viernes, 5 de diciembre de 2014

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN; POR JOSÉ ANTONIO SIGLER.

EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Ten compasión de nosotros, hijo de David. Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo ¿Creéis que puedo hacerlo?" (Evangelio del día). De nuevo aparece la clave de todo este proceso de fe que obra milagros. ¿Creemos, de verdad, en ese poder de Jesús? Los ciegos piden compasión y obtienen un milagro, porque la compasión verdadera "moviliza" el corazón. Aquí vemos los sentimientos de Cristo y son los sentimientos que debemos tener todos sus discípulos.  Nosotros, cuando pedimos ayuda al Señor, pedimos algo en concreto (que suele ser curarme de algo o salir de algún problema). Esto no está mal, es lícito pedirlo y es bueno. Pero, ¿no sería mejor pedir entendimiento, determinación, fuerza, capacidad y entereza para hacer su voluntad? En esto estamos aún en "pañales" pero también es verdad que nuestra pobreza nos pide milagros en concreto. Y nuestra necesidad, también. Pues vayamos "madurando" porque creemos que Dios nos puede dar ese entendimiento y que, en ningún momento permitirá nada malo para nosotros. Santa María de Caná, ruega por nosotros.

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