lunes, 24 de diciembre de 2012

A BERNABÉ BAREA DEL VALLE: ¡BUEN AMIGO!

"Me detuve un momento, en mi solitario caminar; eran las siete de la tarde de un esplendido día del mes de Abril. Ante mi una sierra impresionante, la del Caíllo, con una altitud de 1.397 metros, este tajo abrazado a un centenar de hogares que los protege de los temporales; en sus casas llenas de amor hay cunas y lechos, corazones de madres que han dado luy y vida a jóvenes llenos de esperanza y optimismo para lograr un pueblo acogedor, tranquilo y sublime, hecho en la piedra para atrapar en sus rocas cuantos tienen la suerte de vivir en este Edén". D. Emilio Barea Sellet (Historias y leyendas de Villaluenga del Rosario).




Berna en el taller de su querido padre D. Emilio Barea Moscoso.


Mi querido Berna:

Sé que esta noche, para ti y tu familia, no es una buena noche y no porque no queráis celebrar la Venida del Hijo de Dios sino porque hace muy poco tiempo que os abandonó vuestro padre, D. Emilio Barea Sellet.

Sabes que Dios no ha querido que nos hayamos podido conocer aunque me hubiera gustado porque, por lo que me cuentas de él y lo que he leído ha sido un caballero, un buen marido, padre, persona, un hombre enamorado de su tierra, de su pueblo, de sus raíces, de Villaluenga del Rosario.

Hoy, estarás trabajando en el hotel "La Posada", no te reunirás con la familia porque el hueco dejado por tu padre es demasiado hondo y tu corazón y ánimo no están para mucho. Comprendo que quieras mantener a raya, alejada de recuerdos y emociones, tu mente y tu corazón. Piensa, mi buen amigo, que todos los días puedes celebrar el Nacimiento del Niño Jesús porque todos los días Nace en nuestros corazones. ¡Eso es lo bueno de ser Dios y ser Misericordioso!

Nos conocemos desde hace tres meses y parece que somos amigos de siempre. Hablando contigo puedo pasar horas que se hacen cortas pues eres digno hijo de tu padre. 

Siempre te estás dando, entregando lo mejor de ti, ofreciendo las manos y los brazos a todos cuántos tengas que ayudar. Eres un enamorado de tu pueblo y ese "enamoramiento" lo estás compartiendo conmigo que, poco a poco, voy queriendo más al que ya considero mi pueblo, nuestro pueblo: Villaluenga del Rosario. Me estás haciendo conocer y vivir de otra forma las cosas de este bendito pueblo situado en lo más alto de la Provincia de Cádiz y que limita con la de Málaga. 

Hoy, amigo mío, no es un buen día para ti. Lo sé, lo comprendo y por eso mismo quiero dedicarte este post en mi blog, que es el tuyo, en lo que es el penúltimo que escriba esta noche, esta Santa Noche. 

Dale un beso a tu querida madre, Teresa, a tu familia, a tu novia y tú, mi querido amigo Berna, recibe un fuerte abrazo de dos amigos que te aprecian, valoran y quieren de verdad.

Si Dios así lo quiere el próximo fin de semana estaremos por nuestro pueblo y podremos disfrutar de un rato de sana conversación, de alegre compañía.

Te mereces lo mejor porque eres un buen hijo, tu padre allá en la Gloria está muy orgulloso de ti, un buen hermano, un buen novio, sobrino, amigo y un profesional como la copa de un pino.

Un fuerte abrazo Berna, y a pesar de los pesares, FELIZ NAVIDAD.

Jesús Rodríguez Arias

P.d.: El día de mi cumpleaños me regalaste un libro escrito por tu padre y te pedí que me lo dedicaras: 

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