martes, 6 de marzo de 2018

LIBERALES DE CÁDIZ; POR ENRIQUE MONTIEL



Queda menos para el día en que los liberales gaditanos pongan flores en el monumento que Cádiz erigió en la plaza de España a los diputados de 1812 y a esa constitución maravillosa que tuvo tan corta vida como largo aliento: La Pepa. Los liberales gaditanos no son sólo de Cádiz. Vienen de Málaga, de las Canarias, de Madrid, Mallorca, Cataluña. De toda España, si pudieran, llegarían a Cádiz. Aunque siempre con el sambenito del taxi, que caben en un taxi. O dos. No importa, digo que no les importa. Los liberales de Cádiz no son militantes, en general, de ningún partido. Van de independientes. Su militancia es la libertad y la profunda desconfianza en los gobiernos, todos los gobiernos. Al modo de los padres fundadores de la democracia americana.

Decía que llevan muchos años llegando en las vísperas de San José a la ciudad trimilenaria para participar en la Ofrenda floral al monumento a las Cortes de Cádiz. Entregan su premio anual a un liberal destacado, se solazan en El Manteca, almuerzan aquí o allá y se vuelven a sus casas. Así no inquietan a los asustadizos que siempre los ven un poco como figuras "simpáticas" pero no tanto. Es que, por ejemplo, un joven que empezaba llamado Albert Rivera vino a una noche liberal en el Casino Gaditano. Lo digo porque yo estuve sentado a su lado. Han pasado escasos ochos años y miren ahora dónde está ese político catalán, casi desconocido entonces. Un luchador por la dignidad de los españoles en la Cataluña nacionalista entonces, con escasísima representación popular, hoy es la alternativa a Mariano Rajoy y el líder nacional de un partido que ha sido el más votado en esa Cataluña nacionalista de la que hablaba, como sabe todo el mundo.

Un dominio impresionante de la izquierda en el campo ideológico ha condicionado y estigmatizado a un liberalismo al que han encuadrado en el conservadurismo vade retro. Por eso estos de los que hablo se dicen que son de Cádiz, como una cepa de tulipanes exóticos. Y proclaman que su amor a la libertad, su "ideología", está transfundida en el pensamiento político hasta la exacta frontera del Comunismo. Mas cambiarán las cosas si, como se prevé, Cs. sube en el conjunto de la Nación y llega al gobierno de España. Será el momento en que ya no vengan en dos taxis a Cádiz, no sea el grupito de la foto de Enrique García-Agulló, Aurelio García de Sola, Rafael O´Donnell y Carlos Roca, que en paz descanse. Ya saben que muchos llaman a la puerta de Albert Rivera e Inés Arrimadas pero los de Cádiz viven dentro.

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