EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor." (Evangelio del día). Esta historia de Zacarías e Isabel, necesaria para nuestro (el tuyo y el mío) plan de Salvación trazado por Dios, nos anima a dos cuestiones fundamentales: Ser justos y "cumplir" los mandamientos. Ser justos es entendible, hasta los que no tienen fe lo hacen. "Cumplir" es otra cosa. No se trata de acatar "a la malas", o como se suele decir ahora "si o si", unas normas, sino vivir la vida según un estilo, según unas pautas que, en el fondo, nos procura un bienestar. Unos "preceptos" que buscan nuestra honesta relación con Dios, con el hombre, con tu familia y contigo mismo. Pero no os creáis que tenéis que violentaros para cumplirlo. Evidentemente hay que hacer un esfuerzo, vencer tentaciones y tener voluntad, pero Dios ayuda: "Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi alcázar eres tú. Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza." Y, en todo esto tener fe en el Señor, «¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.» Para observar los mandamientos nunca se es "viejo", el Evangelio siempre es novedad. Santa María de Caná, ruega por nosotros. Una Antífona Mayor de Adviento: "Oh, Adonai", Señor poderoso.
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