Quiero acabar este día frío, casi gélido, con un hombre que pone pasión en todo lo que hace. En él prevalecen la virtud de la constancia, llevada al extremo, la profesionalidad ,por encima de intereses, la defensa de la fe, de sus creencias en el ámbito más amplio y público que existe.
Hablar de este buen amigo, es hablar de un auténtico "Mensajero de Dios". Sí, no os extrañéis, cuando lo he llamado así. Desarrolla una profesión dura, muy dura, llena de dificultades en todos los sentidos, con muchas pruebas diarias, demasiadas presiones e intereses. Ser católico y dar la cara siendo lo que es puede suponer su exclusión, que sea un apartado y, también, un apestado. Ser periodista y ser católico es para algunos una provocación y para muchos un acto de valentía por todo lo que puede suponer.
Hoy quiero dedicar este blog y este post a Gabriel Álvarez Leiva, periodista de casta y buen amigo, católico practicante que da la cara en todos los momentos, fiel a sus principios pese a quien le pese. Gabi, como es conocido entre los que nos consideramos sus amigos, es un hombre de aspecto serio y una voz melodiosa y clara, como buen periodista de la radio, pero cuando se le conoce y se le trata llega a ser un ser cordial, cercano, cálido y lleno de elegancia. Lleva la responsabilidad de los Medios en la Diócesis de Asidonia-Jerez y trabaja, entre otros, en la Cadena COPE y La Voz de Jerez. Es un periodista de casta, noble, sincero, leal, fiel, digno, creíble, de confianza. Es un católico en la vida pública que da su cara y pone su voz a todos sus principios, sus valores y virtudes.
Sé que este post te cogerá de sorpresa, pero hacía ya mucho tiempo que quería escribirlo. Eres un periodista de vocación y por la misma le quitas tiempo a todo cuanto te importa: Tu mujer, tus hijos, tu familia, amigos, aficiones. Tan solo te "escapas" de vez en cuando es pos de la Madre de Dios bajo la advocación del Rocío y haces tus particulares retiros espirituales en el Camino que llevan donde está Ella.
Quería agradecerte, ya de forma personal, todas las atenciones que tienes conmigo, con nosotros, lo que me facilitas mi "trabajo" como responsable de los Medios en la ACdP, tus consejos, tu amistad. Gracias Gabi por ser como eres. Sabes, y te lo digo desde el corazón, que estás permanentemente en mis oraciones y sabes que te valoro y te admiro mucho.
Dios te bendiga, hermano, y también a tu familia así como a todos tus seres queridos. No te puedes ni imaginar lo que apreciamos y valoramos tu trabajo, tu tesón, tu entrega, tu valentía.
Un fuerte abrazo desde el respeto, la admiración y el orgullo de tenerte como amigo y hermano en la fe,
Jesús y Hetepheres.
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