viernes, 31 de agosto de 2018

HOY COMIENZA LA FERIA Y FIESTAS DE VILLALUENGA DEL ROSARIO


ROCÍO JURADO: COMO YO TE AMO

¿QUÉ HACÉIS EN INVIERNO?; POR ENRIQUE GARCÍA-MÁIQUEZ




Entre los clásicos de verano, no podía faltar el de cuando agosto se agosta y una madrileña pone cara de disimular su cara de compasión y pregunta: "En invierno, ¿qué hacéis?". Digo "madrileña" porque en mi adolescencia eran ellas las que más lo decían. En aquellos tiempos tocaba replicar, versallesco: "Sin ti alegrando nuestros días, languidecemos dando paseos melancólicos por una playa tormentosa, do sólo nos mantiene la esperanza de que un nuevo verano te vuelva a traer a nuestras costas, etc."
Ahora la primera tentación que vencer es la pedagogía, esto es, explicarle que, aunque esa persona (madrileña o madrileño) no esté en un lugar, tampoco es que el sitio se desintegre. Por supuesto ni me planteo soltar la impertinencia de decir: "Hacemos lo de siempre, pero con menos bulto", porque aquí nos encantan los veraneantes. También considero conveniente evitar la exaltación regionalista: "Entre el buen tiempo de playa que dura hasta noviembre, las zambombas, la Navidad, el carnaval de Cádiz y de los Puertos, la Semana Santa, las ferias por doquier, las romerías y la primavera, tenemos cosillas con las que entretenernos hasta que regreséis".
Hay que vencer todas estas tentaciones, para centrarnos en lo sustancial. Vivamos en Madrid, en Nueva York, en Shanghái o en las afueras del Puerto, en este mundo interconectado y global, nuestras vidas apenas difieren. Este invierno, nos escandalizaremos por las mismas noticias, veremos, emocionados, las mismas películas, leeremos los mismos libros y, además, tendremos que dormir nuestras horas y dedicar nuestro tiempo a nuestras familias, como todos, felizmente. En conclusión, que vivir aquí o allá tiene una trascendencia muy relativa. Repaso mentalmente un día cualquiera mío y no hay muchas cosas que pudiese ni quisiera hacer distintas si viviese en Venecia o en Lisboa, por decir dos ciudades en las que me apasionaría estar.
Les propongo, ahora que se acerca el comienzo del curso, que hagan este ejercicio escolar. ¿Qué de su día habitual no dejarían de hacer en cualquier otro punto del planeta por nada del mundo? Eso quita muchas morriñas y muchos deseos de exotismo un tanto estereotipados. Más que pensar dónde se vive, conviene preguntarse cómo y, aún antes, por qué. Aunque vayamos a echar de menos muchísimo (de verdad) a nuestros visitantes, nuestras vidas y nuestros pueblos nos gustan como para no cambiarnos con nadie.

COVADONGA, 13 SIGLOS DESPUÉS; POR RAFAEL SÁNCHEZ SAUS



Era el más riguroso secreto, a tenor de la inexistencia de la efeméride en los medios y del escaso eco académico, se conmemoran este año los trece siglos justos del aniversario de la batalla de Covadonga y de la creación del reino de Asturias, comienzo de lo que mucho tiempo después los historiadores dieron en llamar Reconquista. Aunque la fecha del 718 siga siendo debatida, es la más aceptada hoy día y las dudas cronológicas no afectan a la certeza del hecho histórico ni a su trascendencia. Trascendencia que nadie, al menos hasta ahora, se ha atrevido a negar. ¿Cómo es posible que un acontecimiento de tanta importancia para la historia de España y de Europa caiga en el semiolvido? La comparación con la repercusión concedida en 2011 a los 1.300 años de la invasión árabe de 711 es harto elocuente de los tiempos que vivimos, de la profunda crisis de identidad en que nos debatimos y de las dudas que poco a poco se confirman sobre nuestro futuro como nación.
Porque el principal significado que Covadonga precisamente tuvo, tal como lo vivieron los contemporáneos y las generaciones inmediatas, no fue sólo el acto de rebeldía hispana y cristiana frente al gran imperio árabe-musulmán, sino sobre todo la afirmación de la continuidad del nuevo reino de Asturias con el aniquilado reino godo de Toledo, continuidad que se hace patente en todos los aspectos culturales, religiosos, artísticos e incluso onomásticos. De esa conciencia de continuidad extrajeron sus reyes, y posteriormente los leoneses y castellanos, una legitimidad que resultó esencial para reconstruir en torno a ellos la unidad de la Spania de los godos. Es impresionante que Alfonso III, aún en Oviedo, se hiciera llamar Rex Hispaniae ya en 906, cuando las victorias cristianas y la guerra civil en al-Andalus permitieron creer en el fin del dominio musulmán algunas décadas antes de la creación del califato de Córdoba. ¡Y que haya quien pueda negar la realidad histórica de España antes del siglo XIX!
Cada generación, cada siglo, fue ampliando y enriqueciendo el sentido de lo que en 718 sucedió en la gruta del monte Auseva, pero creo que nunca como ahora se había producido un tal debilitamiento de la conciencia de continuidad con aquellos hechos y sus consecuencias. Es algo que por la intensidad y rapidez del fenómeno debiera hacernos reflexionar a los españoles.

