Jaime Septién
(Con información de AP) El Tribunal Supremo Electoral de Honduras aceptó ayer lunes una solicitud formal de recuento de la totalidad de las actas de votación y la verificación del sistema de cómputo utilizado en las elecciones del 24 de noviembre y señaló que comenzará a revisarlas de manera inmediata y con presencia de representantes del partido LIBRE, que formuló la petición.
Tras un proceso electoral en el que privó la desconfianza y el llamado de la Iglesia católica a la tolerancia, la paz y a aprovechar la oportunidad de restituir el nombre de la nación centroamericana en el mundo, este fin de semana el Tribunal Supremo Electoral (TSE), declaró formalmente como presidente de Honduras al candidato nacionalista Juan Hernández. El ya oficialmente presidente electo de Honduras gobernará el país centroamericano de 2014-2018.
El presidente de la Comisión Electoral del TSE, David Matamoros Batson, hizo el anuncio oficial por el que Hernández se convierte en el sucesor de Porfirio Lobo al frente de la presidencia con el 36,80 por ciento de los votos a su favor, frente al 28,7 por ciento de su rival más cercana, la candidata de Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro.
Hasta este domingo se habían contabilizado ya 99 por ciento de los votos emitidos por los hondureños durante la jornada electoral del 24 de noviembre pasado, incluyendo la alcaldía de la segunda ciudad más importante de Honduras, San Pedro Sula, en donde también triunfó el oficialismo por un cerradísimo margen de votos.
Estas y otras diferencias han motivado que la ex candidata presidencial de Libre, Xiomara Castro, haya advertido que "tocará todas las puertas" que haga falta para denunciar lo que para ella ha sido un fraude electoral de características enormes.
"Tocaremos todas las puertas para denunciar el fraude (electoral)", dijo Xiomara Castro al término de una marcha celebrada el domingo 1 de diciembre en Tegucigalpa contra los resultados oficiales que dan como triunfador a Hernández con una distancia de ocho puntos porcentuales frente a Castro.
"Tuvimos una campaña electoral de confrontación y vamos a seguir cumpliendo hasta el último momento, denunciaremos el fraude", dijo a sus partidarios y a los medios de comunicación la esposa sel que fuera presidente de Honduras, Manuel Zelaya.
Por su parte, a misión de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) mostró, en un informe sobre las elecciones de Honduras, su preocupación por las irregularidades detectadas por este organismo durante el proceso y la jornada electoral del 24 de noviembre.
La FIDH documentó el traslado "arbitrario" de miembros de la Fiscalía hondureña, encargados de vigilar los comicios, o la negación del derecho a sufragio de los ciudadanos: “a muchos ciudadanos se les ha privado del derecho al sufragio por figurar en las listas como fallecidos, a pesar de que varios habían participado el año pasado en las primarias”, dice el informe preliminar de este grupo de observadores.
Refieren que a quienes fueron ante el TSE y se identificaron como personas vivas y no difuntas, como el padrón decía, o no se les habilitó para votar como era la obligación del TSE, o se les mandó a votar a lugares remotos, imposibilitándolos de ejercer su derecho constitucional.
También denunció que representantes del triunfador Partido Nacional “entregaron tarjetas de descuento en comercios y servicios como telefonía móvil, atención médica, descuentos en farmacias y restaurantes a quienes votaran por ellos”. Todo esto, dijeron los observadores de la FIDH, está documentado con fotos y videos.
Este caso, según la organización, "debería ser objeto de investigación de alcance penal a los promotores y financiadores de esa iniciativa que por su diseño y desarrollo pudo influir en los resultados electorales".
El grupo de la FIDH, integrado por 11 personas, ha asegurado que ha constatado que existió falta de transparencia en la financiación de las campañas políticas y en el origen de los fondos de las mismas y ha mostrado su preocupación por la fuerte presencia militar en las elecciones.
También, según refiere AP, las misiones de observación electoral de la Unión Europea y de la OEA reconocen las elecciones como transparentes pero señalan irregularidades. La misión de la OEA señaló que la entrega de credenciales que "no soporta ningún estándar internacional" y la Unión Europea detectó "serios indicios" de tráfico de las mismas. La Unión Europea también señaló que "el censo electoral no es preciso ni fiable" y que "ha detectado que hasta el 30% del censo corresponde a personas que han emigrado o muerto".
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