P. David Gutiérrez / Patrimonio – Cádiz y Ceuta
El 19 de Diciembre, la Delegación Episcopal para el Patrimonio Cultural de la Iglesia de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, organizó un viaje fraterno y cultural a la ciudad de Sevilla con motivo de visitar la Exposición “Murillo y Justino de Neve. El Arte de la Amistad”.
Un grupo de sacerdotes se desplazaron hasta la Plaza Virgen de los Reyes de la Capital andaluza para comenzar, en torno a las 11 de la mañana, visitando el Palacio Arzobispal. Allí les esperaba D. Fernando García Gutiérrez, Delegado Episcopal de Patrimonio de Sevilla, junto a D. Emilio Gómez Piñol, catedrático de Historia del Arte de la Universidad sevillana. Guiados por la docta palabra de D. Emilio, pudieron disfrutar de una impresionante visita por las dependencias más destacadas del Palacio: Patios, Escalera monumental, Salón Principal, Antecomedor, Galería del Prelado, Salón del Trono, Oratorio del arzobispo Antonio Paíno,… Igualmente comprobaron que el interior de este edificio alberga la segunda pinacoteca de Sevilla, con hermosos lienzos de Zurbarán, Pacheco, Roelas, Murillo, Espinal,…
Después de esta visita se desplazaron hasta el Hospital de los Venerables en pleno corazón del Barrio de Santa Cruz, sede de la Fundación Focus-Abengoa. Les acompañó en todo momento la Sra. Directora de la Fundación, así como el Sr. Arquitecto que llevó la dirección en la restauración del edificio hospitalario junto a D. Enrique Ayarra, Maestro de Capilla de la Catedral hispalense. En el interior de este edificio, en una de las antiguas salas de enfermos, se encontraba la Exposición de Murillo. Era la primera vez que se reunían en Sevilla los lienzos que el canónigo Justino de Neve le encargó a su amigo Murillo para la Catedral, para la Iglesia de Santa María la Blanca y finalmente para el mismo Hospital que acogía la Exposición. Con la invasión de los franceses dichos lienzos fueron dispersados por museos y colecciones particulares de todo el mundo. De todas las obras expuestas, brilló con luz propia la famosa “Inmaculada de los Venerables” que actualmente pertenece al Museo Nacional del Prado y que pudieron contemplar en su Altar y Marco original, a la vez que el Maestro Ayarra les deleitaba con la música del órgano.
Después de visitar el “Centro Velázquez”, en el mismo edificio, se dirigieron a un restaurante donde tuvieron una comida fraterna donde se planteó la posibilidad de repetir, en otros lugares, dicha experiencia debido al éxito de la Jornada, convencidos de que la “Vía Pulcritudinis” (El Camino de la Belleza) es, sin lugar a dudas, unos de los mejores caminos para llegar a Dios.
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