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sábado, 22 de junio de 2013
VIVENCIAS PERSONALES: Mi libro “Francisco, el Papa de todos” en las manos del Papa Francisco
Queridos amigos y hermanos del blog: el pasado miércoles 19 de junio, al término de la Audiencia General, pude entregarle en mano al Santo Padre Francisco, el sexto libro de mi autoría y el primero a él dedicado: “Francisco, el Papa de todos”.
¿Cómo nació este libro?
En la semana en la que se realizó el Cónclave en el cual resultó elegido nuestro querido Cardenal Jorge Bergoglio, me encontraba realizando mis Ejercicios Espirituales del presente curso en una Casa de Ejercicios de Madrid. Aquellos días fueron especiales de oración para toda la Iglesia, y también para mí, en el acontecer diario de la dinámica propia de un retiro espiritual. Éramos poco más de una docena de sacerdotes, acompañados por la prédica y la dedicación del Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela, Don Francisco Pérez González, quien con buen tino, la tarde del 13 de marzo al ser comunicado de la “fumata blanca”, nos invitó a “romper el silencio” propio de esos días de oración y nos congregamos frente a un televisor con el corazón expectante ante el inminente conocimiento del nuevo Papa.
Yo que ya he vivido y recuerdo vivamente el comienzo del Pontificado del inolvidable Beato Juan Pablo II y de nuestro queridísimo Papa Emérito Benedicto XVI, estaba expectante, pero quizás como muchos en este costado del mundo localizado en los nombres que eran “quiniela segura” (como dicen aquí en España) y, por supuesto, fui gratamente sorprendido al escuchar el nombre del hasta ese día Cardenal Primado de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, SJ.
Eran las 20,12 en España (misma hora que en Roma), -cincuenta y cuatro minutos después de la aparición de una espesa "fumata" blanca a las 19,06- el Cardenal Protodiácono, Jean-Louis Tauran dió el anuncio a las gentes desde la "loggia" o balcón de la Bendición de la Basílica Vaticana, con estas palabras: ¡Annuntio vobis gaudium magnum; habemus Papam!
A las 20, 24 el Santo Padre Francisco, precedido por la Cruz, se asomó al balcón exterior de la basílica, completamente iluminada, para saludar e impartir la bendición apostólica "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) a las decenas de miles de personas, que abarrotaban la Plaza de San Pedro y la Via della Conciliazione, todos con sus paraguas, a causa de la lluvia que había caído durante toda la jornada en Roma. Apenas se había sabido el nombre del nuevo pontífice, la multitud había empezado a cantar a coro: “¡Francisco, Francisco!”.
Aquel Obispo querido, respetado y admirado por los argentinos, es ahora Su Santidad Francisco, 265 sucesor de Pedro, primer Papa miembro de la Compañía de Jesús, primer Papa latinoamericano de la historia de la Iglesia, Papa que -por vez primera en toda la historia de la Iglesia- toma el nombre de Francisco… y argentino como yo.
El Obispo predicador y los sacerdotes ejercitantes volvieron su mirada hacia mí (único argentino presente) y comenzaron a saludarme y felicitarme, y luego de escuchar todos con respeto y veneración sus primeras palabras y su primera bendición papal me comenzaron a preguntar si lo conocía y que contara algo de él. Cosa que les prometí que iba a hacer luego del rato de oración que hicimos por el flamante Papa. Nos fuimos todos a la Capilla de la casa y en silencio ante el Santísimo Sacramento, a 12.000 km. de mi amada patria, cerré los ojos y comencé a recordar…
A los pocos días el llamado telefónico de la Directora de Editorial Bonum, Sra. Ursula Gremmelspacher, con su amable y serena voz me hizo el ofrecimiento de escribir para ellos un nuevo libro (fruto de una renovada confianza de Editorial Bonum a mi persona y ministerio, ya que otros dos libros me habían publicado con anterioridad). La propuesta fue presentar la vida, semblanza y pensamientos del nuevo Papa, e inmediatamente me surgió un posible nombre para el libro: “Francisco, el Papa de todos”. ¿Por qué? Porque creo que esta idea es como la “primera foto” que logré procesar al ver sus primeras apariciones y gestos como Obispo de Roma. Un hombre, que con las sandalias del pescador puestas, comenzaba un camino hacia el encuentro de todos los hombres de buena voluntad –católicos y de cualquier religión, o de ninguna- que escuchen su voz.