EL "TÍO CURRO", SACERDOTE EN EL QUE SE INSPIRÓ TOLKIEN PARA GANDALF, ERA DE EL PUERTO DE SANTA MARÍA




El  sacerdote Francisco Javier Morgan Osborne, el tío Curro, y Gandalf
“No es importante saber cuánto tiempo te queda, sino qué hacer con el tiempo que se te concede”, escribió culminando un diálogo de su segunda novela. La frase era para un personaje clave de la obra en la que trabajaba por aquel entonces, desde 1937, en los huecos que le permitía su labor docente en Oxford. Volvió a mirar el reloj que atesoraba con cariño en su despacho, y pensó en esa frase sobre la verdadera importancia del tiempo, relata la periodista Laura Garófano en el diario El Mundo.
El reloj tenía un incalculable valor sentimental para él. Como la frase, era un legado de su tutor. Había fallecido hacía un par de años, y recordó con cariño que movió cielo y tierra, por carta, para que algún familiar se lo llevara a Inglaterra. En esos días de escritura se acordaba de él muchísimo, por sus frases sabias y porque había nacido en un país que aparecía en los periódicos porque se desangraba partido en dos en una guerra fratricida.
El escritor se llamaba John Ronald Reuel Tolkien, y entonces no podía saber que ni él mismo, ni lo que escribía -El Señor de los Anillos- iban a ser universales. Miró nuevamente el reloj y pensó que él, como Frodo, también tuvo un guía que le apoyó y encauzó. No era un mago, pero casi, porque con él y su hermano hizo magia. Había nacido en El Puerto de Santa María (Cádiz) en 1857, y se llamaba Francisco Javier Morgan Osborne. Como Gandalf, era solemne, recto pero amable, altísimo y viajero. Era de familia bodeguera, y -sí, es correcto- pariente de Bertín.
J. R. R. Tolkien
La frase sobre la utilidad del tiempo la usó para dar la fuerza y empaque que necesitaba para el personaje y la había oído una y otra vez de distintas maneras cuando era niño. Gandalf era el encargado de buscar uno a uno a los integrantes de la Comunidad del Anillo, de guiarlos y cohesionar a elfos, enanos, hombres yhobbits en la alianza de los pueblos de la Tierra Media con un objetivo: acabar con Sauron, el mal absoluto, destruyendo el Anillo Único.
Fue gracias a ese español y a sus enseñanzas: ayudó a Tolkien a acceder a la prestigiosísima Universidad de Oxford, donde se licenció, con honores, en Literatura Inglesa. Gracias a los valores que le transmitió, como el esfuerzo, consiguió plaza como profesor en la Universidad de Leeds. Posteriormente Tolkien volvería a Oxford... como catedrático. Tolkien añoró las visitas que, ya anciano, Tío Curro siguió haciéndole a él y a su familia, incluso a Dover, donde el escritor se lo llevaba a la playa. Se vieron hasta su muerte, en 1935.
A este español, como a Gandalf, se le conoció por muchos nombres según el lugar en el que se encontrara. Gandalf el Gris era Olórin en Valinor, el Jinete Blanco para los Rohirrim, Mithrandir para hombres y enanos de la Tercera Edad... Y el gaditano era en España Curro Morgan, para su familia en El Puerto era Tío Curro; en Inglaterra, el padre Francis Xavier Morgan... Pero para Tolkien, era simplemente el padre Francis.
El Tío Curro tenía también un físico característico debido a su altura, muy por encima de la media... y llevaba sotana. Su imagen imponía una presencia contundente, similar a las apariciones del mago sobre el papel. Hasta el punto de que, en una ocasión, por su estatura y su larga sotana asustó a una niña pequeña mientras iba por la calle. Tolkien plasmó la anécdota en una historia que narraban los hobbits sobre un troll grande, que era de naturaleza buena, y que sólo quería compañía.
Una hija del escritor, Priscilla, nacida en 1929, recuerda las visitas del Tío Curro: “Era un hombre muy alto, vestido con una larga capa y a pesar de su poderosa presencia y de la autoridad que desprendía era encantador conmigo, que era una niña muy pequeña”. Como Gandalf jugando con los niños hobbits.
En 'El Señor de los Anillos' son memorables los pasajes de Gandalf con Frodo, al que consuela y alecciona cuando más lo necesita, inculcándole humildad y esfuerzo para alcanzar la meta. El hobbit se lamenta de que pertenece al pueblo más simple y que no está hecho para empresas peligrosas. “¿Por qué fui elegido?”, le pregunta al mago. “De lo que puedes estar seguro es que no fue por ningún mérito que otros no tengan. Ni por poder, ni sabiduría (...). Pero has sido elegido y necesitarás todos tus recursos: fuerza, ánimo, inteligencia”.
¿Y los viajes? Cuando podía, el sacerdote regresaba a España y a su familia, donde le llamaban Tío Curro. Una tierra luminosa, bulliciosa y alegre, donde se cantaba y bailaba mientras se comía y bebía, sobre todo, en las juergas flamencas andaluzas... Muy parecidas a las jaranas y fiestas de los Hobbits de La Comarca, a quienes Gandalf visitaba de cuando en cuando para ser tratado como uno más de la familia.
El Tío Curro era mitad inglés y mitad español. Hijo de un galés, anglicano, que se estableció en la floreciente ciudad gaditana como bodeguero y exportador de vinos de Jerez. El fundador de las Bodegas Morgan se casó allí con una española, María Manuela Osborne y Böhl de Faber, católica. El padre de ésta también era inglés y fundó esas otras famosísimas bodegas portuenses cuyo símbolo es la imagen cultural de las carreteras españolas. El matrimonio vivió en la calle Nevería y tuvo cinco hijos, todos ellos criados en el catolicismo.
