Los obispos piden una reforma de la legislación sobre el matrimonio
«Es urgente la reforma de nuestra legislación sobre el matrimonio», pide la Conferencia Episcopal (CEE), en la Nota sobre la legislación familiar y la crisis económica, aprobada por la Asamblea Plenaria. El Secretario General y portavoz de la CEE explicó que la sentencia del Tribunal Constitucional no zanja el debate, puesto que afirma que el reconocimiento del llamado matrimonio homosexual «no es la única solución que podría conformarse a la Constitución». «Es un imperativo para todos los ciudadanos, en particular para los católicos -añadió-, promover un cambio legal donde los derechos de todos sean respetados», y la institución del matrimonio vuelva a ser reconocida «en su especificidad»
Noticia digital (23-XI-2012)
La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española «se ve en el deber de recordar que la actual legislación española referente al matrimonio es gravemente injusta. Lo es porque no reconoce netamente la institución del matrimonio en su especificidad, y no protege el derecho de los contrayentes a ser reconocidos en el ordenamiento jurídico como esposo y esposa; ni garantiza el derecho de los niños y de los jóvenes a ser educados comoesposos y esposas del futuro; ni el derecho de los niños a disfrutar de un padre y de una madre en el seno de una familia estable».
El mensaje coincide básicamente con la Nota sobre el matrimonio y el fallo del Tribunal Constitucional, aprobado por el Comité permanente de la CEE, el 8 de noviembre, sólo que ahora es el conjunto del Episcopado español el que lanza este mensaje.
«Es urgente la reforma de nuestra legislación sobre el matrimonio», añade la Nota, que reitera la misma petición, lanzada por el Presidente de la CEE, el cardenal Rouco, en el discurso de apertura de la Asamblea Plenaria. En la rueda de prensa final, el Secretario General de la CEE, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, resaltó que «la sentencia dice que [la contemplación del llamado matrimonio homosexual] no es la única solución posible legal, que podría conformarse a la Constitución. Pero aparte de lo que diga la sentencia -añadió el portavoz de la CEE-, las leyes están para cambiarlas cuando no son justas. Y hay caminos legales. Es un imperativo para todos los ciudadanos, en particular para los católicos, procurar, por medios legítimos, con una información buena sobre qué legislación hay en España sobre el matrimonio (no es muy buena la información que tenemos -matizó-); y luego, con las acciones legítimas correspondientes, promover un cambio legal donde los derechos de todos sean respetados, y vuelvo a repetir: de todos».
En la Nota, los obispos renuevan su «llamada a los políticos para que asuman su responsabilidad. La recta razón exige que, en esta materia tan decisiva todos actúen de acuerdo con su conciencia, más allá de cualquier disciplina de partido. Nadie puede refrendar con su voto leyes que dañan tan gravemente las estructuras básicas de la sociedad. Los católicos, en particular, deben tener presente que, como servidores del bien común, han de ser también coherentes con su fe».
También se resalta que no se puede separar la familia de los problemas d el economía: «Sin la familia, sin la protección del matrimonio y de la natalidad, no habrá salida duradera de la crisis». En particular, se alude al «ejemplo admirable de la solidaridad de tantas familias en la que abuelos, hijos y nietos se ayudan a salir adelante como solo es posible hacerlo en el seno de una familia estable y sana».
Y concluye la Nota; «En la vida conyugal y familiar se juega el futuro de las personas y de la sociedad. Expresamos de nuevo a las familias que más sufren la crisis económica, con problemas de vivienda, falta de trabajo, pobreza, etc., nuestra cercanía y la de toda la comunidad católica. Estamos junto a ellas compartiendo nuestros bienes, nuestro afecto y nuestra oración. Del mismo modo, renovamos nuestro compromiso por activar la dimensión caritativa de la comunidad cristiana, promoviendo en nuestras diócesis la atención a los más necesitados».
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