En su blog Prohibido pisar las flores el eurdiputado catalán Alejo Vida-Quadras asegura que 'la campaña de las elecciones autonómicas catalanas del próximo 25 de noviembre muestra cómo los separatistas han conseguido llevar a los dos grandes partidos nacionales a su terreno de juego'.
La inclusión en el programa socialista del “derecho a decidir” es, a juicio de Vidal-Qiadras, una concesión absurda a los planteamientos nacionalistas que, además, sería ilegal por cuanto 'un referendo de autodeterminación -ese es el significado del “derecho a decidir”- convocado unilateralmente es ilegal en sí mismo. La mera hipótesis de que una consulta de esta naturaleza pueda ser autorizada por el Gobierno central es simplemente impensable'.
El político catalán considera que Pere Navarro ha vuelto al viejo mantra socialista del federalismo, fórmula que sirve para unir lo que estaba separado "situación contraria a la de España y su Estado autonómico", señala para recordar que "el federalismo implica homogeneidad, lo que no encaja con la foralidad vasca y navarra consagrada constitucionalmente".
Diálogo igual a peligro
Pero también tiene palabras para su propio partido, el Popular. Recuerda el catalán que la formación que preside Alicia Sánchez-Camacho llama al diálogo y contempla la posibilidad de un sistema fiscal especial para Cataluña que le proporcione más recursos. "Llevamos treinta y cinco años dialogandoy descentralizando y el resultado ha sido que los nacionalistas se han lanzado a la secesión sin paliativos. Una fácil extrapolación indica que si seguimos dialogando corremos un serio peligro".
Como solución el eurodiputado propone "una mayor disciplina fiscal controlada desde las instancias centrales" y recuerda que "un sistema de financiación distinto para Cataluña generaría movimientos reivindicativos similares en Baleares, Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana, lo que haría inviable este camino".
Para terminar, señala que "el intento de neutralizar el extremismo separatista con posiciones a medio camino entre la legalidad vigente y los delirios irredentistas de Mas y compañía le colocan en ventaja y debilitan las opciones constitucionalistas".
"No aprendemos", sentencia.
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