Así, el pequeño Curro, nacido en 1857, fue enviado a los ocho años a Birmingham para estudiar en el Oratorio de San Felipe Neri. Al acabar cada curso, regresaba a Cádiz. Su infancia estuvo marcada por ser, como luego lo fue Tolkien, medio emigrante. Tolkien había nacido en 1892 en el Estado Libre en Orange, hoy una provincia de Sudáfrica, y también llegó a Inglaterra siendo un niño.
La familia del escritor era baptista. Mabel, la madre de Tolkien y natural de Birmingham, regresó a su hogar con sus dos hijos para pasar una larga estancia. Allí, en 1896, recibió la noticia de que su marido, Arthur, que era el gerente del Bank of Africa Limited, había muerto de fiebres reumáticas. La tragedia les dejó en una situación económica desastrosa. Cuatro años más tarde Mabel abrazó el catolicismo y comenzó a frecuentar la parroquia filipense en la que oficiaba el sacerdote andaluz: la familia acudía a oírle decir misa los domingos. Entonces fue cuando el tío Curro comenzó a prestarles no sólo ayuda espiritual, sino también económica.
Cuando Tolkien tenía 12 años, su madre muere de diabetes en un tiempo donde no existía la insulina. En su testamento nombra al padre Francis Xavier Morgan Osborne tutor legal del escritor y de su hermano. En cumplirlo puso toda su energía. “El tío Curro fue como un segundo padre para él”, subraya José Manuel Ferrández Bru, autor del libro 'La conexión española de Tolkien'.
El español comenzó por abrirle su biblioteca personal a ese pequeño niño de enorme curiosidad y potencial intelectual. Allí encontraría las obras de Fernán Caballero, seudónimo de Cecilia Böhl de Faber, tía materna del gaditano, puntal del romanticismo español e hija de doña Frasquita Larrea, la de las tertulias del Cádiz de Las Cortes. Sin duda, el autor inglés se impregnó de su influencia literaria: uno de los acertijos cruzados entre Gollum y Frodo, donde éste se jugaba la vida a manos del primero, es muy parecido al que aparece en 'Cuentos, oraciones, adivinanzas y refranes populares', de Fernán Caballero, publicado en 1877. “Vuela sin alas / silba sin boca / azota sin manos / y tú ni lo ves ni lo tocas”.
El religioso andaluz no sólo hizo de guía. La pobre asignación que les quedó a los huérfanos no les permitía continuar estudiando. El tío Curro no lo dudó: sufragó los estudios de los dos hermanos en el King's Edward School, la mejor escuela privada de Birmingham, que no era católica. Peleó con uñas y dientes para que pudieran entrar. Luego, pagó los estudios de Tolkien en Oxford. Lo hizo aportando sus ganancias de las bodegas familiares en El Puerto y Jerez. Años más tarde, la familia Tolkien diría, bromeando, que el escritor pudo estudiar y llegar a ser el creador de un universo único gracias a la enorme afición que había por el vino español.
El papel protector de Bilbo
La influencia del sacerdote fue tal en Tolkien y en su obra que no se ciñó sólo a Gandalf. El escritor y poeta, que también era lingüista, desarrolló las lenguas élficas, gnómicas y quenya. Comenzó creando el naffarin, o nazareno, basado en el español que aprendió gracias a los libros del cura. Una de sus primeras anotaciones en lengua gnómica fue Faidron o Faithron, que tradujo como Francis.
También se aprecia en el papel protector en la relación del tío Bilbo con Frodo, también huérfano, y en la de éste con Sam en la última parte del libro, cuando la carga del anillo se hace insoportablemente pesada. Y sobre todo, “en la relación paterno filial entre Aragorn y Elrond el elfo”. Elrond, padre de Arwen, se opuso a su relación con el montaraz. Es otro importante punto de conexión basado en la vida real. Porque Tolkien, siendo menor de edad, se enamoró perdidamente de la que luego sería su mujer, Edith.
El andaluz se dio cuenta de que el joven estaba tan absorto que hasta estaba descuidando los estudios. Ante el temor de que los dejase, o que incluso se fugasen, tío Curro, en su condición de tutor, le dio a elegir: hacer lo que hizo su hermano, que se compró una granja, o estudiar para entrar en Oxford y dejar de ver a la chica hasta que no cumpliese los 21 años.
Lo cumplió a rajatabla, si bien al joven Tolkien el tiempo se le hizo agónico e interminable. El día de su vigésimo primer cumpleaños le escribió a Edith una carta y retomaron la relación. A juicio de Ferrández Bru “la decisión de Tío Curro fue lógica: un padre quiere lo mejor para un hijo, que estudie. Y consolidó la relación y la reforzó”.
Pero volvamos con el tío Curro. En 1933 recibe en Inglaterra, de manos de su sobrino Rafaelito Osborne Macpherson, el reloj. Fue una entrega dolorosa: su anterior dueño era su hermano Augusto, recién fallecido. Dos años después el sacerdote muere en su casa del Oratorio de Birmingham. A los hermanos Tolkien les dejó en herencia 1.000 libras a cada uno. Y al escritor, el antiguo reloj familiar.
Hoy se sabe que la única foto de tío Curro con Tolkien obra en poder de la familia del hermano, Hilary Arthur Tolkien. Nunca quiso difundirla. Lo que no se sabe es dónde está el reloj, que heredó el hijo mayor del escritor cuando éste murió en 1973. La familia llamaba al reloj el flip-flap: indicaba la hora mientras giraban las figuras con un movimiento y sonido muy similares a como lo hacen las páginas de un libro.

