Las cifras oficiales de aborto de 2011 que se dieron a conocer el pasado viernes son las esperadas por la plataforma provida Derecho a Vivir. “Desde 2009, durante la tramitación de la Ley aprobada en 2010, alertamos de que esta legislación iba a ser aún más mortífera que la de 1985 y así ha sido". En 2011, denuncian, 5.328 vidas más que en 2010 -113.031 en total- se aniquilaron de manera cruel y violenta en el seno materno, una cifra equivalente a la población de ciudades como Jaén, Orense, Lugo, Gerona o Cáceres.
La consecuencia más inmediata de esta realidad es que “si el Gobierno del PP no abandona la idea de recuperar el supuesto psicológico en la nueva ley que ha prometido, nada habrá cambiado”, denuncian.
Las cifras cantan, y el número de mujeres que con la Ley Aído se acoge a la barra libre de aborto -hasta las 14 semanas de embarazo se puede abortar sin tener que alegar ningún motivo especial- y que supone más del 80% de los abortos coincide con las que, con la ley anterior, se acogían al supuesto de riesgo psicológico. Entones bastaba con declarar que el embarazo suponía una angustia para la mujer para obtener la preceptiva firma -a veces ni eso era necesario- y llevar a cabo el aborto.
“Desde el primer momento de la tramitación de la ley, denunciamos que sólo se pretendía consolidar el fraude de ley que bajo el coladero legal del riesgo psicológico ya se daba de facto. Ahora ya tenemos la prueba de que el trasvase estadístico por uno y otro concepto es más que evidente” expone Gádor Joya, portavoz de la plataforma Derecho a Vivir.
¿Educación sexual?
El análisis se extiende a otros aspectos que también abarcaba la Ley Aído -De Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo, se llama- como la educación sexual. La promoción de los métodos anticonceptivos en las escuelas o la venta indiscriminada y descontrolada de la píldora postcoital no han tenido, tampoco, los efectos beneficiosos que aseguraba el Ejecutivo Zapatero: Hay más abortos y los médicos de familia alertan del incremento de enfermedades de transmisión sexual por la mayor actividad sexual y las conductas de riesgo.
Y mientras, el Gobierno de Mariano Rajoy, que durante la tramitación de la Ley Aído presentó un texto alternativo de protección de la maternidad en la mesa del Congreso -no necesita tiempo para preparar su nueva ley, lo hizo como oposición- sigue sin mover un dedo en la reforma del aborto, a pesar de las promesas del ministro de Justicia.
Desde 1985 hasta 2011 se han quedado por el camino 1.692.991 vidas asesinadas con el dinero de todos: 850 millones de euros a una media de 500 euros por aborto, muchos de ellos salidos de las arcas del estado.
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