martes, 28 de enero de 2014

LOS OBISPOS PIDEN QUE ISRAEL DESISTA DE CONSTRUIR MÁS MURO.




 
Los obispos de la Coordinadora por Tierra Santa han hecho público un comunicado de apoyo a las 58 familias afectadas por la posible construcción de un muro de seguridad en el Valle de Cremisán, cerca de Belén. Temen que se trate de un intento de «consolidar zonas de asentamientos»
Noticia digital (28-I-2014)

El Gobierno de Israel planea construir otro trayecto de su muro de seguridad en el Valle de Cremisán. La obra, que se aparta de los límites de Israel reconocidos internacionalmente, destruirá las tierras de 58 familias cristianas residentes en el poblado de Beit Jala, y dificultará el acceso de las mismas a los terrenos con los cuales se ganan la vida.
Esta situación refleja, a pequeña escala, gran parte del conflicto entre Israel y Palestina. Es la opinión, al menos, de los obispos miembros de la Coordinadora por Tierra Santa. Los 12 obispos, procedentes de varios países, han hecho público un comunicado ante el comienzo, el día 29 de enero, de una Vista Oral sobre el caso en la que la Corte Suprema de Israel.
Además del perjuicio que supone la construcción del muro para las familias de Beit Jala, a los obispos les «preocupa profundamente, como ya hemos manifestado repetidamente», que la construcción del muro «sea para consolidar zonas de asentamientos y para separar de forma permanente Belén respecto de Jerusalén».
Los obispos, entre los que se encuentra el español monseñor Joan Enric Vives, arzobispo de Urgell, ofrecen su oración. También piden a los gobiernos de sus respectivos países que «animen a Israel a cumplir con la ley internacional. En concreto, para que Israel respete los medios de vida de estas familias y para que el pueblo de Beit Jala sea protegido de una mayor expropiación de sus tierras y hogares por parte de Israel».
M.M.L.
Ofrecemos a continuación el texto íntegro del comunicado:
Los Obispos de la Coordinadora por la Tierra Santa hacemos un llamamiento para que se garantice la justicia en el Valle de Cremisán, cerca de Belén. Israel debería abandonar los planes de construir un muro de seguridad en la tierra de 58 familias cristianas. Durante nuestra reciente visita a Tierra Santa, pudimos reunirnos con muchas familias de Beit Jala y tener, así, conocimiento de su dolor y angustia. Se enfrentan a la amenaza de perder su tierra y de sus medios de vida, ya que el proyectado muro de seguridad destruirá viñedos, olivares y huertos, y les separará de sus tierras.
Reconocemos el derecho del Estado de Israel a la seguridad y a tener sus fronteras seguras. Sin embargo, el trazado previsto del muro de seguridad se desvía marcadamente de la Línea Verde, la línea de separación internacionalmente reconocida que separa Israel de los territorios capturados en la Guerra de los seis días de 1967. Más de tres cuartas partes del trazado previsto por el muro cae fuera de la Línea Verde y es ilegal, de acuerdo con una opinión consultiva de referencia de la Corte Internacional de Justicia, así como una violación flagrante de la Convención de Ginebra y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Instamos a nuestros gobiernos para que animen a Israel a cumplir con la ley internacional. En concreto, para que Israel respete los medios de vida de estas familias y para que el pueblo de Beit Jala sea protegido de una mayor expropiación de sus tierras y hogares por parte de Israel. Esta es una cuestión urgente ya que el 29 de enero la Corte Suprema de Israel comienza la Vista oral sobre la construcción de un muro de seguridad en el Valle de Cremisán y el recurso de las familias afectadas para proteger sus tierras.
Nos preocupa profundamente, como ya hemos manifestado repetidamente, que este muro planificado para la seguridad sea para consolidar zonas de asentamientos y para separar de forma permanente Belén respecto de Jerusalén. Este plan en concreto es como un microcosmos sobre la trágica situación que existe en Tierra Santa, que incita al resentimiento y a la desconfianza, y que hace aún menos probable hallar la solución que tanto se necesita.
Nuestras oraciones están con el pueblo de Beit Jala en su anhelo de justicia. También las ofrecemos por todos los que buscan una paz justa en la Tierra Santa. (Traducción no oficial)
Arzobispo Stephen Brislin, Sudáfrica
Obispo Peter Bürcher, Escandinavia, Finlandia e Islandia
Obispo William Crean, Irlanda
Obispo Michel Dubost, Francia
Arzobispo Paul- André Durocher, Canadá
Arzobispo Patrick Kelly, Inglaterra y Gales
Obispo William Kenney, Inglaterra y Gales
Obispo Declan Lang, Inglaterra y Gales
Obispo Denis Nulty, Irlanda
Obispo Richard Pates, Estados Unidos de América
Obispo Thomas Renz, Alemania
Obispo Janusz Stepnowski, Polonia
Arzobispo Joan-Enric Vives, España y Andorra

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