miércoles, 17 de diciembre de 2014

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Yo iré delante de ti, allanándote los cerros ./. Así sabrás que yo soy el Señor, que te llamo por tu nombre". (Oficio de Lecturas de hoy). Un deseo de Dios es que el hombre tome consciencia de su existencia y siga su voluntad, que en el fondo es que ame y se salve. ¿Cómo podemos "apreciar" la intervención de Dios (no en el sentido intervencionista, usurpando nuestra libertad, sino en el sentido de "presencia"), en nuestra historia? Pues lo vemos en los pequeños –y grandes– problemas que, diariamente, nos acucian y que se resuelven como "milagrosamente".  Es como decir: "Alguien te allana los senderos". Cuántas veces ves delante de ti "noches oscuras", problemas que no le encuentras solución, acosado, metido en un pozo, agobiado, temeroso  y con ansiedad. ¡Quién no los tiene! Y luego ocurre "un no se que", que puede resultar imposible o es un "prodigio", y se resuelve o eres capaz de buscar "salida al túnel"! ¿Y no habéis "vislumbrado" una "presencia" que te da paz y capacidad de enfrentar tus contrariedades? Así actúa Dios. Ayer, en los testimonios de las Cenas Alpha, un matrimonio joven compartió un verdadero milagro. ¡Dios los había rescatado y sanado, tenía sus nombres en su boca! Y es que Dios te llama personalmente. Pues atentos a esta llamada. Santa María de Caná, ruega por nosotros,

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