NICARAGUA: CURAS GOLPEADOS Y AMENAZADOS DE MUERTE, Y AHORA INCLUSO GRABADOS DURANTE LAS HOMILÍAS




P. Edwin Román, párroco de San Miguel Arcángel, en Masaya
El P. Edwin Román ya es todo un símbolo en Nicaragua. Párroco de la iglesia San Miguel Arcángel, en Masaya, tuvo que huir de su ciudad en el auge de la represión gubernamental, tras la ‘re-toma' de la ciudad por parte de la policía y las fuerzas paramilitares pro-gubernamentales, pues un día de mayo abrió las puertas de la iglesia para que fueran atendidos heridos por la acción de estos grupos paramilitares, informa la agencia de noticias Gaudium Press.
"Siempre recuerdo el 10 de mayo [pasado], un jueves. Estaba en mi cuarto y escuché disparos, explosiones y gente corriendo y gritando y no me sentí bien manteniendo la puerta de la casa cural cerradaPor tanto, abrí la puerta, las puertas, e inmediatamente comencé a ocuparme de los jóvenes heridos. Les di agua y esa noche, desde las siete hasta las tres de la mañana, estuvimos con los vecinos atendiendo a los jóvenes", relata el P. Román a Confidencial. Al día siguiente, más represión de Policía y paramilitares, con saldo de víctimas mortales.
"El presbiterio se tornó como una morgue, se dio refugio a las personas, y se convirtió [también] en un lugar para presentar quejas a la ANPDH (Asociación Nicaraguense Pro Derechos Humanos) por parte de madres que buscaban a sus hijos. [La iglesia] se convirtió en un dispensario con cerca de 14 paramédicos y cuatro doctores prestando atención". Eso los pro-régimen no lo perdonan y por ello y otras acciones de mediación tuvo que huir de Masaya; hasta hace poco regresó. Pero sabe que espías filman sus sermones, y el lunes pasado los paramilitares le recordaron que ahí estaban, amenazantes, listos a la agresión...
"Hay personas infiltradas en la parroquia, personas que vienen a grabarme. Me gusta ser grabado para que ellos puedan recibir el mensaje directamente y tal vez de esta manera alcancen su conversión", dice el presbítero Román. El lunes 13, según declaró el Padre a La Prensa, al salir de su parroquia de San Miguel Arcángel, fue amenazado por encapuchados del estilo de los grupos paramilitares favorables al régimen: "Me bloquearon la salida en la parroquia, luego me siguieron y me amenazaron. Lanzaron insultos impublicables", dijo. El Padre Román tiene medidas cautelares de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Confirmación de otro sacerdote agredido en Masaya: golpeado el P. Pedro Méndez
Hace unos días, el Cardenal Leopoldo Brenes reveló que el párroco de santa María Magdalena -la parroquia indígena del barrio Monimbó en Masaya-, el P. Pedro Méndez, había sido golpeado cuando una combinación de fuerzas policiales y paramilitares realizó la ‘re-toma' de la ciudad. Expresó el purpurado que ya el P. Méndez se encuentra recuperado físicamente. Y cómo él, hay numerosos sacerdotes amenazados, como el P. Juan de Dios García, párroco de Santiago Apóstol en Jinotepe.

3 CONSEJOS PARA QUE NO TE ENCUENTREN DESPREVENIDO




¿Cuántas veces limpio a profundidad mi corazón y lo preparo para la visita de Jesús?


