Sección - Marinero en tierra
Gestores
de cobros
Este año, la habitual comparecencia del presidente de la Federación Metalúrgica Valenciana
(FEMEVAL) no ha tenido como finalidad presentar los premios al reconocimiento
empresarial que anualmente otorgaban. La primera idea que Vicente Lafuente
transmitió a los medios fue clara: “este año no habrá premios, en la actual
coyuntura suponen un gasto y un boato que no nos podemos permitir”. Pero ahí no
quedó la cosa, se empleó a fondo para denunciar el abandono que sufren por
parte de las administraciones públicas y
para criticar a sus responsables porque “nos están llevando a la deriva”.
Utilizó una metáfora muy gráfica al comparar la situación de
la comunidad y el país con la de un navío a la deriva, donde el lastre que se
ha soltado no es suficiente, donde los motores se han apagado, donde quizá los
timoneles parecen incapaces de dirigir la nave. Lamentó que las
administraciones públicas se hayan convertido en simples gestores de cobros.
Cabe pensar que incluso esto lo están haciendo mal porque en lugar de promover
iniciativas innovadoras (relacionadas con el crédito, la mediación, arbitraje
y negociación) promueven nuevas tasas,
nuevos impuestos y nuevos procedimientos recaudatorios.
Como casi todas las asociaciones profesionales y colectivos
valencianos, denunció los impagos y la situación kafkiana de unas
administraciones hipócritas, incoherentes y caóticas donde, sin haber recibido
las ayudas y subvenciones se exige certificación de pagos para estar al día en
la Seguridad social o el abono correspondiente del IVA. No sólo se siguen
manteniendo los abusivos recargos sino que no se facilita el aplazamiento ni la
negociación. Quienes desde las diferentes administraciones están aplicando la
legislación están poniendo “palos en las ruedas” de las empresas y promueven
decretos, leyes y normas sin consenso con los propios afectados.
Para mantener la poca actividad y el poco empleo que aún
queda sería necesaria una normativa que permitiera compensar las deudas que las
empresas tienen con las administraciones. Además de gestionar la miseria,
nuestra clase política, judicial y administrativa debería impedir el cierre de
las pocas pequeñas y medianas empresas que aún quedan. De nada vale poner en
marcha planes de competitividad, programas de formación o iniciativas para el
desarrollo empresarial si el poco dinero disponible no llega a los autónomos y empresas.
Si no naufragamos, algún día descubriremos que hacer política es mucho más que limitarse
a gestionar cobros o administrar miserias.
Agustín DOMINGO MORATALLA
Para el viernes 9 de Noviembre de 2012, en LAS PROVINCIAS.
GRUPO VOCENTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario