domingo, 26 de febrero de 2012

RON PAUL, EL ÚNICO CANDIDATO REPUBLICANO QUE SABE QUE NO GANARÁ.

Internacional | La Gaceta



  • Ron Paul, candidatdo republicano. | Getty
    EL LIBERTARIO CONSERVADOR

    26 FEB 2012 | José Carlos Rodríguez

    El caucus del condado de Washington, en Maine, tardó varios días en dar su veredicto. Pero fue inequívocamente a favor de Ron Paul. Un candidato con simpatías crecientes en el electorado, pero sin opciones reales de enfrentarse a Barack Obama en las próximas elecciones.

  • El juez Napolitano es una figura muy conocida en los Estados Unidos. Abandonó una brillante carrera judicial para dedicarse a los libros y los medios de comunicación. En 2009 comenzó a presentar un programa propio en Fox News, Freedom Watch, refrendado por una importante audiencia. Recientemente, Napolitano cerró un programa con un inspirado discurso de desconfianza hacia la clase política, con diatribas contra republicanos y demócratas. Terminó diciendo a sus seguidores que el único que podía hacer algo para restaurar los principios de libertad y Gobierno limitado en que se fundó aquel país es el representante por Tejas, Ron Paul. Fueron sus últimas palabras en Fox News, que decidió el cierre de su programa de forma fulminante. Paul provoca reacciones así. Es una figura a la vez típica y extraña de la política de los Estados Unidos que se presenta ante sus conciudadanos como mero defensor de los valores de los Padres Fundadores.
    Muchos han asumido ese discurso, pero la diferencia de Ron Paul sobre los demás es que él se lo cree. Procede de una familia alemana llegada a aquel país solo dos generaciones antes que la suya. Su padre y sus cuatro hermanos heredaron una próspera explotación agrícola en Pensilvania. Se licenció en Medicina en 1957, un año clave para él porque fue cuando comenzó a adquirir las ideas que ha defendido desde entonces. Una de ellas es la del pacifismo, que de llegar a ser presidente llevaría a Estados Unidos a replegarse sobre sí y dejar de ser el policía del mundo. Una forma de pensar que no conjuga fácilmente con su paso por el Ejército, primero como capitán del Ejército del Aire y luego en la Guardia Nacional Aérea. “Era una ruptura de la tediosa tarea en la universidad, en la escuela médica y en la residencia” es lo más que ha sabido decir de los cinco años que ejerció como médico vestido de uniforme. No tenía planeado entrar en política, “sino exponer unas ideas por las que consideraba que era importante luchar”. Su mujer le advirtió de que corría el riesgo de acabar en el Congreso, y tenía razón. Después de pasar por varios estados, donde ejercía como ginecólogo, Paul y su mujer se instalaron en Tejas. Allí dio el salto a la Cámara de Representantes, donde ocupó un sitio desde 1976 hasta 1984, cuando la abandonó para centrarse en la práctica médica. Fue uno de los cuatro únicos representantes republicanos que apoyó a Ronald Reagan en 1976, aunque luego sería muy crítico con él al considerar que hizo el Gobierno federal más y más fuerte, en lugar de atenerse a sus ideas liberales.
    Reserva federal
    Desencantado con el Partido Republicano, se presentó como líder del Partido Libertario a las elecciones presidenciales de 1988. Los libertarios son un grupo heterogéneo y una parte de sus bases no transigía con la defensa de la vida desde la concepción que siempre formó parte del credo de Ron Paul. Acabó abandonando aquel partido para regresar al Grand Old Party y enlazar victoria tras victoria desde 1996. En 2004 su figura había crecido lo suficiente como para considerar el liderazgo del mismo Partido Republicano. Falló. Volvió a intentarlo en 2008 y ahora es uno de los cuatro candidatos que todavía se mantienen en campaña. No tiene la más mínima posibilidad, y él lo sabe. Y los generosos bolsillos que financian su carrera presidencial también lo saben. Entonces, ¿por qué continúa? Como señala el analista Charles Krauthammer, Paul está haciendo una función parecida a la de Barry Goldwater en los años sesenta, la de aglutinar y dar continuidad a una corriente ideológica. Paul es un liberal clásico, un “libertario” como lo llaman ahí, aunque conservador en el ámbito moral.
    Es difícil hacer atractivo un mensaje que mira constantemente al pasado. Ahora su mensaje es acabar con la revolución de 1913, el año en el que vieron la luz dos poderosos instrumentos para el crecimiento del Gobierno federal: el impuesto sobre la renta y la Reserva Federal. No será él quien albergue esas ideas en la Casa Blanca. Pero ya hay quien espera que su hijo, el senador Rand Paul, sí pueda hacerlo.
    Cuatro mil vidas
    Ron Paul habla con pasión de su profesión como médico, y eso que no es un hombre muy dotado para la expresión de emociones. Orgulloso de haber ayudado a traer al mundo a unos cuatro mil bebés, está convencido de que la vida humana comienza con la concepción. No en vano, ha llevado a la Cámara de Representantes en varias ocasiones la Ley de la Inviolabilidad de la Vida, que pretendía definir el comienzo de la vida desde la concepción para todas las leyes de ámbito federal.


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