miércoles, 28 de junio de 2017

EL SANTO PADRE CREÓ CINCO NUEVOS CARDENALES

ZENIT – Espanol


En el consistorio realizado en la Basílica de San Pedro impuso birrete, anillo y entregó la diaconía
Uno por vez el Papa entrega birrete, anillo, diaconía y se dan el abrazo de la paz (Fto Osservatore © Romano)
Uno Por Vez El Papa Entrega Birrete, Anillo, Diaconía Y Se Dan El Abrazo De La Paz (Fto Osservatore © Romano)
(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 29 Jun. 2017).- El santo padre Francisco presidió este miércoles por la tarde en la basílica de San Pedro, el cuarto Consistorio Ordinario Público para la creación de cinco nuevos cardenales.
Ellos son: Mons. Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona, España; Mons. Gregorio Rosa Chávez, obispo titular de Mulli, auxiliar de la arquidiócesis de San Salvador, El Salvador; Mons. Jean Zerbo, arzobispo de Bamako, Mali; Mons. Anders Arborelius, OCD, Obispo de Estocolmo, Suecia; y Mons. Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun, obispo titular de Acque nuove di Proconsolare, vicario apostólico de Paksé, Laos.
En una emotiva ceremonia, con la presencia casi un centenar de cardenales, acompañada por el polifónico del coro de la Capilla Sixtina, el Santo Padre después de rezar en silencio ante la tumba de san Pedro, subió al altar para la elevación de los nuevos cardenales.
El electo cardenal español, Juan José Omella le dirigió unas palabras en las que señalaba el deseo de “entregar toda nuestra vida gratuitamente, hacer de esta una oblación eucarística al Padre de todas las misericordias en Cristo en el Espíritu”, así como el deseo de “no ser una Iglesia autorreferencial”, sino “peregrina en los caminos del mundo, buscando a todos”.
Después de la lectura del Evangelio de Marco, sobre Emaús, el Santo Padre dirigió unas palabras, en las que les invitó no a ser príncipes, sino a servir y a no dejarse distraer por intereses varios.
Señaló así lo que es la realidad de hoy: “Son los inocentes que sufren y mueren a causa de las guerras y el terrorismo; es la esclavitud que no cesa de pisar la dignidad también en la época de los derechos humanos; la realidad es la de los campos de prófugos que a veces se asemejan más a un infierno que a un purgatorio; la realidad es el descarte sistemático de todo lo que ya no sirve, incluidas las personas”. Y aseguró que esto fue lo que Jesús vio mientras caminaba a Jerusalén.
A continuación, el Papa proclamó los nombres de los nuevos cardenales y su título o diaconía, a lo que siguió la profesión de fe y el juramento.
Así el Pontífice uno a uno les fue entregando el birrete, el anillo y el título de una iglesia romana, concluyendo con un abrazo fraterno.
El Santo Padre dijo al colocar sobre la cabeza el birrete, rojo: “como signo de la dignidad del oficio de cardenal y significa que estás preparado para actuar con fortaleza hasta el punto de derramar tu sangre por el crecimiento de la fe cristiana, por la paz y armonía entre el pueblo de Dios, por la libertad y la extensión de la Santa Iglesia Católica Romana”.
Y señaló al entregar el anillo cardenalicio que es “signo de la dignidad de solicitud pastoral y de más sólida comunión con la Santa Sede del Apóstol san Pedro”.
Luego asigno el título de una iglesia de Roma o diaconía, como signo de su participación en el cuidado pastoral del Papa por la ciudad y le entregó la bula de Creación de Cardenales y el título de dicha diaconía.
Por ejemplo el cardenal Omella recibió el título de la iglesia de Santa Cruz en Jerusalén, mientras que el cardenal Gregorio Rosa Chávez, el de la iglesia del Santísimo Sacramento en Tor de Schiavi.
Con estos nuevos nombramientos, el Colegio cardenalicio contará con 121 cardenales electores.

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