Y así comencé a recordar y a buscar en mis archivos escritos, a desempolvar viejos apuntes y notas, a leer con interés cada nueva noticia, para conocer y dar a conocer, aunque sea un poco al nuevo Papa. Este retrato del Papa Francisco me parece verlo más que como un libro, como una película documental, o una serie de fotos expuestas ante nuestros ojos, fotos viejas en blanco y negro, o en el sepia propio de años pasados, y fotos de las de ahora, digitales, de esas que en instantes recorren el mundo entero a través de los periódicos on line y de las redes sociales. Imágenes y escritos, notas tomadas rápidamente en una homilía y entrevistas en los grandes medios, pero también recuerdos vividos en “primera persona” que les dan un sentido nuevo a todo lo demás.
De Buenos Aires al Vaticano,
de mis manos a las manos del Papa Francisco
Billete de ingreso y el libro que le regalé al Santo Padre
Prácticamente al mes del comienzo del Pontificado de Francisco el libro comenzó su andadura: en Argentina y prácticamente en los mismos días en España, donde pude dar una serie de conferencias presentándolo, y todavía me quedan unas cuantas hasta octubre. Además, de un sinfín, de buenas repercusiones en aquellos que lo van leyendo y les está haciendo mucho bien.
Pero faltaba algo, que yo diría era esencial: desde que comencé a escribirlo anidaba la ilusión en mi corazón de poder regalárselo al mismo Papa Francisco. Y ese día llegó, gracias a la gestión de mi Obispo de Incardinación, Mons. Rubén Oscar Frassia, Obispo de Avellaneda-Lanús, Buenos Aires, Argentina. Él lo hizo posible, además (como así también lo hizo para el libro que publiqué en esta misma Editorial Bonum sobre Benedicto XVI) gentil y pacientemente leyó los originales del libro, dio el necesario Imprimatur y tuvo el exquisito gesto de dignificarlo al escribir el prólogo.
En la Plaza de San Pedro, el miércoles 19 de junio, en la Audiencia General, allí estaba yo con mi libro. Luego de la bendición final el Santo Padre comenzó a saludar a todos los que por algún especial motivo habíamos podido acceder a su cercanía y tener una breve encuentro con él. La ternura de Dios y del Papa Francisco se desbordaron a raudales para conmigo. Desde una ubicación de preferencia: 1º fila, 1º butaca. Cuando llegó hacia donde yo estaba pude vivenciar un momento que no olvidaré jamás. Besé su mano, nos saludos con mucho cariño, y le entregué el libro.
Recuerdo que cogiendo el libro con las manos y al descubrir en la portada quién era el autor, me dijo:
- ¿Lo has escrito vos?
- Sí, Santo Padre, y cuando lo lea comprenderá cuánto le quiero.
- Pero es grande, tiene muchas paginas…
Y comenzando a ojearlo, y mirándome con esa sana complicidad y buen sentido del humor que le caracteriza, me dice:
- Y, ¿qué has dicho de mí?
A lo que respondí:
- Todas cosas buenas, Santo Padre.
Y golpeándome el pecho, con mucha suavidad y cariño, me dice:
-¡Más te vale, más te vale!
Luego compartimos recuerdos, bromas, y más de una reflexión serena y profunda. Y así, un hermoso sueño, se hacía realidad. El libro ya está en las manos de quien fue el motivo de su existencia. Un libro que nació con alas tan grandes que llegó hasta el Santo Padre. De las manos de un “testigo” que fue su autor, a las manos del “testigo” de Dios, ante Dios y los hombres.
Porque, en definitiva, lo que yo les presento en este libro es el testimonio de lo que yo también, “he visto y he oído” en primera persona, como ciudadano argentino, como sacerdote de la Iglesia que peregrina al sur, bien al sur de nuestro redondo mundo, bajo el manto de nuestra Virgen Gaucha, la Virgen de Luján, Patrona de la República Argentina.
Y el resultado de esa búsqueda y de ese encuentro en el día a día de la vida del Papa Francisco es este libro. Aquí va a encontrar respuestas a muchas preguntas que cualquiera de nosotros nos hacemos con respecto a él: ¿Cómo es? ¿De dónde viene? ¿Cuál es su historia? ¿Por qué se puso Francisco como nombre?
Me ha movido, como autor y compilador, el deseo de acercarle al lector una guía, un vademécum, para una primera aproximación a la persona y al pensamiento del Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco. Un libro escrito con corazón de hijo, un hijo sacerdote, que como tantos y tantas en el mundo entero se siente hijo de FRANCISCO, EL PAPA DE TODOS.
