martes, 25 de junio de 2013

EL CEPO; POR ALFONSO USSÍA.

La Razón

He leído la gran entrevista que ha hecho Esther Palomera a Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE en nuestras páginas. No siento animosidad alguna por la señora Valenciano, y valoro su mérito en el alcance de tan alta influencia en su partido. Nos habla de las primarias y los posibles candidatos a la Secretaría General de los socialistas, y he deducido que no le cae bien Carmen Chacón. No conozco personalmente a Elena Valenciano, que se me antoja mujer de carácter y claras lealtades. Su «prefe» y su «profe» es sin duda, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que ve compitiendo y con muchas posibilidades de ganar. A López Aguilar, con un hábil manotazo, lo encaja exclusivamente en Europa. El canario no es un verso suelto en el poema del PSOE, pero no rima ni mide al gusto completo de sus máximos responsables. Es como Foxá, que en sus sonetos metía un decasílabo o un dodecasílabo y se quedaba tan ancho y tan pancho. Sí, en cambio, concede opciones de triunfo a Pachi López y Eduardo Madina. Acudiendo a las hemerotecas, encontramos muchos comportamientos y dichos de Pachi López que no se ajustan a lo que se espera de un líder nacional. Ha jugado con exceso al localismo, y en más de una ocasión sus actitudes y palabras se han podido confundir con las reivindicaciones nacionalistas. Sentirse cómodo en el PSE con un presidente como Jesús Eguiguren, el íntimo amigo del etarra Otegui, no es un dato que merezca la general confianza. Y Madina, es un político atribulado por la importancia que se le ha concedido en los últimos tiempos. Para mí, que se ha leído las Teorías de Peter y sabe que su nivel de incompetencia está a un paso de producirse. Además, va por la vida muy regañado por doña Elena, doña Soraya y lo que es más grave, por doña Trini. Un político que se deja chorrear por doña Trinidad Jiménez tiene, como poco, la obligación de visitar a un psicólogo de mucha confianza.
Y a la Chacón le aguardan trampas y cepos. Responde Elena Valenciano a la pregunta de Esther Palomera: «¿Chacón? Supongo que también tiene apoyo entre la militancia. Es presente y futuro, pero perdió un congreso». Ahí me confunde la señora Valenciano. Si perder un congreso con el 49% de los votos es más grave que ser derrotado en unas elecciones generales por paliza, la escala de valores del socialismo necesita una revisión urgente. También Carmen Chacón lo pasaría mal con un coleccionista pelmazo de recortes de periódicos. Donde esté, es catalana o de Almería. No como la marquesa de Fuentefría de «Los Extremeños se tocan» de don Pedro Muñoz-Seca: «Soy la marquesa de Fuentefría/ soy española, soy de Almería,/ soy lo más alto de la elegancia,(me calzo en Londres, me visto en Francia,/ me hago las manos con Madame Nik/ y tengo un Bentley, un Nash y un Buick». Sucede que al lado de Pere Navarro, Carmen Chacón se ha hecho más española que la pintura de Romero de Torres. Y que también ha influido en el nacimiento de su patriotismo haber sido ministra de Defensa y conocer de primera mano a esa despreciada reunión de españoles leales, sacrificados y decentes que son los militares. Para mí, que Carmen Chacón, aunque tarde, ha sabido lo que es España y lo que significa, pero en el PSOE se admiten mejor los patriotismos aldeanos que el patriotismo absoluto. Le recomiendo a Elena Valenciano, mujer inteligente e intuitiva, que medite al respecto. Chacón perdió un congreso. Rubalcaba y ella, las Generales por mayoría aboluta de sus adversarios.

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