* A JUAN ANTONIO CARRASCO.

Mi querido amigo, mi querido hermano:

Podría haberlo hecho de otra forma, más sencilla tal vez, más impersonal, pero no, no quería que esta vez fuera así contigo. Hoy quiero dedicarte este sencillo post hecho desde y con el corazón, así como el blog con el cual colaboras, hecho de menos tus aportaciones, y sé que lo sigues a diario.

¿Cuántos años hace ya que nos conocemos? ¡¡Muchos!! ¿Verdad? Y aunque no tengamos un trato directo, personal, nos vemos de higos a brevas, el sentimiento de cálida amistad, tan cálida como la chimenea que alumbra en estos momentos mi casa, que espero que vengas algún día, en Villaluenga del Rosario.

Dice que lo que Dios ha unido no lo puede separar el hombre. Nuestra amistad nació en torno a Cristo y María por medio del apostolado cofrade que llevamos impregnado en nuestro ser. Dentro de nuestro ADN particular está el ser cofrade. Ahora, los dos, alejados del día a día de las vicisitudes de nuestras respectivas Hermandades aunque orgullosos de ser hermanos de nuestras respectivas cofradías.

Sé que estás casado con una mujer extraordinaria y entre los dos habéis hecho una buena Familia a la cuales mimáis y les inculcáis los valores en los cuales habéis crecido hasta convertiros en el hombre y mujer que hoy en día sois.

Enamorado de la naturaleza y de lo que eso significa para un cristiano meditativo y reflexivo como es nuestro caso. No hay nada como ver una buena amanecida o la luna entronizada en el cielo para que nuestras mentes y corazones se unan para escribir nuestras reflexiones las cuales hacemos partícipes a todo el mundo. Es bueno esto de compartir, Juan Antonio, porque en este mundo virtual que es internet actuamos en un mundo totalmente globalizado y tu mensaje, tu reflexión, tus pensamientos pueden hacer mucho bien a cualquier persona, que vive en los confines de la tierra, y que espera unas palabras llenas de fe y esperanza para volver a levantarse y seguir con su vida. ¡No nos imaginamos lo importante que es esto de evangelizar en la red!

Por favor, ¡Sigue así! Sigue haciendo felices a tanta gente, luchando por lo que crees, levantándote todas las mañanas pisando la tierra aunque tus ojos estén pendientes del cielo, sigue siendo un padre extraordinario, un inmejorable marido y esa buena persona a las que muchos confían sus anhelos, sus problemas y desesperanzas. Dios te ha puesto en esta vida para lo que estás haciendo y creo que no queda defraudado.

Hoy es tu cumpleaños y podría haberte felicitado por medio de facebook, pero no, tu te mereces algo más. Este es mi particular regalo y deseo que estés disfrutando de este hermoso y frío día de la presencia de tus seres más queridos. Ya te vas acercando a la cuarentena y eso, amigo mío, es otro cantar aunque como dice el dicho: "Tiempo al tiempo".

¡Feliz cumpleaños hermano! Recibe un fuerte abrazo, hazlo extensivo a toda tu querida Familia, y que Dios te bendiga.

Jesús Rodríguez Arias