de sus frases-guía es del propio Oswaldo Payá: “Para lo que nunca está, ni ha estado preparado un pueblo es para vivir sin derechos y sin libertad”.
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