En medio de la noche, cuando aún clarea los últimos vestigios del día que, poco a poco, va pasando y en el infinito aparecerán alguna estrella o lucero perdido porque donde están todos, y muy gusto, es en el firmamento que ilumina mi pueblo, Villaluenga del Rosario. Aquí en la ciudad tenemos tal contaminación lumínica que hemos apagado el cielo.
Esta reflexión que hoy, ante la calidez de la noche, quiero compartir con vosotros está encaminada en mi forma de entender la integración y relaciones con quienes compartimos la vida, nuestras familias, amigos, compañeros trabajos, ciudades donde residamos y pueblo que llevamos siempre en el corazón.
Os puedo decir, sin temor a engañar a nadie, que en mi niñez y temprana juventud fui una persona ciertamente tímida aunque los años y las circunstancias de la vida me han ido modelando y ahora soy bastante extrovertido aunque muy reservado. Puedo decir, a orgullo, que mantengo un secreto hasta el final. Lo que sé y me han confiado son los mayores tesoros que puedo atesorar porque no es la información en sí, sino la confianza depositada en este humilde servidor de Dios y de todos.
No entiendo, no puedo llegar a entenderlo, como hay personas que saben "secretos" de los demás y por sus "intereses" puedan llegar a chantajear a esos que han depositado, en un momento determinado, la confianza en ellos por intereses mezquinos y bastardos. No lo entiendo, ni lo llegaré a entender en la vida.
Que la información es poder, no cabe la menor duda, pero el quid de la cuestión está en como manejas ese poder. Para un cristiano, un católico, un seguidor que ama a Jesús el poder es servir a todos los demás y el servir es todo lo contrario a "ser servido".
Volviendo al tema que hoy quiero desgranar, a la tenue luz que me alumbra y con la música que me envuelve y relaja, debo decir que me gusta penetrar en las raíces de las relaciones personales, sociales, de todo los sitios donde pertenezco o estoy.
En San Fernando, mi ciudad de origen, estoy totalmente integrado y puedo decir, sin temor a pecar de orgullo o petulancia, que soy bastante conocido en muchos ámbitos de la misma. Tengo muchos amigos, algunos que me "malquieren", sentimiento que no es recíproco, y otros que me conocen por mi labor profesional, por mi vida social o apostólica.
En Cádiz, soy conocido en diversos ámbitos y, también, por ser Caballero Hospitalario. Hoy, precisamente, se ha celebrado el Capítulo General en honor de nuestro Patrón San Juan Bautista y que, por las anómalas circunstancias, no he podido asistir como es tradicional en mí y poder compartir con mis hermanos hospitalarios momentos de recordada hermandad.
Hoy, más que nunca, recuerdo a mis hermanos hospitalarios: Paco Súnico, José Luis Sancho y su querida esposa, Jaime Rocha, Agustín Rosety y Mamen Cozar, Ángel Reinares, Manolo Raposo, Gonzalo, Jacobo y tantos buenos hermanos que me han enseñado a ser más y más Iglesia por medio de la Real y Benemérita Institución de los Caballeros Hospitalarios de la Inmaculada Concepción y San Juan Bautista. En mi recuerdo y mi corazón también está mi querido hermano, Rafael Melgar.
En Jerez soy conocido por mis labores apostólicas dentro de la Asociación Católica de Propagandistas, de cuyo Centro soy Socio Activo hace más de siete años y del que he tenido el honor de desempeñar los cargos de Tesorero cuando Emiliano Fernández Rueda era la cabeza visible y, por último, responsable de Relaciones con los Medios, hasta hace un año, con el actual secretario, Manuel Gómez Ruíz.
Debo decir que no me he integrado mucho, por las razones que sean, en la vida de Jerez. Ya sea porque me paso la vida de tren en tren, porque mi trabajo y mayor apostolado está en San Fernando o porque por mi condición de bloguero católico me hace estar en casa actualizando el blog de forma permanente, no salgo ni me relaciono mucho en esta bella ciudad de la campiña gaditana.
