Phoenix (Sábado, 22-06-2013, Gaudium Press) "El celibato es visto como un regalo para la Iglesia, en lugar de una carga", expresó el sacerdote Matt Lowry, capellán del Centro Newman de la Santísima Trinidad en Phoenix, Estados Unidos, al informativo The Catholic Sun. "De esta manera está libre para entregarse a su esposa, la Iglesia". Un artículo especial sobre esta disciplina de la Iglesia destacó los beneficios que representa para el sacerdocio con motivo de las recientes ordenaciones en la Diócesis, celebradas el pasado 01 de junio.
Mons. Thomas Olmsted felicita a los nuevos sacerdotes de la Diócesis de Phoenix tras su ordenación el pasado 01 de junio. Foto: The Catholic Sun. |
El celibato de los sacerdotes, frecuentemente criticado por contradictores de la Iglesia, es para el P. Lowry, director asociado de Vocaciones de la diócesis, incluso más necesario en la actualidad. "Nuestro mundo está muy sexualizado, por eso se confunde ante el celibato", afirmó. "La directiva del mundo es actuar sobre nuestra sexualidad si importar lo que esto significa, en lugar de examinar nuestra sexualidad dentro del plan, más amplio y misterioso, de Dios".
El sacerdote también observó una funcionalidad práctica en esta antigua elección tomada por la Iglesia, ya que de esta forma el sacerdote está más disponible al servicio de Dios. Sin embargo, el P. Lowry insistió que el sentido central del celibato es el de la donación espiritual.
Un regalo recibido, no una imposición
Por su parte, el Padre Paul Sullivan, Director diocesano de Vocaciones en Phoenix, destacó que la vocación sacerdotal incluye esta gracia, que no es asumida como algo que de ser hecho, sino como un bien y una gloria venidos de Dios. "Es parte del llamado; nos ofrecemos como inspiración a otros", explicó. "De una forma real, vivimos la vida que Cristo vivió".
El P. Sullivan también destacó la confusión actual sobre el celibato, motivada por una concepción del cuerpo humano y de la sexualidad "reducida al placer y no dirigida al amor trascendente del Padre. Es mucho más lo que se recibe de Dios en su poder y su gracia", firmó. "Se trata menos de lo que dejamos, y más de lo que recibimos en esta vida".
Sobre la supuesta imposición de esta disciplina a los sacerdotes, el P. Lowry afirmó que la Iglesia no vulnera la libertad con este mandato, puesto que el sacerdocio es elegido libremente. "Yo, de hecho, elegí ser célibe", comentó. "Lo que la gente está sugiriendo es que usted debe casarse para ser feliz, y eso es una falacia. Hay muchas personas casadas infelices en el mundo".
Además, el sacerdote destacó que la abstinencia sexual no tiene ninguna consecuencia negativa para el hombre, puesto que lo que daña al hombre es la falta de intimidad y amor, realidades que están muy presentes en la vida espiritual: "Nuestros corazones fueron creados para la intimidad y la comunión".
El P. Lowry concluyó expresando su gratitud por la paternidad espiritual que le permite su ministerio y el valor del testimonio del sacerdocio en el mundo. "Estamos hechos para una vida más allá de este mundo. Los sacerdotes y las religiosas vivimos el misterio del Cielo, y damos valor a aquellos de nosotros que están luchando (...). Podemos ofrecer nuestra sexualidad como un regalo para Dios".
Con información de The Catholic Sun
Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/47895#ixzz2X3zxoLYz
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