jueves, 30 de enero de 2014

* DESDE VILLALUENGA: A ALMUDENA BAREA DEL VALLE.

Va acercándose el final de la semana y con ello lo que considero como el retorno a mi hogar. El sábado por la mañana, si Dios así lo quiere, volveré a estar en mi casa, en mi pueblo, en Villaluenga del Rosario. 

No dan buen tiempo para estos días con lo que preveo un cielo gris que se entremezclaran con el frío que servirá para potenciar la sensación de aire puro que nos envuelve por todos los lados. 

¡Pureza! Sí, es lo que define a mi querido pueblo porque la tiene gracias al lugar donde está enclavado y por el carácter hospitalario y sencillo de su buena gente. ¡Que os echo de menos y que poquito nos queda para volver a vernos! 

Hoy quiero dedicar este post y este blog a una mujer extraordinaria de mi querida Villaluenga del Rosario, una mujer comprometida y que quiere a rabiar a nuestro bendito pueblo. 

Es joven aunque sobradamente conocida por ella misma y también por su familia la cual es querida y respetada por el resto de los vecinos. 

Ella tiene un corazón de oro y siempre está metida en todos los “fregados” con los que pueda ayudar a los demás. Lo mismo la ves con una libreta recogiendo dinero entre todos los vecinos del pueblo para organizar la venida de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, que antes pasan por Villaluenga, que ejerciendo sus labores como Juez de Paz junto a su buena amiga y secretaria Leti. 

Por supuesto os estoy hablando de mi querida y buena amiga Almudena Barea del Valle. 

Almudena es hija de Emilio Barea y Teresa del Valle y hermana del bueno de Berna. Es parte de una Familia conocida, reconocida y muy querida por todo en Villaluenga del Rosario y también por otros lares donde D. Emilio sembró con su derroche de caballerosidad y bonhomía. 

Es una mujer clara que lleva la verdad por delante, amiga de sus amigas además de una ejemplar hija que cuida con desmesura a su querida madre. 

Forma parte del patrimonio humano de mi querido pueblo y aunque atesora una gran juventud podríamos decir que hoy por hoy Villaluenga no sería la misma sin Almudena Barea del Valle. 

No olvidemos nunca que dicho patrimonio es el más importante que tiene un pueblo y por eso debemos comprometernos entre todos para que los vecinos que allí habitan nunca le falte ni lo más esencial porque son las personas las que hacen grande a un pueblo. ¿Cuantos bellos lugares están muertos y desiertos porque no habitan nadie en ellos? En definitiva son los vecinos los que dan vida a Villaluenga del Rosario. 

Y esa es la concepción de vida que tiene Almudena que desde que la conozco siempre está trabajando desde su cargo como Juez Paz o como una vecina activa y con inquietudes realiza a diario una labor encomiable digna de mencionar y de agradecer aunque sea en forma de sencillo artículo dedicado en este su blog. 

Ahora está ilusionada con el curso que está realizando y que seguro le reportará muchos beneficios laborales si lo sabe encaminar de la forma que seguro tiene pensado. 

Mi querida Almudena: 

Sé que este post te coge de improviso, que no te lo esperas porque piensas que no eres merecedora de elogios y reconocimientos porque tu sencillez y humildad hacen que seas, simplemente, como eres y ahí tu grandeza. 

Sigue así, tan buena persona, tan buena vecina, tan comprometida con nuestro pueblo, tan buena y dedicada hija y hermana. 

Te mereces lo mejor que es más de lo que estás viviendo hoy en día. Te mereces ser Feliz con mayúsculas porque una persona que se encarga día a día de que todos estén bien, que nuestros mayores siempre siempre tengan cariño y por ese incondicional apoyo hacia la juventud de nuestro pueblo que día a día lucha para salir adelante y tener un hueco en esta vida demasiado vertiginosa o lenta en ocasiones según con los ojos que se miren. 

Sabes que tanto Hetepheres como yo te queremos como a los demás miembros de tu Familia a la que consideramos ya como parte de la nuestra. Bien sabes de la buena amistad que me une con tu hermano Bernabé y que es un auténtico privilegio el tenerlo como amigo. Sois una familia de estirpe de las que se puede confiar siempre porque sabes que nunca saldrás defraudado. 

Solo te pido una cosa: ¡No cambies nunca! 

Recibe nuestro cariño, nuestro respeto y nuestra verdadera admiración junto a un beso. ¡Nos vemos dentro de nada en nuestro pueblo, en Villaluenga del Rosario! 

Jesús Rodríguez Arias

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