Por: Julia Volcán | Fuente: New Fire 



Cada vez que me presento en un lugar nuevo y me toca decir de dónde soy, hay una breve pausa, no sé qué decir, porque he vivido en varios lugares del país y la verdad es que las personas terminan confundidas.
Me gradué de arquitecto y cuando estudiaba en la universidad vivía en una ciudad llamada Valencia, a 4 horas del lugar donde vive mi familia. Mi mamá y mi papá me visitaban frecuentemente, pero siempre pasaban dos cosas: me avisaban cuando iban saliendo o simplemente llegaban, tal cual, paracaídas. ¡No me daba tiempo de arreglar la casa!
Sentía pena con ellos porque siempre había algo fuera de su lugar: cartones en el piso, papel, lápiz y todo tipo de material que utilizaba para hacer mis trabajos. Lo que significaba que la casa no estaba en condiciones para recibirlos de la mejor manera. Terminaba ordenando a medias para que no me dijeran nada.
Les cuento esto porque era una situación que se repetía a menudo, y pensaba en lo triste que era recibirlos así cuando sé que se merecen lo mejor. Poco a poco, fui creando hábitos para que no me tomara por sorpresa y estar preparada… aplicaba la frase “no se sabe ni el día ni la hora”.
Así fue como me comencé a cuestionar: ¿Cuántas veces limpio a profundidad mi corazón y lo preparo para la visita de Jesús? Si hoy me tocara encontrarme con Dios, ¿qué le voy a ofrecer?.



Es cuestión de prioridades
“Hay tiempo para todo, es cuestión de prioridades”, es una de las frases que mi mamá siempre me repetía. Sin duda, tiene mucha razón.
Desde pequeños nos han enseñado a cumplir ciertos parámetros que nos ayudan a crecer como personas, sobre todo en el ámbito humano: ir al colegio, graduarnos, comenzar la carrera universitaria, comenzar a trabajar para luego formar una familia, o por lo menos es el común denominador dentro de los objetivos a alcanzar en la vida.
Estamos ocupados en lo práctico, las 24 horas del día no rinden para hacer todo lo que queremos estudios, viajes, fiestas… ¿y qué hay después de alcanzar todo esto?, ¿qué pasa dentro de ti?.
    “Marta, Marta, andas inquieta y preocupada por muchas cosas, cuando en realidad una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, y nadie se la quitará”. Lc 10, 41-42


Por eso, quiero dejarte algunos consejos que podrán ayudarte a organizarte mejor:  
1. Haz una lista
Selecciona las tareas que consideres más importantes o “de mayor prioridad”. Organizar tu día es vital para tener en mente los objetivos a alcanzar, pero no descuides limpiar y organizar lo que hay en tu corazón.
    “Lo que exteriorizas es reflejo de lo que hay en tu interior”
La vida espiritual te fortalece y te ayuda a enfrentar todos los retos del camino, te ayuda a hacer extraordinario lo ordinario, y eso precisamente es lo que Cristo quiere de ti: que seas tú mismo y hagas lo que una persona de tu edad hace sin perder la mirada en Él.
“Necesitamos Santos que van al cine, oyen música y pasean con los amigos. Necesitamos Santos que coloquen a Dios en primer lugar, pero que sobresalen en la universidad. Necesitamos Santos que buscan tiempo cada día para rezar y que sepan enamorar en la pureza y castidad, o que consagren su castidad. Necesitamos Santos modernos, Santos del siglo XXI con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo”.

2. Crea hábitos
Los actos más pequeños y que tal vez piensas que no tienen relevancia, ayudan a forjar tu voluntad, a mantener un orden en todos los aspectos de tu vida, aprendes a tener dominio de ti mismo y lo más interesante es que ¡tú tienes el control sobre tus “pasiones”!
Te recomiendo que empieces con cosas pequeñas, que te sientas capaz de lograrlo, como por ejemplo: arreglar tu cama al levantarte o rezar un Ave María en acción de gracias por un día más de vida.
Todo proceso es gradual, lo importante es la constancia en ellos, son actos pequeños, posibles pero agradables a Dios.
3. No des todo por sentado
Aunque el tiempo no es suficiente para ciertas cosas, a veces sentimos demasiada seguridad de que hay tiempo de sobra para otras… lo que nos corresponde hacer hoy lo dejamos para después, comenzando por hacer el bien, siempre esperamos el último momento para comenzar a creer: “¿Qué tanto?, después pido perdón, después hago el bien” y después se me va la vida y no hay después.
    “¡Dichoso ese criado si, al llegar su Señor, lo encuentra haciendo lo que debe! “Lc 12, 43
Nadie tiene la garantía de que habrá un mañana, ¿y qué hay con eso?, cada día que vives es una oportunidad para comenzar de nuevo pero depende de ti y de las ganas que tengas para hacer lo mejor; tal vez de ti depende que alguien sonría porque le diste un buenos días o tan sólo dijiste por favor y gracias, recuerda: los pequeños detalles hacen grandes diferencias.
Solo una cosa es esencial
Todas nuestras acciones tienen sello de eternidad, es decir, todo lo que hoy hagas puede sumar o restar para esa “preparación del corazón” en tu camino hacia la santidad.
No quiero asustarte con esto sino invitarte a darle sentido a todos tus actos y que en ellos busques agradar a Dios, por amor, “obedecer en lo pequeño en el tiempo que Dios te ha concedido”.
Estamos aquí por un acto de obediencia, la obediencia del hijo al Padre. Una obediencia que fue sufrida pero que trajo una gran bendición.Y sí, la obediencia bendice… y ese debe ser nuestro mayor ejemplo.
Para obedecer necesitamos escuchar, y solo podemos escuchar si estamos dispuestos. No te predispongas al plan que Dios tiene para ti.
Cuando Dios creó la humanidad pensó en su felicidad, nos creó con varios fines, uno de ellos para hacer el bien, y es que todo el mundo necesita hacer el bien para sentirse bien (por filantropía o por convicción), es una necesidad.
Ante los ojos de Dios estamos hechos para un bien mayor, nos creó para ser felices eternamente, pero para alcanzar esa plena felicidad tuvo que dejarnos ciertas reglas que encausan nuestro andar, un regla esencial… la regla del AMOR.
Muchas veces no sabemos cómo amar, pensamos que Dios nos exige por capricho, y como no lo entendemos decidimos hacer las cosas a nuestra manera. En la terquedad del hombre, pensando que podremos con todo y en el tiempo que nosotros dispongamos.
Haz que cuente
El tiempo, ha sido uno de los tantos regalos que se nos ha dado, con un valor particular; el tiempo es camino y oportunidad, es ocasión de gracia.
¿Cuánto tiempo es nuestra vida en comparación con la eternidad? Pasaremos más tiempo muertos que vivos, el tiempo es la oportunidad para realizar la misión; se nos ha dado mucho y mucho se nos exigirá.
Tu tiempo es hoy y ahora, el de ser mejor, el de agradar a Dios, el de trabajar con tu realidad de vida para tu santidad, con tus imperfecciones, es tiempo de creer en tí y usar los talentos que Dios te ha dado, no hay tiempo para perder el tiempo persiguiendo falsas promesas, es tiempo de vencer el mal haciendo el bien.
    “Si aún puedes ser mejor de lo que eres, es evidente que aún no eres tan bueno como debes” San Agustín
Nunca es tarde, hoy puedes ser mejor que ayer, puedes comenzar a preparar tu corazón y que no te agarren desprevenido. Hoy tienes el tiempo en tus manos, hoy puedes comenzar a determinar cuáles son tus prioridades, lo que hoy vives es lo único seguro que tienes…

