El cura, de 39 años, desapareció el pasado 18 de agosto después de celebrar Misa en Uruapan (Michoacán. México)
El sacerdote Miguel Gerardo Flores, de 39 años y que pertenecía a los Misioneros de la Sagrada Familia, ha aparecido muerto en la localidad de Nueva Italia, situada en el municipio de Múgica, en Michoacán (México).
El rastro del sacerdote se perdió el pasado 18 de agosto. Ese día fue visto por última vez en el municipio de Uruapan, el segundo municipio más grande de Michoacán, a donde acudió a celebrar la Santa Misa.
En un comunicado de prensa, la Arquidiócesis de Morelia ha expresado sus «condolencias a los familiares del desaparecido sacerdote y a toda la comunidad de los Misioneros de la Sagrada Familia».
Asimismo, ha pedido la «intercesión y el consuelo de la Virgen, Nuestra Señora, María de la Salud, por la grave situación de violencia» que se vive en la zona. Ante ella, la diócesis invita «a todos a imitar a Jesús y a vivir en su paz»,
Comprometido con la formación familiar
El Miguel Gerardo Flores nació en Sombrerete, en el Estado mexicano de Zacatecas, hace 39 años. Profesó sus votos perpetuos en la Comunidad de los Misioneros de la Sagrada Familia y fue ordenado sacerdote en el 2007
Actualmente, servía como vicario parroquial en la iglesia de Santa Catarina de Alejandría, en Jucutacato, en el Estado de Michoacán. Además, estaba al frente del Centro de formación familiar infantil y juvenil Nazareth.
Alfa y Omega
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