El día 5 de enero en Villaluenga del Rosario es un día especial donde se unen el gran misterio que es la venida de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente junto con las tradiciones más arraigada de un pueblo que vive esta festividad con todo lujo de detalles y, sobre todo, de sentimientos.
La mañana entre desayunar en "Los Caños" y un largo paseo donde recorrimos el pueblo a todo lo largo. Después de llegar a casa me senté en la terraza pues hacía un reluciente y cálido día de sol. ¡Qué bien se estaba!
Combiné la lectura pausada con un buen oloroso y unos mejillones en escabeche como aperitivo y así largas horas, que se hicieron cortas, donde entre un estado de placentera somnolencia me llegué aislar de todo y con el verdor de las montañas como mejor paisaje pude dedicarme a la reflexiva meditación que tanto bien hace a mi alma.
Así hasta las tres de la tarde que bajamos al mesón para comprar comida que nos trajimos a casa y donde dimos cuenta generosa en nuestra terraza teniendo como principal distracción las idas y venidas de "canijo" el gatito payoyo que siempre que estamos está con nosotros, los que salían y entraban del establecimiento de Mateo o de los asiduos a "Los Caños. También pudimos saludar a Leti que esperaba el autobús.
Una vez dentro de casa una reparadora siesta, escribir un post, vestirnos e irnos al encuentro de los Reyes Magos que ya venían de Belén a Villaluenga.
Nos lo encontramos visitando algunas casas de nuestros mayores y mientras hacían su recorrido por todo el pueblo, el primero porque esta noche se detendrán con mayor atención en cada una de ellas, nosotros nos fuimos a "La Posada" donde nos encontramos con Nito, su preciosa niñita y sus compadres y allí estuvimos charlando hasta, más o menos, la hora que estábamos convocados todos los del pueblo en la Caseta Municipal porque Sus Majestades los Magos de Oriente iban a entregar un presente a los más pequeños del pueblo.
Estaba allí casi todo el pueblo e incluso algunos más que habían venido de otros lares. Familias esperando a ver a sus hijos, nietos, sobrinos, hermanos subir al escenario que habían instalado para que los Reyes Magos acompañado cada uno de su paje dieran uno por uno a los niños de esta querida y preciosa localidad.
Hemos vivido lo que es celebrar esta Festividad de la forma más familiar que existe, donde ningún niño se quedaría sin un juguete porque en las cartas de todos los que somos de este bendito pueblo está escrito el nombre de un pequeñín. Todo el pueblo colabora para que nadie pierda la mayor y la mejor de las ilusiones que existe: La venida de los Reyes Magos.
En Villaluenga no hay fastuosas carrozas, desfiles organizados, ropajes de lujo, cientos de miles de caramelos, ni falta que hace pues con solo la figura de los tres Reyes Magos con su paje correspondiente, con sus sacos de caramelos, algunos iban acompañado de un número para el posterior sorteo de una paletilla, con la ilusión por bandera anula la ostentación por el único lujo que tiene y derrocha a raudales: La ilusión porque los Reyes Magos, que como cada año, han venido por el Caíllo hasta llegar a Villaluenga del Rosario. ¡Ni más ni menos!
¡Feliz día de Reyes a todos y especialmente a mis queridos convecinos de Villaluenga del Rosario!
Jesús Rodríguez Arias
Los Reyes Magos por las calles de Villaluenga del Rosario
A la llegada a la Caseta Municipal
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