Aún así, me gusta perderme de apasionantes paseos por sus calles del barrio antiguo y del centro. Soy de esos que me pierdo por medio de las calles donde me encuentro con la historia, las leyendas, los personajes de hoy y de siempre. Soy de esos que me gusta sentarme en el famoso "Gallo Azul" o cualquier Tabanco de la ciudad donde puedo experimentar lo que es verdaderamente el sentir más popular e íntimo del pueblo. Cantes al son de guitarras y palmas, por medio una buena copa de vino de Jerez y una tapa de las de "aquí". No hay nadie que sea capaz de reproducir con palabras el arte de un pueblo, la armonía y espontaneidad de un buen cantaor que al son de una guitarra hace que al son de su voz te envuelvan las raíces, más profundas e íntimas, de todo un pueblo. Esa es la sensación que tuve este mediodía en el Tabanco "El Pasaje" donde el arte se conjuga por todos los lados. Como decía: "El Jerez que todo el mundo busca y que pocos encuentran".
Y enraizado en mi querido pueblo, Villaluenga del Rosario, donde en casi el año que llevo allí me considero y me consideran uno más y ese es el mayor orgullo, honor y tesoro que puedo poseer.
Cuando fui, el pasado mes de septiembre a Villaluenga del Rosario, supe que este lugar iba a ser parte de mi vida. Allí he conocido la felicidad y la tranquilidad a partes iguales. Desde el primer momento sabía que me iba a integrar y me iba a enraizar en todos los sentidos. Con el tiempo, y gracias a buenos y queridos amigos, soy socio del Casino y hermano de la Patrona del Pueblo, mi Amada y querida Virgen del Rosario, y he tenido el privilegio de despedir el año en la Alameda junto a mis queridos vecinos, he podido rezar con ellos en las procesiones de Nuestro Padre Jesús, con el Santo Entierro así como elevar mis plegarias junto a sus devotos en un rato de intimidad espiritual y devocional a la Virgen de los Dolores en Su Soledad en la noche del Viernes Santo. He podido disfrutar de días de Cultos de la Patrona así como Su Procesión, he disfrutado de mi pueblo en todos los sentidos y podido conocer a personas extraordinarias en todos los sentidos en mis tardes-noches en el Casino junto a Fernando, Juande, Rubi, Alex, Berna, Pedro, Nito, Gabriel, Diego y tantos buenos amigos y amigas que me enseñáis todos los días el valor de la amistad. ¡Gracias le doy a Dios por teneros!
Me dijo un buen, querido y viejo amigo que yo donde fuera me integraría porque esa era mi condición y que, por mucho que lo evitara, lo terminaría haciendo. ¡Y es verdad! No concibo mi vida sin integrarme en la vida de todo cuanto me rodea y esto también me pasa en este mundo "virtual", cibernético, que es internet y las redes sociales. Por medio de las mismas he conseguido una nueva familia, buenos y queridos hermanos y hermanas que estamos "conectados" a diario, que conocemos cuantos nos pasa pues lo compartimos, nos alegramos y sufrimos juntos. Esto me pasa con "Blogueros con el Papa" así como todas las redes internacionales en las que estoy integrado por medio de este blog que, cada día que pasa, abre más puertas a muchas personas e instituciones.
Y si estoy "enraizado" con mi gente, mi pueblo, mis cosas más lo estoy con Dios al que necesito a cada instante, pues como he dicho en multitud de ocasiones soy "dependiente" de Él, y por eso quiero conocerlo más y más así como estar en contacto con el Padre, Sus Enseñanzas, lo que me dice la Palabra cada día, mis oraciones, meditaciones y reflexiones ante Jesús Eucaristía que me espera, y nos espera, cada día en el Sagrario. Él es el mejor Amigo, el que nos recibe en todos los momentos de nuestras vidas con los Brazos Abiertos dispuesto a ayudarnos siempre, a Amarnos siempre.
Sí, me gusta estar enraizado en las cosas de este mundo y de Dios.
Recibe, mi querido hermano, un fuerte abrazo y que Dios nos siga bendiciendo.
Jesús Rodríguez Arias
Es fácil echar raíces cuando la tierra es buena y compatible con el árbol. Enraizarse es un don y un privilegio que a veces no contamos como una de las innumerables gracias que Dios nos ha dado.
ResponderEliminarUn abrazo Jesús :D
Muchas gracias, mi querido Nestor, por estar siempre ahí. Que Dios te bendiga a ti y a tu querida Familia. Un fuerte abrazo en Cristo y María.
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