CÓRDOBA, 22 Dic. 14 / 03:10 am (ACI/EWTN Noticias).- El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández ha enviado su carta pastoral semanal en la que habla de la inminente fiesta de la Navidad, “el gran acontecimiento del nacimiento del Señor” que nació sin nada en Belén.
Por eso el Obispo de Córdoba recuerda que precisamente en los más necesitados “se prolonga Cristo hoy”. “Aquel Hijo de Dios despojado de todo sigue vivo en tantos hermanos nuestros a los que la vida ha despojado de todo, de su dignidad, de sus derechos”, precisa.
Subraya que “son miles las personas que a nuestro lado sobreviven sin lo más elemental para vivir, y reclaman nuestra atención, nuestra solidaridad fraterna, nuestra compasión eficiente”, por eso afirma que “la Navidad es de los pobres y para los pobres, porque el Hijo de Dios se ha hecho pobre hasta el extremo, invitándonos a ser pobres, humildes y despojados”.
Por eso ha animado “a acercarnos a los pobres para compartir con ellos lo que hayamos recibido”, desde la caridad cristiana que “se abaja hasta el extremo para compartir desde abajo lo recibido de Dios, incluido el don de la fe”.
“Jesucristo nació hace veinte siglos, la liturgia nos trae ese misterio hasta nuestros días para que lo vivamos en directo. Estamos en Navidad, fiesta del nacimiento de Jesús en la carne del seno virginal de María”, recuerda en su carta.
Mons. Fernández explica en su carta los personajes del Belén: “En primer lugar, el protagonista es Jesús, el Hijo eterno de Dios que nace como hombre. Dios desde siempre, comienza a ser hombre en el tiempo”, y precisa que “la adoración es la actitud inmediata al contemplar este misterio, porque el Niño que nace es Dios, que llega hasta nosotros en la debilidad de una vida pequeña e indefensa”.
Sobre la Virgen María el Prelado afirma que “ella es todo acogida del don de su Hijo divino. Ella es todo donación de este Hijo al mundo. Con un corazón limpio y generoso, María recibe y entrega. Ella es personaje esencial en este misterio, y quedará unida para siempre e inseparablemente al misterio cristiano”.
“La discreta presencia de José realza su papel de colaborador imprescindible. Sin él, el Niño no hubiera nacido”, precisa el Obispo de Córdoba ya que “acoge el misterio que María su esposa lleva en su seno virginal y se convierte en padre que protege y sostiene el misterio de la Navidad, al Niño y a la Madre”.
“Silencioso José, dócil a los planes de Dios, pone su vida entera al servicio de toda la humanidad”, subraya.
Mons. Fernández explica que en el portal de Belén solo hay pobreza. “Allí no hay nada, ni adornos, ni muebles ni cama, ni lo más elemental de una casa pobre. Una cueva, un pesebre, unas pajas. Así ha elegido Dios Padre el lugar para que nazca su Hijo”, afirma.
Y anima a recapacitar sobre “el despojamiento y la humillación del Hijo como un ingrediente necesario para la redención del mundo”, por eso explica que la Navidad “es una llamada fuerte a la humildad, a la pobreza y a la austeridad, al despojamiento en beneficio de los demás”.
Y recuerda que precisamente por eso “Jesús es tan atrayente en Navidad”, “Él conquista nuestro corazón por la vía del amor y sólo los que se hacen como niños son capaces de entender lo que sucede en esta gran fiesta”, afirma.
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