lunes, 20 de enero de 2025

FANTASMAS GRISES Y NEGROS

 




Existen y están en nuestro pensamiento. Sería en el mes de noviembre, una noche poco antes de dormir en nuestra casa de Loma Somera allá por tierras cántabras, cuando me quedé en silencio y entonces Hetepheres me preguntó qué me pasaba, le dije que no se preocupara, que me encontraba abstraído en mis pensamientos mientras tenía la mirada fija en las vigas de madera del dormitorio. Ella me contestó, que esos eran los fantasmas grises y negros que aparecen cuando existen una preocupación o se está sufriendo, que cerrara los ojos y me pusiera a rezar hasta conciliar el sueño.

Es verdad que existen y nos hacen mucho daño pues se produce un resquebrajamiento interior que nos llena de intranquilidad y sufrimiento. Hice lo que me aconsejó, cerré los ojos y oré hasta coger un plácido sueño. Al día siguiente, aunque estaba gris y llovía, podía observar todo de distinto color, aunque la penitencia la llevara por dentro.

Dentro de nuestra mente está lo mejor y lo peor de la persona. Las que tienen malos reaños es porque en su fuero interno algo está trastocado. Es verdad que la maldad existe, pero necesariamente tiene que haber algo que haga que un individuo, en apariencia normal y corriente, sea capaz de cometer las mayores atrocidades y destrozar de por vida a otro ser humano para satisfacer sus pútridos “sentimientos”.

El bien sale de lo más hondo de nuestras almas haciendo que nuestro quehacer diario prime la Fe, Esperanza y Caridad. Cuando alguien con espuria maldad hace daño a otro semejante que es bueno el daño que le causa a su víctima y por ende a su familia, así como allegados es infinitamente doloroso causando un sufrimiento difícil de soportar sin la ayuda de Dios, de la familia, hermanos del alma y amigos de verdad.


En estos casos y en otros donde la injusticia, la mentira e impiedad se hacen presentes es cuando en la mente de las buenas personas que sufren aparecen los fantasmas grises y negros donde la oscuridad reina haciendo que los ánimos y pensamientos transiten por pesarosos senderos.

Hay quién aconseja consultarlo todo con la almohada. Mi madre era muy reacia a tomar en serio esta indicación pues en la oscuridad de la noche no se ve nada claro y menos soluciones a los problemas y preocupaciones. De día todo es mejor.

Eso sí, cuando tienes que tomar una decisión que afecte tanto a uno como a terceros te aconsejo que lo hagas desde la templanza de espíritu. Nada debe decidirse sin un prudencial tiempo de introspección personal. Eso sí, cuando lo decidas hay que ir a por todas. En esta vida para sobrevivir hay que tener la cabeza muy despejada, así como el pulso y el paso firmes. Sobre todo, hay que poner nuestros afanes, nuestro particular día a día, en manos de Dios que Él mejor que nadie sabe lo que hace, aunque nosotros no lleguemos a priori a entenderlo.

Aún así no te garantizo que de vez en cuando aparezcan de la nada los fantasmas grises y negros que nos harán pensar más de la cuenta nos negarán el pan y la sal, nos harán sentirnos débiles e incluso pueden hacernos llegar a pensar que la vida como tal no merece la pena. Entonces es cuando debes cerrar los ojos, rezar, que mañana será otro día.

Al final te das cuenta, algunas veces demasiado tarde, que en ocasiones se ha sufrido para nada y otras en las que el verdadero dolor se hace presente en tus días con sus noches nos demuestra que estos envites nos hacen más fuertes para transitar el recorrido vital que Dios nos tiene preparados a cada uno.

Y cuando aparezcan los dichosos fantasmas grises y negros, cierra los ojos, reza y verás como Jesús vela por tus sueños.

Jesús Rodríguez Arias


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