BENEDICTO XVI SABÍA DE LA IMPORTANCIA DE LAS UNIVERSIDADES; POR NÉSTOR MORA

Benedicto XVI ha sido un Papa preocupado de las universidades que constantemente ha buscado el contacto con alumnos, docentes y antiguos alumnos. Como

conocedor de la realidad de la universidad del siglo XXI sabía que la labor pastoral en las universidades modernas no es una tarea sencilla. Las universidades son uno de los lugares donde el laicismo se ha hecho fuerte y se ha difundido. Podríamos preguntarnos por la labor del Papa respecto de la universidad y responder a esto utilizando el discurso que el Santo Padre realizó en enero del 2008 en la Universidad romana de la Sapienza:

Su Santidad nos da la razón que hace tan importante que la Iglesia esté cerca de la Universidad y se comprometa con la misma. No se trata de imponer la fe, sino de mostrar que la Verdad y la libertad son un binomio inseparable.  La Iglesia busca que la Verdad no sea sustituida por propuestas positivistas que resten sentido a los saberes que se estudian y al ser humano que los asimila y utiliza. ¿Qué tiene que hacer o qué tiene que decir el Papa en la universidad? Seguramente no debe tratar de imponer a otros de modo autoritario la fe, que sólo puede ser donada en libertad. Más allá de su ministerio de Pastor en la Iglesia, y de acuerdo con la naturaleza intrínseca de este ministerio pastoral, tiene la misión de mantener despierta la sensibilidad por la verdad; invitar una y otra vez a la razón a buscar la verdad, a buscar el bien, a buscar a Dios; y, en este camino, estimularla a descubrir las útiles luces que han surgido a lo largo de la historia de la fe cristiana y a percibir así a Jesucristo como la Luz que ilumina la historia y ayuda a encontrar el camino hacia el futuro.

Quizás sea pretencioso, en pleno siglo XXI, mostrar a Cristo como Luz que ilumina y hacerlo precisamente dentro de las institu

ciones educativas. Pero ¿Qué mejor sitio para ser signo de contradicción y generar dinámicas de conocimiento del cristianismo?

Los alumnos que han cursado sus estudios, sin tener contacto con el cristianismo, creen evidente que el saber es independiente de la Fe e interpretan que la religión es algo prescindible más allá de su estudio antropológico. Quien no ha necesitado la Luz de Cristo para formarse intelectualmente, vivirá en una dimensión donde la religión carece de sentido para si mismo y para la sociedad donde va a ejercer. No debería extrañarnos que tantos políticos e intelectuales vivan dando la espalda a la Fe, ya que no la han necesitado para ser lo que son. El reto es volver a hacer actual y necesaria la Fe dentro de la formación superior. Reto que nos toca llevar a cabo a quienes estamos dentro de estas instituciones y sentimos el compromiso de hacer visible la Verdad que nos ilumina e ilumina el saber y la técnica.