No es la primera vez, ni será la última, que nos entrevistemos con el Director de Cáritas Diocesana. La razón de esta preeminencia resulta evidente pues la acción sociocaritativa que lidera Cáritas actúa como uno de los más destacados brazos ejecutores de la Iglesia en esta tarea tan primordial que nos enseñó Jesús: la atención y acogida al más necesitado de los hermanos.
Para recabar información y ponernos al día en la acción de Cáritas Diocesana nos entrevistamos con su actual director, Juan Luis Torrejón, quien con suma amabilidad nos recibe en la Biblioteca.
En primer lugar, querríamos saber la visión que tiene Cáritas sobre la situación actual de la pobreza, en estos momentos de crisis.
Los datos más recientes los ha proporcionado el pasado 27 de marzo la Fundación FOESA y Caritas Española. Son datos que han puesto nervioso a Montoro y es porque, el informe, concluye que en 2014, en España, vivimos una situación de pobreza creciente y derechos menguantes. Dicho informe revela que tenemos más de 5 millones de personas afectadas por situaciones de exclusión severa (en un país de 47 millones) y, lo más vergonzoso, es que somos el Estado de Europa donde hay más desigualdad. Esto quiere decir, más diferencia entre los ricos más ricos y los pobres más pobres. Dato que siempre se ha dado en las sociedades menos avanzadas. Es cierto que algunos indicadores sobre el empleo o la economía parecen mejores, pero, no sé si es que la crisis ha sido muy grande o que hacen falta todavía cambios, pero lo que es indiscutible, es que la situación en España sigue siendo crítica. Más aún en Andalucía y más aún en Cádiz.
Por otro lado, se ha sabido recientemente que España ocupa el penúltimo lugar en Europa en pobreza infantil.
Vamos a lo práctico ¿qué acciones concretas está llevando a cabo Cáritas actualmente?
Un señor que conocí en el albergue Federico Ozanan le decía a otro compañero de la calle: “esta gente de Cáritas y del comedor hacen muy poco, pero gracias a Dios que ellos hacen lo que hacen”. Esto es lo que yo pienso. En Cáritas hacemos mucho, pero muy poco en relación a las necesidades de las personas. En la diócesis de Cádiz y Ceuta tenemos 92 equipos parroquiales. A nivel diocesano, un programa de familia que complementa la labor parroquial, un programa de empleo coordinado por un técnico en cada arciprestazgo, un centro de comercio justo, cooperación internacional, Empresas con Corazón y el programa de Personas sin Hogar. Como parte de este último programa contamos con un comedor en Algeciras, una oficina en San Fernando, el centro Luz y Sal de Cádiz, un centro en Chiclana, un piso de inserción y varios equipos de voluntarios como el de Puerto Real y el de La Línea que visitan cada noche a las personas que están en la calle ofreciéndoles acompañamiento y ayuda.
En estos momentos ¿qué nuevos retos están acometiendo?
Queremos ayudar a los equipos parroquiales a emprender nuevos proyectos que vayan más allá del mero reparto de alimentos, que es a lo que se destinan la mayor parte de los esfuerzos. Dar alimentos no saca a nadie de la pobreza, ni se corresponde con una Iglesia donde nos consideramos hermanos y donde la caridad debe ser lo primero. Para ello hemos formado un equipo diocesano de 5 personas voluntarias, con formación y experiencia suficiente, para reforzar el acompañamiento a los equipos de Caritas parroquiales. Este grupo tiene como objetivo ayudar a las parroquias a poner en marcha proyectos de promoción. Ellos están disponibles para ir a las parroquias que quieran realizar estos nuevos proyectos, como pueden ser: apoyo escolar o actividades lúdicas y culturales para niños, grupos de jóvenes, acompañamiento a personas mayores en riesgo de exclusión, Escuelas de padres y madres, grupos de apoyo en la búsqueda de empleo, etc…
Volvemos a interesarnos por aspectos prácticos ¿Qué es el fondo diocesano de solidaridad y cómo se reparte?
En el año 2013 el FDS ha contado con 425.000 €. Este fondo se nutre de la colecta del Jueves Santo, del 20 % del presupuesto de cada Cáritas parroquial, de aportaciones de socios y donantes y de otras como la de la Conferencia Episcopal o la Fundación de Amancio Ortega. Este dinero se ha distribuido en tres bloques: ayudas directas a proyectos parroquiales o arciprestales, al programa de familias y, una tercera parte a los proyectos diocesanos. Sin esta comunicación cristiana de bienes sería imposible poder mantener los programas que hemos descrito anteriormente que, además, insisto, se encuentran absolutamente desbordados.
Por último, háblenos de la colecta del Jueves Santo
En nuestra Iglesia Diocesana, el Jueves Santo, es una jornada en la que, la celebración de la Eucaristía y del amor fraterno, se apoya en el gesto concreto de compartir con los más pobres y excluidos de nuestra sociedad. La colecta del Jueves Santo, en todos los templos de la diócesis, va destinada íntegramente al Fondo Diocesano de Solidaridad, desde que esto fue instaurado en el año 1992 por monseñor Dorado Soto y reafirmado por el Sínodo Diocesano del año 2000. Desde su creación, muchas personas y colectivos han podido ver aliviada en algo su situación gracias a este gesto. Desde Cáritas Diocesana agradecemos a todos la profunda generosidad y confianza y animamos a mantener vivo el compartir solidario con los más pobres.
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