domingo, 10 de marzo de 2013

14 DE ABRIL: MADURO Vs CAPRILES.

La Razón



Ángel Sastre / Enviado especial.  Caracas.

Tal y como se esperaba el chavismo movió todas sus fichas rápido. Primero aleccionó al Tribunal Supremo y posteriormente, llamó a filas al Consejo Nacional Electoral. Ayer, el CNE informó que, tras la muerte de Chávez, las elecciones presidenciales se celebrarán el 14 de abril, y detalló que el período de postulación estará abierto únicamente durante dos días, hoy y mañana.
La campaña electoral oficial tendrá nueve días. La presidenta del organismo electoral, Tibisay Lucena, dijo que los comicios serán «transparentes y confiables», y llamó a los medios de comunicación a no pretender «ocupar el espacio de los partidos» ni «distorsionar las condiciones del evento electoral para favorecer» a alguna candidatura.
El anuncio se realizó casi un día después de que Nicolás Maduro jurara su cargo como «presidente encargado» en un acto en la Asamblea Nacional a la que no acudió la gran mayoría de la oposición al considerar que se trata de un presidente ilegítimo.
La impresión que hasta ahora ha dado Maduro es la de querer imitar a Chávez para llenar el vacío que ha dejado el presidente. A esto hay que sumarle su gusto por la necrofilia. El chavismo está utilizando el cadáver del comandante para catapultar a su candidato, sin ningún tipo de escrúpulos. Lo exponen ante sus fieles y piensan embalsamarlo para alimentar la leyenda.
Echando mano de sus orígenes humildes y la prédica antiimperialista, Maduro dejó claro en su primer discurso como presidente que continuará con «mano dura» la «causa de Chávez». Además, se aseguró de que el clan de la familia Chávez tomará fuerza en el Gobierno al nombrar a Jorge Arreaza, yerno del caudillo y hasta ahora ministro de Ciencia y Tecnología, como nuevo vicepresidente.
Muchos temen que después del duelo, cuando los venezolanos vuelvan a sus problemas cotidianos, se evidencien las debilidades de Maduro al enfrentar los severos problemas fiscales, cambiarios, inflacionario y de escasez de alimentos y bienes que el país padece desde finales del 2012.
Tras anunciarse ayer la fecha de las elecciones, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición de partidos opositores, anunció que finalmente se presentará a estas elecciones (había rumores que decían que no lo haría) y confirmó como su candidato a Henrique Capriles, que cayó derrotado el pasado octubre frente a Chávez. «Hemos acordado por unanimidad ofrecer la candidatura presidencial de la Unidad a quien fue nuestro candidato en la elección presidencial reciente», anunció el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo. «La unidad no arruga, se equivocan quienes creen que estas son adversidades que no vamos a enfrentar y vencer», dijo Aveledo ante la prensa nacional.
Capriles escribió en su cuenta de Twitter: «Estoy analizando la declaración de la presidenta del CNE y en las próximas horas le hablaré al país sobre mi decisión». El gobernador de Miranda se encuentra de nuevo en la encrucijada. Se espera que haga una campaña exprés. Como corredor de maratones, pondrá la quinta marcha para recorrer todas las gobernaciones, tocando puerta por puerta en busca del voto. De discurso moderado, evitará referirse en tono despectivo a la figura de Chávez, centrándose en los problemas económicos del país y en la necesidad de un cambio.
En cualquier caso, Capriles, apodado «el guerrero silencioso» por su estrategia de no confrontación, es consciente de que su gran rival no es Maduro, sino el espíritu de Chávez. Por segunda vez en unos meses, será su contrincante.

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