EVANGELIO DEL DÍA Y MEDITACIÓN

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Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,17-25:

No me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo. El mensaje de la cruz es necedad para los que están en vías de perdición; pero para los que están en vías de salvación, para nosotros, es fuerza de Dios. Dice la Escritura: «Destruiré la sabiduría de los sabios, frustraré la sagacidad de los sagaces.» ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el sofista de nuestros tiempos? ¿No ha convertido Dios en necedad la sabiduría del mundo? Y como, en la sabiduría de Dios, el mundo no lo conoció por el camino de la sabiduría, quiso Dios valerse de la necedad de la predicación, para salvar a los creyentes. Porque los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados a Cristo, judíos o griegos, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

Salmo

Sal 32 R/. La misericordia del Señor llena la tierra

Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.
Que la palabra del Señor es sincera, 
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho, 
y su misericordia llena la tierra. R/.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos,
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,1-13

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»

Reflexión del Evangelio de hoy

Predicamos a Cristo crucificado, sabiduría de Dios 

El texto es un acertado compendio de la singular teología de la cruz que nos lega Pablo apóstol. Cierto que la cruz es un hecho desconcertante, no obstante es la expresión definitiva de la fuerza salvadora de Dios. Desde este prisma hay que leer toda la historia de los hombres, como asimismo es obligado procesar nuestra predicación desde ese peculiar ángulo. Está más que acreditado que la sabiduría de los hombres no ha sido capaz de salvar a nadie; por eso se contrapone el hecho que la Palabra de Dios es fuente de salvación, sinónimo de la verdadera sabiduría. Locura de la cruz que nada tiene que ver con la imagen que griegos y judíos proyectan sobre Jesús de Nazaret, mas para los que en él creemos es una elocuente imagen de Dios que dice mucho de la fidelidad de Cristo, el que muere en la cruz vaciándose por el mundo sufriente y amando a los suyos hasta más no poder. Por eso en el Jesús dolientemente solidario con el sufrir humano Dios nuestro Padre declara su modo de ser y de obrar, manifestando de este modo toda su sabiduría y todo el inmenso poder del amor.

Las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas

El telón de fondo de esta parábola es una celebración nupcial tal como se hacía en Israel en tiempos de Jesús; el último día, el novio con sus amigos se dirigía a casa de la novia que esperaba con sus amigas. Si la negociación entre familias con vistas al matrimonio se alargaba, la espera de la novia y sus acompañantes también se dilataba. Al fin, cuando el novio llegaba, se formaba un solo cortejo hacia su casa donde se celebraba el matrimonio y el banquete. El recado central no marca el acento en si las muchachas previsoras fueron o no generosas con las jóvenes descuidadas, ni si el novio se hacía esperar. Lo central es que cinco de las jóvenes estaban preparadas, fueron previsoras, no lo dejaron todo para el último momento ni improvisaron su alerta y alegre disposición; porque al estar siempre dispuestas acompañaron al esposo en el momento preciso. Es una excelente imagen del discípulo del Señor: el que espera con todo su equipaje dispuesto, y reflexivo y prudente edifica su casa sobre roca. La fidelidad al Señor y su Palabra en el tiempo que tenga que durar la espera es el mejor síntoma de estar habilitado para cooperar en el proyecto del Reino de los cielos. Es un gesto, además, de responsabilidad personal, pues no se puede dilapidar todo el capital de nuestra esperanza entendiendo que ésta no se procesa en clave de fidelidad y constancia creyente. El seguimiento de Jesús no consiste en arrebatos más o menos intermitentes, sino en buscar el Reino de los cielos y su justicia en cada instante de nuestra existencia, pues cada momento es regalo y tiempo de Dios.
La sabiduría de la cruz nos ayuda a vivir la fe con sensibilidad respecto a nuestro mundo doliente ¿se implica la comunidad en este testimonio?
Fr. Jesús Duque O.P.
Fr. Jesús Duque O.P.
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)

