Ha llegado a las librerías el “Cuarto informe sobre la doctrina social de la Iglesia en el mundo”, del Observatorio Cardenal Van Thuân, de Trieste, Italia, publicado por Ediciones Cantagalli.
Por cuarto año consecutivo el Observatorio, en colaboración con otros cinco centros de estudio, reflexiona sobre la situación de la doctrina social de la Iglesia en los cinco continentes, señalando los hechos nuevos, los desafíos emergentes y las enseñanzas del magisterio más importantes. El arzobispo Giampaolo Crepaldi, obispo de Trieste, presidente del Observatorio y principal responsable del proyecto del informe, explica algunas de las novedades del informe de este año.
¿Quiere explicarnos el título que han dado a este cuarto informe: “La colonización de la naturaleza humana”?
--Arzobispo Crepaldi: El informe cada año hace el seguimiento de los principales hechos de justicia y paz en los cinco continentes. El punto principal que emerge este año es la colonización de la naturaleza humana, es decir, las enormes presiones internacionales que se ejercen sobre los gobiernos para que cambien su tradicional legislación sobre la procreación, sobre la familia y sobre la vida. El ataque esta dirigido principalmente contra los países de América Latina, hecho que habíamos ya señalado en los informes precedentes.
¿Cúales son los fenómenos principales de esta “colonizaciñon de la naturaleza humana”?
--Arzobispo Crepaldi: Entre otros muchos, en el informe hemos indicado el caso de Argentina. En un solo año, 2011, este gran país de tradición cristiana ha tenido una ley sobre el reconocimiento de la “identidad de género”, que ha desnaturalizado la familia, y una modificación del Código Civil para permitir el “alquiler de útero”, que ha desnaturalizado la paternidad. Alguna de las leyes en cuestión fueron aprobadas en los primeros meses de 2012, pero fueron discutidas y elaboradas el año precedente. Alguna esta todavía en estudio en una de las ramas del parlamento después de haber sido aprobada por la otra, pero la tendencia es clarísima. En un año ha sido revolucionada la base de toda la sociedad argentina, han sido relegadas las noción de “naturaleza humana” y la inspiración de la fe católica para la construcción de la sociedad.
En su opinión ¿por qué América está en el punto de mira de estos ataques?
--Arzobispo Crepaldi: El continente europeo, de antigua tradición cristiana, está ampliamente secularizado y las legislaciones de muchos países –pensamos en Holanda, Francia, Inglaterra, España y recientemente también Croacia– han permitido laxamente prácticas y comportamientos en pleno contraste con la ley moral natural. El segundo núcleo –en la actualidad podemos decir el primero por importancia numérica- mundial del cristianismo es América Latina, donde hasta el momento la tradición cristiana ha impedido la plena secularización de los valores morales, y en la mayor parte de los estados las leyes tutelan todavía la vida, y la familia natural fundada sobre el matrimonio. Por esto, a mi entender, en la mira de los ataques se encuentra América Latina.
¿Por qué la llama “colonización”?
--Arzobispo Crepaldi: Porque es el fruto de la mentalidad del occidente hastiado y nihilista que se quiere exportar con presiones a los países de América Latina. En un tiempo el occidente colonizaba en el sentido clasico del término, ahora coloniza culturalmente, proponiendo una mentalidad contraria a la ley moral natural, y haciendo presión para que los estados todavía “atrasados” entren al fin en el “progreso”.
Anualmente el Informe acoge el “estudio del año”. ¿A que argumento ha sido dedicado este título en el Cuarto informe?
--Arzobispo Crepaldi: En coherencia con lo dicho anteriormente, el estudio del año lo hemos dedicado a la ideología de género y ha sido escrito por la doctora Elizabeth Monfort, diputada al Parlamento Europeo, estudiosa de la materia y autora de libros además de ser presidenta de una asociaciñon francesa que propone un nuevo feminismo europeo. La ideología de género se ha difundido, sin encontrar oposición, en los países avanzados y es enseñada en los manuales escolásticos de los colegios públicos sin que esto provoque grandes protestas. Ahora es exportada sistemáticamente en los países emergentes o pobres. Es una ideología sutil y difusiva, que en nombre de los “derechos individuales”, convertidos en dogma por el occidente, y de una presunta igualdad entre individuos asexuados, es decir abstractos, lleva a cabo una deconstrucción de todo el implante social.
Un capítulo importante del Informe es habitualmente la presentación del magisterio de Benedicto XVI llevado a cabo durante el año en cuestión. ¿Que nos dice en esta ocasión?
--Arzobispo Crepaldi: Quisiera recordar que, como documento del año, hemos seleccionado el discurso que el papa hizo en el Bundestag de Berlín, el 22 de septiembre de 2011, que está centrado completamente en la ley moral natural, que cuando no es respetada los estados se convierten en una “banda de ladrones”, como decía san Agustín. Hay también un capítulo sobre el magisterio social del papa en 2011, un magisterio como siempre muy rico. En el viaje a Alemania y en muchas otras ocasiones Benedicto XVI llamó a abrir un lugar para Dios en el mundo.
La parte más cospicua del Informe se refiere a los cinco continentes. ¿Que novedades han emergido?
--Arzobispo Crepaldi: Las informaciones y los apuntes de reflexión aquí son muchísimos. El informe examina en primer lugar la escena internacional y la actividad de la Santa Sede, después continente por continente, ofreciendo una mina de informaciones difícilmente sintetizables. No me queda otra alternativa che remitirles a la lectura del texto. Pero una novedad de este año quisiera recalcar se refiere al seguimiento de Europa del Este, que en los informes anteriores fue descuidada. En 2011, tuvimos el caso de Bulgaria, que se dio una nueva Constitución que prevé la protección de la vida desde la concepción, mientras que en otros países la evolución en este tema fue en dirección opuesta. Interesantes son también los capítulos sobre Asia y África. Para el primer continente, el Informe toca las consecuencias de la explosión de la central nuclear de Fukushima, del asesinato de Bhatti en Pakistán, y el feminicidio de las niñas. En relación con el segundo, tocamos la “primavera árabe” y la penetración de China en el continente africano. En resumen, una panorámica muy articulada.
¿Que lugar ocupa el Informe dentro de la actividad del Observatorio?
--Arzobispo Crepaldi: Es la punta del diamante, la actividad que sintetiza nuestro trabajo cotidiano y lo transforma en un servicio informativo y en una propuesta sintética de lectura de lo hechos.
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