"Pero es grande, tiene muchas paginas… y, ¿qué has dicho de mí?"
Queridos amigos y hermanos del blog: el pasado miércoles 19 de junio, al término de la Audiencia General, pude entregarle en mano al Santo Padre Francisco, el sexto libro de mi autoría y el primero a él dedicado: “Francisco, el Papa de todos”.
¿Cómo nació este libro?
En la semana en la que se realizó el Cónclave en el cual resultó elegido nuestro querido Cardenal Jorge Bergoglio, me encontraba realizando mis Ejercicios Espirituales del presente curso en una Casa de Ejercicios de Madrid. Aquellos días fueron especiales de oración para toda la Iglesia, y también para mí, en el acontecer diario de la dinámica propia de un retiro espiritual. Éramos poco más de una docena de sacerdotes, acompañados por la prédica y la dedicación del Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela, Don Francisco Pérez González, quien con buen tino, la tarde del 13 de marzo al ser comunicado de la “fumata blanca”, nos invitó a “romper el silencio” propio de esos días de oración y nos congregamos frente a un televisor con el corazón expectante ante el inminente conocimiento del nuevo Papa.
Yo que ya he vivido y recuerdo vivamente el comienzo del Pontificado del inolvidable Beato Juan Pablo II y de nuestro queridísimo Papa Emérito Benedicto XVI, estaba expectante, pero quizás como muchos en este costado del mundo localizado en los nombres que eran “quiniela segura” (como dicen aquí en España) y, por supuesto, fui gratamente sorprendido al escuchar el nombre del hasta ese día Cardenal Primado de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, SJ.
Eran las 20,12 en España (misma hora que en Roma), -cincuenta y cuatro minutos después de la aparición de una espesa "fumata" blanca a las 19,06- el Cardenal Protodiácono, Jean-Louis Tauran dió el anuncio a las gentes desde la "loggia" o balcón de la Bendición de la Basílica Vaticana, con estas palabras: ¡Annuntio vobis gaudium magnum; habemus Papam!
A las 20, 24 el Santo Padre Francisco, precedido por la Cruz, se asomó al balcón exterior de la basílica, completamente iluminada, para saludar e impartir la bendición apostólica "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) a las decenas de miles de personas, que abarrotaban la Plaza de San Pedro y la Via della Conciliazione, todos con sus paraguas, a causa de la lluvia que había caído durante toda la jornada en Roma. Apenas se había sabido el nombre del nuevo pontífice, la multitud había empezado a cantar a coro: “¡Francisco, Francisco!”.
Aquel Obispo querido, respetado y admirado por los argentinos, es ahora Su Santidad Francisco, 265 sucesor de Pedro, primer Papa miembro de la Compañía de Jesús, primer Papa latinoamericano de la historia de la Iglesia, Papa que -por vez primera en toda la historia de la Iglesia- toma el nombre de Francisco… y argentino como yo.
El Obispo predicador y los sacerdotes ejercitantes volvieron su mirada hacia mí (único argentino presente) y comenzaron a saludarme y felicitarme, y luego de escuchar todos con respeto y veneración sus primeras palabras y su primera bendición papal me comenzaron a preguntar si lo conocía y que contara algo de él. Cosa que les prometí que iba a hacer luego del rato de oración que hicimos por el flamante Papa. Nos fuimos todos a la Capilla de la casa y en silencio ante el Santísimo Sacramento, a 12.000 km. de mi amada patria, cerré los ojos y comencé a recordar…
A los pocos días el llamado telefónico de la Directora de Editorial Bonum, Sra. Ursula Gremmelspacher, con su amable y serena voz me hizo el ofrecimiento de escribir para ellos un nuevo libro (fruto de una renovada confianza de Editorial Bonum a mi persona y ministerio, ya que otros dos libros me habían publicado con anterioridad). La propuesta fue presentar la vida, semblanza y pensamientos del nuevo Papa, e inmediatamente me surgió un posible nombre para el libro: “Francisco, el Papa de todos”. ¿Por qué? Porque creo que esta idea es como la “primera foto” que logré procesar al ver sus primeras apariciones y gestos como Obispo de Roma. Un hombre, que con las sandalias del pescador puestas, comenzaba un camino hacia el encuentro de todos los hombres de buena voluntad –católicos y de cualquier religión, o de ninguna- que escuchen su voz.
Y así comencé a recordar y a buscar en mis archivos escritos, a desempolvar viejos apuntes y notas, a leer con interés cada nueva noticia, para conocer y dar a conocer, aunque sea un poco al nuevo Papa. Este retrato del Papa Francisco me parece verlo más que como un libro, como una película documental, o una serie de fotos expuestas ante nuestros ojos, fotos viejas en blanco y negro, o en el sepia propio de años pasados, y fotos de las de ahora, digitales, de esas que en instantes recorren el mundo entero a través de los periódicos on line y de las redes sociales. Imágenes y escritos, notas tomadas rápidamente en una homilía y entrevistas en los grandes medios, pero también recuerdos vividos en “primera persona” que les dan un sentido nuevo a todo lo demás.
De Buenos Aires al Vaticano,
de mis manos a las manos del Papa Francisco
Billete de ingreso y el libro que le regalé al Santo Padre |
Prácticamente al mes del comienzo del Pontificado de Francisco el libro comenzó su andadura: en Argentina y prácticamente en los mismos días en España, donde pude dar una serie de conferencias presentándolo, y todavía me quedan unas cuantas hasta octubre. Además, de un sinfín, de buenas repercusiones en aquellos que lo van leyendo y les está haciendo mucho bien.
Pero faltaba algo, que yo diría era esencial: desde que comencé a escribirlo anidaba la ilusión en mi corazón de poder regalárselo al mismo Papa Francisco. Y ese día llegó, gracias a la gestión de mi Obispo de Incardinación, Mons. Rubén Oscar Frassia, Obispo de Avellaneda-Lanús, Buenos Aires, Argentina. Él lo hizo posible, además (como así también lo hizo para el libro que publiqué en esta misma Editorial Bonum sobre Benedicto XVI) gentil y pacientemente leyó los originales del libro, dio el necesario Imprimatur y tuvo el exquisito gesto de dignificarlo al escribir el prólogo.
En la Plaza de San Pedro, el miércoles 19 de junio, en la Audiencia General, allí estaba yo con mi libro. Luego de la bendición final el Santo Padre comenzó a saludar a todos los que por algún especial motivo habíamos podido acceder a su cercanía y tener una breve encuentro con él. La ternura de Dios y del Papa Francisco se desbordaron a raudales para conmigo. Desde una ubicación de preferencia: 1º fila, 1º butaca. Cuando llegó hacia donde yo estaba pude vivenciar un momento que no olvidaré jamás. Besé su mano, nos saludos con mucho cariño, y le entregué el libro.
Recuerdo que cogiendo el libro con las manos y al descubrir en la portada quién era el autor, me dijo:
- ¿Lo has escrito vos?
- Sí, Santo Padre, y cuando lo lea comprenderá cuánto le quiero.
- Pero es grande, tiene muchas paginas…
Y comenzando a ojearlo, y mirándome con esa sana complicidad y buen sentido del humor que le caracteriza, me dice:
- Y, ¿qué has dicho de mí?
A lo que respondí:
- Todas cosas buenas, Santo Padre.
Y golpeándome el pecho, con mucha suavidad y cariño, me dice:
-¡Más te vale, más te vale!
Luego compartimos recuerdos, bromas, y más de una reflexión serena y profunda. Y así, un hermoso sueño, se hacía realidad. El libro ya está en las manos de quien fue el motivo de su existencia. Un libro que nació con alas tan grandes que llegó hasta el Santo Padre. De las manos de un “testigo” que fue su autor, a las manos del “testigo” de Dios, ante Dios y los hombres.
Porque, en definitiva, lo que yo les presento en este libro es el testimonio de lo que yo también, “he visto y he oído” en primera persona, como ciudadano argentino, como sacerdote de la Iglesia que peregrina al sur, bien al sur de nuestro redondo mundo, bajo el manto de nuestra Virgen Gaucha, la Virgen de Luján, Patrona de la República Argentina.
Y el resultado de esa búsqueda y de ese encuentro en el día a día de la vida del Papa Francisco es este libro. Aquí va a encontrar respuestas a muchas preguntas que cualquiera de nosotros nos hacemos con respecto a él: ¿Cómo es? ¿De dónde viene? ¿Cuál es su historia? ¿Por qué se puso Francisco como nombre?
Me ha movido, como autor y compilador, el deseo de acercarle al lector una guía, un vademécum, para una primera aproximación a la persona y al pensamiento del Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco. Un libro escrito con corazón de hijo, un hijo sacerdote, que como tantos y tantas en el mundo entero se siente hijo de FRANCISCO, EL PAPA DE TODOS.
"Pero es grande, tiene muchas paginas… y, ¿qué has dicho de mí?" |
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