lunes, 24 de diciembre de 2012

EL OTRO DÉFICIT DE ESPAÑA: FALTAN 280.000 NACIMIENTOS.

La Razón




Casi seis millones de personas no encuentran empleo –una de cada cuatro–, hay 1,7 millones de hogares españoles con todos sus miembros en paro, el 21% de la población está por debajo del umbral de pobreza y casi la mitad no puede irse de vacaciones ni una semana al año. Sin embargo, y a pesar de todas las dificultades que afrontan millones de hogares, España no se rompe y mira adelante. ¿Por qué? En parte es gracias al imprescindible papel que desempeña la familia como institución. Así, el único dinero que entra en muchos hogares es el de la pensión de jubilación. Este ingreso es el único elemento de subsistencia para miles de familias, teniendo en cuenta que el número de parados que no cobra ninguna prestación por desempleo ha superado ya, y por primera vez en el último cuarto de siglo, los dos millones. Según un estudio de la Obra Social de La Caixa, en nuestro país hay en la actualidad unos 300.000 hogares en los que todos sus miembros quieren trabajar y no pueden, y donde además hay alguien mayor de 65 años, cifra se ha disparado con la crisis. De esta forma, en 2007, año anterior al comienzo de la recesión económica mundial, estos hogares eran sólo 96.000; un año después, eran ya 137.000; en 2010, año central de la crisis, el número se había duplicado y pasando a ser 265.000. Del mismo modo, mientras que en 2007 había un 6,2 por ciento de familias con todos sus miembros en paro y donde el sustentador económico principal era mayor de 65 años, el año pasado estos hogares representaban ya el 18,3 por ciento del total. «Los abuelos juegan un gran papel: soportan el cuidado de los nietos e incluso de sus hijos, cuando éstos pasan por dificultades», dice Teresa López, vicepresidenta de Acción Familiar. Además, no sólo se retrasa la emancipación de los más jóvenes, sino que muchos se ven obligados a volver al hogar, algo que afecta a uno de cada diez jóvenes de entre 18 y 29 años, medio millón de personas aproximadamente. Para la vicepresidenta de Acción Familiar, sin familia no puede haber crecimiento económico. «No puede haber cohesión y estabilidad social sin una familia fuerte. España no aguantaría tener casi seis millones de parados sin una familia sólida», dice López. En la misma línea se pronuncia Conrado Giménez, presidente de la Fundación Madrina, para quien «la familia es la más importante empresa de un país, pero la menos valorada y apoyada». Afirma que hay estudios que cifran entre el 40 y el 50% la riqueza de un país que depende de la familia, a la que califica de amortiguador de las desigualdades sociales, motor de la economía, de la salud y de la educación. Por este motivo reclama más conciliación y apoyo para esta institución. «Invertir en formación y en familia es la única receta para salir de la crisis y volver a ser líderes mundiales en riqueza y en valores», afirma el responsable de Fundación Madrina.
Más de 300.000 hogares sobreviven gracias a la pensión de los abuelos
Madrid- Casi seis millones de personas no encuentran empleo –una de cada cuatro–, hay 1,7 millones de hogares españoles con todos sus miembros en paro, el 21% de la población está por debajo del umbral de pobreza y casi la mitad no puede irse de vacaciones ni una semana al año. Sin embargo, y a pesar de todas las dificultades que afrontan millones de hogares, España no se rompe y mira adelante. ¿Por qué? En parte es gracias al imprescindible papel que desempeña la familia como institución. Así, el único dinero que entra en muchos hogares es el de la pensión de jubilación. Este ingreso es el único elemento de subsistencia para miles de familias, teniendo en cuenta que el número de parados que no cobra ninguna prestación por desempleo ha superado ya, y por primera vez en el último cuarto de siglo, los dos millones. Según un estudio de la Obra Social de La Caixa, en nuestro país hay en la actualidad unos 300.000 hogares en los que todos sus miembros quieren trabajar y no pueden, y donde además hay alguien mayor de 65 años, cifra se ha disparado con la crisis. De esta forma, en 2007, año anterior al comienzo de la recesión económica mundial, estos hogares eran sólo 96.000; un año después, eran ya 137.000; en 2010, año central de la crisis, el número se había duplicado y pasando a ser 265.000. Del mismo modo, mientras que en 2007 había un 6,2 por ciento de familias con todos sus miembros en paro y donde el sustentador económico principal era mayor de 65 años, el año pasado estos hogares representaban ya el 18,3 por ciento del total. «Los abuelos juegan un gran papel: soportan el cuidado de los nietos e incluso de sus hijos, cuando éstos pasan por dificultades», dice Teresa López, vicepresidenta de Acción Familiar. Además, no sólo se retrasa la emancipación de los más jóvenes, sino que muchos se ven obligados a volver al hogar, algo que afecta a uno de cada diez jóvenes de entre 18 y 29 años, medio millón de personas aproximadamente. Para la vicepresidenta de Acción Familiar, sin familia no puede haber crecimiento económico. «No puede haber cohesión y estabilidad social sin una familia fuerte. España no aguantaría tener casi seis millones de parados sin una familia sólida», dice López. En la misma línea se pronuncia Conrado Giménez, presidente de la Fundación Madrina, para quien «la familia es la más importante empresa de un país, pero la menos valorada y apoyada». Afirma que hay estudios que cifran entre el 40 y el 50% la riqueza de un país que depende de la familia, a la que califica de amortiguador de las desigualdades sociales, motor de la economía, de la salud y de la educación. Por este motivo reclama más conciliación y apoyo para esta institución. «Invertir en formación y en familia es la única receta para salir de la crisis y volver a ser líderes mundiales en riqueza y en valores», afirma el responsable de Fundación Madrina, informa Erik Montalbán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario