lunes, 8 de diciembre de 2014

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "...porque para Dios nada hay imposible." (Evangelio del día). Esta expresión, tan utilizada y conocida, puede arrojarnos mucha luz. Hoy, fiesta de la Concepción Inmaculada de María, también puede propiciarnos un cambio de aptitud. Para este texto nos podemos hacer un pregunta de gran trascendencia: ¿Realmente nos lo creemos? ¿Actuamos cómo si fuera así?, porque si nuestra respuesta es afirmativa, ¿en qué se nota? ¿Porqué tenemos algunas reservas?  La cuestión la descubrimos en la lectura del Oficio, que tan claramente lo dice San Pablo: en el pecado, en nuestros errores, en nuestros desatinos. Pero San Pablo no se queda "acusando", sino que nos indica donde está la "absolución": en Cristo. Y María juega un papel importantísimo porque no enseña que la clave es "la nueva concepción (inmaculada) de Jesús en nuestras vidas". Empresa nada fácil, pero contamos con Dios mismo: "más desbordante fue la gracia". Así que pidamos al Señor que nos vaya liberando de nuestras ataduras y a María que nos vaya acercando a su Hijo. Santa María de Caná, ruega por nosotros. Hoy, pongo una posdata de San Anselmo, del Oficio. Merece mucho la pena: "El cielo, las estrellas, la tierra, los ríos, el día y la noche, y todo cuanto está sometido al poder o utilidad de los hombres, se felicitan de la gloria perdida, pues una nueva gracia inefable, resucitada en cierto modo por ti ¡oh Señora!, les ha sido concedida. ../.. ¡Verdaderamente el Señor está contigo, puesto que ha hecho que toda criatura te debiera tanto como a él!" Para tenerlo muy en cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario