martes, 15 de abril de 2014

VALLADOLID: LA PROCESIÓN DE LOS PERIODISTAS REGRESA DESPUÉS DE 57 AÑOS EN EL OLVIDO.

elnortedecastilla.es


La procesión de los periodistas regresa después de 57 años en el olvido
Pocos, pero con ganas. Así volvieron a salir ayer por la tarde los cofrades del Discípulo Amado en la que desde 1950 a 1957 se llamó ‘la procesión de los periodistas’. Y desde entonces, nada. 53 años de penuria hasta que en 2010 varios cofrades se pusieron de acuerdo para reiniciar una cofradía que se extinguió por el trabajo de los periodistas y porque las rotativas no cerraban ni el Viernes Santo. Pero ayer, tres años después de que fuese reconocida cofradía –el 3 de febrero de 2011– y tras obtener la autorización de la Junta de Cofradías tras la Semana Santa del año pasado, volvieron a salir.
Todo era nerviosismo al principio, pero salió perfecto. 37 cofrades de esta joven hermandad se pusieron el hábito blanco con capirote negro, los guantes blancos y el cíngulo blanco y negro que conforman ya las señas de identidad de esta nueva procesión. Pero aún más allá, entre los vítores de los que lo apoyaban y el ceño fruncido de los que reniegan, el paso al estilo jerezano fue lo más llamativo durante el recorrido. Ante el tambaleo de la imagen del Cristo de Medinaceli, del escultor de la escuela sevillana, Juan Antonio Blanco, el público aplaudió varias veces el movimiento, que hacía parecer que en vez de estar junto al Atrio de Santiago, se caminaba cerca de la Giralda.
La procesión de los periodistas regresa después de 57 años en el olvido
Cuatro caballos de la Policía Municipal abrían la comitiva que contó también con la representación de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Pero lo más bonito de esa noche de cerca de 20 grados – temperatura que no se recuerda en otra Semana Santa echando la vista atrás– fue el blanco impecable del hábito. «Cómo se nota que son túnicas nuevas», decía una señora al paso de la procesión por la calle Constitución. El recorrido del paso, largo para ser llevado por 19 costaleros, fue el siguiente: partió de la iglesia de los Agustinos Filipinos para cruzar el Campo Grande como el día anterior hiciese el traslado del Cristo de Laguna. Después, plaza Zorrilla, donde más público recibió y siguió hacia la calle Santiago para girar por Constitución y Teresa Gil hasta la plaza Fuente Dorada.
Después, la procesión cogió la Bajada de la Libertad, por donde apenas veinte minutos antes las cofradías del Rosario del Dolor habían pasado. Es más, parecía que todavía retumbaba el sonido de los tambores de las bandas anteriores. Y, ya más tarde, se dirigió hacia San Martín, donde se suponía que debía llegar a las 23:30 horas, pero se retraso más de veinte minutos. Y, por si el recorrido fuese corto para los 19 costaleros que llevaron al Cristo de Medinaceli hasta allí, tocaba volver. Se previó que la procesión llegase de nuevo a la sede de la cofradía del ‘Discípulo Amado’ en torno a las tres de la mañana.
«Mucha ilusión», decía antes de empezar el recorrido el presidente de la cofradía, Juan Hernández. Y se notaba el nerviosismo, pero nada más empezar todo eso se olvidó para llevar a hombros una procesión que el público aprobó, según pudo verse por los vítores de los presentes y a pesar de los aires andaluces que llevaban. Por otra parte, cada día más cámaras de videoaficionados siguen los pasos procesionales el paso para inmortalizar y guardar lo que está siendo esta Semana Santa 2014.

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