Peshawar – Un joven de 16 años que se convirtió al cristianismo desde el Islam está desaparecido desde el pasado 25 de mayo, en Peshawar, capital de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa. Según fuentes locales de Fides, pudo haber sido secuestrado por militantes islámicos, muy fuertes en la provincia, y su destino puede estar ya marcado visto que es considero “culpable de apostasía”.
Aman Ullah , este es el nombre del joven, desapareció el 25 de mayo en Peshawar. Según los testigos, fue secuestrado por militantes vinculados a la galaxia talibana, pero hasta el momento no ha llegado ninguna reivindicación del secuestro. El joven se acercó al cristianismo hace un año, forma parte de un grupo de cristianos convertidos del Islam. Seguía lecciones bíblicas en una comunidad cristiana protestante de Peshawar y en algunas reuniones habían dado su testimonio de fe. En una nota enviada a la Agencia Fides, la comunidad pide a todos los cristianos que oren por la vida del joven y que invoquen la protección de Dios sobre él.
Al igual que en otros países musulmanes, “la apostasía” del Islam es considerado como digna de muerte. El p. Mario Rodríguez, sacerdote de Pakistán y Director de la Comisión de Pastoral Juvenil de Karachi, dice a Fides: “Si un joven musulmán se convierte al cristianismo en Pakistán, se ve obligado a vivir en la clandestinidad. De lo contrario no tendrá posibilidad de vivir. Todo musulmán puede sentirse obligado a matarlo. El cambio de religión no es castigado por la ley civil, es punible por la ley islámica. Por eso los casos de conversión de musulmanes al cristianismo son muy raros y algunos se convierten en secreto”.
Aman Ullah , este es el nombre del joven, desapareció el 25 de mayo en Peshawar. Según los testigos, fue secuestrado por militantes vinculados a la galaxia talibana, pero hasta el momento no ha llegado ninguna reivindicación del secuestro. El joven se acercó al cristianismo hace un año, forma parte de un grupo de cristianos convertidos del Islam. Seguía lecciones bíblicas en una comunidad cristiana protestante de Peshawar y en algunas reuniones habían dado su testimonio de fe. En una nota enviada a la Agencia Fides, la comunidad pide a todos los cristianos que oren por la vida del joven y que invoquen la protección de Dios sobre él.
Al igual que en otros países musulmanes, “la apostasía” del Islam es considerado como digna de muerte. El p. Mario Rodríguez, sacerdote de Pakistán y Director de la Comisión de Pastoral Juvenil de Karachi, dice a Fides: “Si un joven musulmán se convierte al cristianismo en Pakistán, se ve obligado a vivir en la clandestinidad. De lo contrario no tendrá posibilidad de vivir. Todo musulmán puede sentirse obligado a matarlo. El cambio de religión no es castigado por la ley civil, es punible por la ley islámica. Por eso los casos de conversión de musulmanes al cristianismo son muy raros y algunos se convierten en secreto”.
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