jueves, 30 de agosto de 2018

FE QUE SE TOCA


LUZ CASAL: PIENSA EN MI

NO ES LO MISMO ESTAR EN REDES SOCIALES QUE HACER APOSTOLADO EN ELLAS: 8 CONSEJOS PARA EVANGELIZAR




Es innegable, todos tenemos perfiles de redes sociales, y cuando digo todos me refiero no solo a personas naturales como tú y yo, sino que aquí incluyo cualquier tipo de iniciativa colectiva. Hasta el grupo más sencillo y humilde tiene un perfil en alguna red social para mostrar las actividades que realiza. Nuestras parroquias, comunidades y movimientos no se quedan atrás en la misión particular de evangelizar en redes sociales, pero esta necesita ser tomada en serio, explica Sebastián Campos en Catholic Net.
Los invito a que, con sinceridad, hagamos una distinción: una cosa es tener un perfil en alguna red social (Facebook, Instagram, Twitter, YouTube, etc) y otra cosa muy distinta es evangelizar en ella. Estar presente en algo no es sinónimo de formar parte de ese algo. Si no, cualquiera que se compra zapatillas es deportista o cualquiera que tiene un lápiz y un cuaderno es escritor. Hecha esta salvedad, no todo es malo e infructuoso, pues queda demostrado un sincero esfuerzo de buscar espacios para anunciar la buena noticia y para compartir la alegría de creer en Jesús.
A veces caemos en errores inconscientes, el mayor de ellos: pensar que las redes sociales funcionan igual que el diario mural de la parroquia. Busquemos nuevas formas para comunicar la Buena Nueva y al mismo tiempo miremos con objetividad aquellas prácticas que hacemos pensando en hacer apostolado, pero que no tienen nada que ver con este fin.
1. Estar en las redes sociales no es suficiente para evangelizar en las redes sociales
Para evangelizar lo principal es que comuniquemos "La Buena Noticia". Compartir la Buena Noticia de que, a pesar de nuestro pecado, Dios nos ama, nos reconcilia con Él a través de Jesús y este nos da la Vida Eterna. Lo más importante no solo es transmitir el mensaje, sino cuidar la forma en que lo hacemos.
Compartir mensajes de la Iglesia, actividades, fotos de nuestras actividades, argumentos para defender nuestras posturas, música, reflexiones espirituales, invitaciones a eventos, etc. Todo eso, sin duda es importante, pero más importante es preguntarnos: ¿De mis últimas publicaciones, con cuál anuncio el Evangelio realmente?, ¿cuál de esas significa un mensaje de amor de parte de Dios para quien la lee?
 2. Seamos más que los noticieros de la Iglesia
Muchos de nuestros perfiles, sobre todo los comunitarios, esos de las parroquias y grupos; más que un medio de evangelización, parecen un canal de noticias. Eso es fantástico, pero no es sinónimo de evangelizar.
Basta con visitarlos, para enterarse de todo lo que ocurrirá y ocurrió, verás las últimas actividades del Papa, del Obispo, la más reciente actividad benéfica que se hizo en la parroquia, los lindos retiros, la próxima jornada de formación y así, una lista infinita de las muchas cosas que ocurren en la Iglesia. Si me preguntas, esto es importante, pero lamentablemente solo lo es para aquellos que formamos parte del grupo.
Pregúntatelo sinceramente: ¿a alguien que necesita consuelo y esperanza, le servirá de algo saber que el Obispo acaba de confirmar a 120 chiquillos?
3. Qué linda estuvo la actividad a la que no fui... pero, ¿qué más me comunica?
Una cosa es evangelizar, otra es compartir fotos de lo que hacemos, y cuando se trata de "álbumes de 300 fotografías de la última Eucaristía mensual para niños", pues tiene poco que ver con evangelizar en Internet y tiene más que ver con dar testimonio de aquello que nuestras comunidades hacen.
Insisto, es maravilloso tener registro de todo eso, sobre todo si mi hijo estaba en esa Misa, pero es incómodo cuando los perfiles en redes sociales hacen eso, pues parece que se trata de una campaña para demostrarnos lo maravillosas, entretenidas y refrescantes que son todas las actividades a las que no voy... Tal vez un tiempo en seleccionar las fotos más conmovedoras y que representen la solemnidad del momento podría comunicar mejor el amor de Dios.
4. Nos acompañamos, nos animamos, hacemos comunidad
Sin duda, este es uno de los "hábitos" más provechosos de la web. Pero no solo se trata de compartir conocimientos, contenidos y otras materias teóricas. También hay mucho de acompañamiento real, de conversaciones "uno a uno", de consejos, de preguntas y respuestas. Las redes sociales no solo son un muro donde pegamos informaciones, puede ser también una gran cafetería donde nos podemos sentar solos, en pareja o con un gran montón de amigos. Yo prefiero esto último.
Tan cercanos nos sentimos, que las redes sociales nos permiten sentirnos cerca e incluso establecer amistades, con personas que nunca hemos visto frente a frente. Nos ayuda a conocer más sacerdotes y que estos nos den testimonio de su vocación y sobre todo, nos permiten acompañar a aquellos que más necesitan de esperanza, consuelo y amor. Aprovecha esta oportunidad.
5. Hablamos y no nos ponen atención. Escoge con cautela el momento y el lugar
¿Te ha pasado que compartes la imagen de una actividad o evento y luego de unos días no tiene ni un solo "me gusta"? Sin duda es incómoda esa sensación de haberle hablado al aire sin obtener respuesta. Pero tranquilo, quizás no es problema de tu mensaje, sino que del lugar donde decidiste publicarlo. He visto recordatorios para la reunión de coordinación de agentes pastorales, pero publicados en "Twitter". Seguro cientos de personas lo vieron, es decir, yo lo vi y no tengo nada que ver con esa reunión que no solo se hizo en otra ciudad, sino, en otro país.
Otras veces, vemos personas frustradas porque nadie confirma que "asistirá" a tal o cual evento organizado por el grupo. Difícilmente alguien nuevo irá, si los únicos que ven sus publicaciones son sus amigos de siempre, esos mismos que están organizando la actividad a la que se invita.
¿Quizás para la reunión de coordinación es mejor un grupo de Whatsapp no? Y al mismo tiempo, para que la gente vaya a tu evento, no es tan buena idea poner todas las fichas a un evento en Facebook y esperar a que el salón se llene de gente nueva.
6. Los que confunden WhatsApp con su muro de Facebook
Sin duda WhatsApp cambió la forma en que nos comunicamos, sobre todo porque tenemos "grupos" con las personas que forman parte de nuestro trabajo, de nuestros proyectos y por supuesto, los de la Iglesia.
Es lindo cuando el grupo de WhatsApp de "los de la Iglesia" es una instancia para saludarse, desearse un buen día y mantenerse conectados con las vidas de los demás, además de intercambiar mensajes de trabajo pastoral y tareas de cada uno.
Lo incómodo (y que hace que muchos silenciemos los grupos por un año, y ojalá se pudiera hasta la eternidad, hasta la segunda venida de Jesús) es que algunos usan esta red social como su muro de Facebook y envían imágenes, noticias, videos, canciones y un montón de cosas, que, además de dejar nuestros teléfonos sin memoria, hacen que terminemos detestando ese "grupo de WhatsApp" porque al final de cada día tenemos cientos de mensajes por revisar y pocos tienen que ver con el objetivo que tiene ese grupo.
Cuidemos la comunicación dentro de la Iglesia, para que no nos pase que terminamos por ignorar todo lo que nos dicen y que también nos ignoren a nosotros cuando decimos algo.
7. La jornada mundial de las frases "Cliché"
"Ven a vivir nuevas experiencias", "Jesús te espera", "Conocerás nuevos amigos", "Talita Kum, Joven Levántate", "Una experiencia que no olvidarás".... ¿Te suena todo esto? Es como el cuento de Pedrito y el lobo: lo hemos repetido tanto que ha perdido el valor. Yo no digo que sea mentira, pues de verdad Jesús nos espera, pero estas frases están tan utilizadas en nuestros post, afiches, lemas y todo lo que comunicamos, que ya nadie nos cree.
Es probable que logremos captar más la atención si nos detenemos un poco a pensar y le pedimos al Espíritu Santo que nos sople ideas nuevas y frescas para cautivar a más corazones. Comunica tu experiencia de encuentro más que las frases que has escuchado hasta el cansancio.
8. El que busca peleas con todo el mundo... las encuentra
¿Han visto esas publicaciones que incitan a respuestas agresivas? Está demás decir que no hay nada de buena noticia (evangelización) en ello, solo se busca calentar los ánimos.
Es como si estuvieran moviendo los brazos y ajustando los guantes para pelear. Yo incluso pienso que tienen links guardados esperando los comentarios de los que no están de acuerdo, sobre todo si se trata de temas morales. Esas discusiones que no hacen más que alejarnos los unos de los otros y que no solo aleja a los que discuten sino a todos, no tienen ningún sentido.
Es claro que el rol del profeta es anunciar y denunciar, pero al mismo tiempo debe preguntarse antes de publicar algo: ¿edifica, construye, da esperanza, es una Buena Noticia, quien lo lea recibirá algo de parte de Dios? Quizás, aunque sea verdad lo que quiero compartir, no ayude a nadie.